Una decena de comunidades autónomas tendrán este miércoles avisos de riesgo importante (naranja) o riesgo (amarillo) por fenómenos costeros, viento o precipitaciones, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que prevé que la calima provocada por el polvo en suspensión siga afectando a buena parte de España.
El tiempo seguirá condicionado por la presencia de la borrasca atlántica Celia, situada previsiblemente al sur de la Península, lo que dará lugar a nubosidad abundante en toda España y precipitaciones desigualmente repartidas. Las más abundantes se producirán en el tercio sureste peninsular y pueden llegar a ser localmente fuertes o persistentes en la mitad sur del área mediterránea peninsular.
En el resto del país las precipitaciones serán menos probables y más débiles y dispersas y no se esperan en el sur de Canarias. Además, un nuevo frente atlántico entrará por el noroeste peninsular por lo que irá aumentado allí la nubosidad, con precipitaciones que se extenderán desde Galicia al Cantábrico, el alto Ebro y la mitad oeste de Pirineos.
En la Península y Baleares seguirá la calima y las precipitaciones podrán ir acompañadas de barro. Las precipitaciones serán en forma de nieve en las montañas del sureste, desde 2.000 metros bajando a 1.600 metros y en la cordillera Cantábrica occidental, desde 1.400 metros aunque la cota bajará a 1.000 metros. Pinchando en este mapa puedes consultar la afectación de la calima, así cómo ver cuándo desaparecerá:
La capa de polvo del Sáhara que ha cubierto la península ibérica ha puesto en alerta a las ciudades por la calidad del aire "extremadamente desfavorable" y por algunas "lluvias de barro". Además, colocó a España en el podio de países más contaminados del mundo, por delante de China e India.
Los expertos recomiendan hidratarse, cerrar ventanas, salir con mascarilla y limitar la actividad física al aire libre en este episodio de calima que, aunque no es la primera vez que se produce en España –y de hecho es habitual en puntos de Canarias–, no se daba con esta intensidad desde hacía varias décadas.
La llegada de polvo en suspensión ha ido avanzando desde el sureste, donde comenzó el lunes y es más intensa, y ha dejado cielos oscurecidos –teñidos en muchos casos de un llamativo naranja rojizo– y notables capas de polvo en casas, aceras y coches. Se espera que el fenómeno meteorológico alcance su mayor incidencia este miércoles, se mantenga activo hasta el jueves y que, en su avance hacia el norte, alcance Holanda e incluso el noroeste de Alemania.
