Laura Campillo
Sociedad
Mantener en secreto una buena noticia hace que nos sintamos más vivos
Un estudio muestra los beneficios de mantener en secreto una noticia positiva
Mantener una buena noticia en secreto durante un tiempo, antes de contársela a otra persona podría hacer que las personas se sintieran con más energía. Esto es lo que ha demostrado un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología en el Journal of Personality and Social Psychology.
"Décadas de investigación sobre el secretismo sugieren que es malo para nuestro bienestar, pero este trabajo sólo ha examinado el mantenimiento de secretos que tienen implicaciones negativas para nuestras vidas", explica el doctor Michael Slepian, profesor asociado de Ciencias Empresariales en la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y autor principal del trabajo.
"¿Es el secretismo intrínsecamente malo para nuestro bienestar o los efectos negativos del secretismo tienden a derivarse de guardar secretos negativos? se pregunta. Aunque los secretos negativos son mucho más comunes que los positivos, algunas de las ocasiones más alegres de la vida empiezan como secretos, incluidas las proposiciones de matrimonio secretas, los embarazos, los regalos sorpresa y las noticias emocionantes".
En una encuesta previa al estudio, realizada a 500 personas, el 76% afirmó que lo primero que haría al enterarse de una buena noticia es compartirla con alguien. Pero hay muchos acontecimientos positivos en la vida que la gente puede optar por mantener en secreto, como una propuesta de matrimonio, un embarazo deseado o derrochar en una compra de lujo.
Los investigadores realizaron cinco experimentos con más de 2.500 participantes para comprender qué motiva a la gente a guardar secretos positivos, y cómo puede afectar a alguien guardar un secreto positivo en comparación con un secreto que guardan porque lo consideran desagradable o vergonzoso.
En un experimento, se mostró a los participantes una lista de casi 40 tipos comunes de buenas noticias, que incluían cosas como ahorrar dinero, comprarse un regalo o reducir una deuda. A continuación, los participantes indicaron qué buenas noticias tenían en ese momento y cuáles habían mantenido en secreto.
A algunos participantes se les pidió que reflexionaran sobre las buenas noticias que mantenían en secreto, mientras que otros reflexionaron sobre las buenas noticias que no eran secretas y, a continuación, valoraron la energía que les hacía sentir la noticia y si tenían intención de compartirla con otra persona. Los investigadores descubrieron que las personas tenían una media de 14 a 15 buenas noticias, con una media de cinco a seis que se mantenían en secreto.
Los participantes que reflexionaban sobre sus secretos positivos decían sentirse con más energía que los que pensaban en sus buenas noticias que no eran secretas. Las personas que declararon que tenían intención de compartir sus noticias con los demás también dijeron sentirse con más energía, tanto si las noticias eran secretas como si no.
"Los secretos positivos que las personas deciden guardar deberían hacerles sentir bien, y la emoción positiva es un conocido predictor de la sensación de energía", afirma Slepian. Pero los investigadores descubrieron en cuatro estudios de seguimiento que los secretos positivos hacen que las personas se sientan llenas de energía también por otra razón.
En uno de esos experimentos se mostró a los participantes la lista de tipos habituales de buenas noticias y se les pidió que seleccionaran la noticia que más probabilidades tenía de sucederles en un futuro próximo.
A continuación, un grupo de participantes imaginó que mantenía la buena noticia en secreto hasta comunicársela a su pareja más tarde ese mismo día, mientras que otro grupo imaginó que en ese momento no podía ponerse en contacto con su pareja y, por tanto, no podía contárselo hasta más tarde ese mismo día. Cuando los participantes imaginaban que querían ocultar la información para que la revelación fuera sorprendente, se sentían más animados que cuando no podían revelarla.
En otro experimento se pidió a los participantes que recordaran un secreto positivo actual (un secreto con el que se sintieran bien), un secreto negativo actual (un secreto con el que se sintieran mal) o simplemente un secreto actual.
Los investigadores descubrieron que las personas guardan secretos positivos sobre todo por razones internas o personales, y no porque se sientan obligadas por presiones externas a mantener la información en secreto. En contraste con los secretos negativos o embarazosos, que suelen estar regidos por presiones o temores externos, los secretos positivos hacían que la gente se sintiera animada cuando podía elegir mantener la información en secreto, según Slepian.
"La gente suele guardar secretos positivos para su propio disfrute, o para hacer que una sorpresa sea más emocionante. En lugar de basarse en presiones externas, los secretos positivos se eligen más a menudo debido a deseos personales y motivos internos, afirma. Cuando sentimos que nuestras acciones surgen de nuestros propios deseos y no de presiones externas, también nos sentimos preparados para afrontar lo que venga".
Los investigadores también descubrieron que mantener en secreto una buena noticia puede hacer que las personas se sientan llenas de energía y vivas, independientemente de si tienen intención de compartir esa información más tarde con alguien o no.
"La gente a veces hace todo lo posible por orquestar la revelación de un secreto positivo para que sea aún más emocionante. Este tipo de sorpresa puede ser muy agradable, pero la sorpresa es la más efímera de nuestras emociones, afirma Slepian. Disponer de tiempo extra (días, semanas o incluso más) para imaginar la alegre sorpresa en el rostro de otra persona nos permite pasar más tiempo con este emocionante momento, aunque sólo sea en nuestra propia mente".