MAPFRE y la Asociación de Ginebra han organizado en Madrid Reimagining Longevity: from risk to opportunity, una conferencia mundial sobre los efectos del incremento de la esperanza de vida. "El envejecimiento acelerado de las pirámides de población es sin duda un gran reto al que nos enfrentamos socialmente en las próximas décadas, pero también supone una gran oportunidad en términos económicos y sociales", explicaba el vicepresidente de MAPFRE, Ignacio Baeza, durante la inauguración de la conferencia en la sede de Fundación MAPFRE en Madrid, que finalizaba este miércoles 21 de septiembre, con el director general de Seguros y Pensiones del Gobierno de España, Sergio Álvarez, como encargado de clausurar las jornadas.
Por su parte, Jad Ariss, Director Gerente de la Asociación de Ginebra, la organización que reúne a las principales aseguradoras y reaseguradoras del mundo, añadía en la apertura: “Una vida más larga es un testimonio brillante del éxito de la ciencia y la salud pública. Sin embargo, la longevidad no trata solo de vivir más, sino de prosperar, física, mental y financieramente. Aquí es donde la industria de seguros puede hacer una contribución significativa”.
La conferencia ha contado también con la participación de varios expertos en aspectos relacionados con el envejecimiento, como Julia Randell-Khan, directora del Stanford Centre for Longevity, o David Sinclair, Ceo del International Longevity Centre.
Para el año 2050, está previsto que el número de personas mayores de 65 años sea "más del doble del número de niños por debajo de 12 años, con lo que ello supone para el número de personas en edad de trabajar por cada jubilado, es decir, para los sistemas públicos de pensiones", según indicaba Baeza en la inauguración del evento.
En este sentido, el sector asegurador cumple un papel de gran relevancia como experto en gestionar el futuro, encargado de "desarrollar un papel estratégico en este nuevo entorno de longevidad extendida", tal y como señalaba MAPFRE en una nota, de diferentes formas, como "administrando los recursos económicos que van a ser cada vez más necesarios para afrontar esa mayor esperanza de vida", como a través de "la prestación de servicios relacionados con la protección aseguradora" de esas personas para que puedan seguir llevando durante muchos años después de su jubilación una vida activa.
La longevidad como fuente de crecimiento económico
El aumento de la longevidad puede ser también una "poderosa fuente de crecimiento económico", si se gestiona de forma correcta y planificada. Para ello, sería necesario redefinirse para poder avanzar en una transformación social y económica "poderosa y positiva". "Las sociedades y los modelos productivos van a tener que adaptarse a esta revolución plateada. La Silver Economy vendrá de la mano de jóvenes de 70, 80 o más años, que quieren y pueden seguir aportando, consumiendo y disfrutando de una vida activa. Y, además, necesitamos que sigan haciéndolo y contribuyendo al crecimiento económico", señalan.
Esta es la visión con la que se formó el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE (@FM_Ageingnomics), para ayudar a las sociedades a adaptarse con el objetivo de gestionar en positivo la mayor longevidad. De hecho, en sus dos primero años, han llevado a cabo una amplia actividad de estudio y divulgación sobre este tema, buscando aportar valor a la sociedad y a las instituciones públicas y privadas con el fin último de conseguir esta necesaria transformación social y económica. El director del centro, Juan Fernández Palacios, ha participado también en la conferencia.