La maravillosa historia de una pareja sénior que lo vendió todo y vive viajando por el mundo

¿Alguna vez te han entrado ganas de venderlo todo y vivir viajando por el mundo? Hace algo más de un año, Thomas Swan (63 años) y Georganna Hawley (70 años), un matrimonio estadounidense, tomaron esta decisión y empezaron una nueva vida cargada de aventura.

Esta pareja vivía en una pequeña ciudad de Los Angeles, en California (Estados Unidos). Thomas tenía una oficina de asesoría financiera y Georganna era una arqueóloga jubilada. Durante toda su vida tuvieron que acostumbrarse a viajar mucho menos de lo que deseaban por tener poco más de 2 semanas de vacaciones al año. En tan poco tiempo, resultaba muy difícil poder conocer bien los lugares a los que viajaban y, sobre todo, conocer bien a la gente de esos sitios.

Todo empezó cuando sus hijos se fueron de casa. Ahí empezaron a sentir que su hogar se les quedaba grande. Más tarde, cuando la pandemia del coronavirus invadió las vidas de todo el mundo y nos vimos forzados a un confinamiento, el negocio de Thomas se transformó a lo digital y empezó a operar online. A partir de este momento, ambos se dieron cuenta de que si lo único que necesitaban para poder trabajar era una conexión estable a una red de internet ('wifi'), entonces podían cambiar radicalmente su estilo de vida.

Una de sus mayores inspiraciones fue la de 'Senior Nomads', a quienes llevaban siguiendo durante un tiempo antes de tomar la decisión. 'Senior Nomads' no es más que el apodo de Debbie y Michael Campbell, dos jubilados que desde el 2013 han estado viajando por el mundo viviendo casi exclusivamente en Airbnbs. Antes de partir en 2013, alquilaron su casa, vendieron su velero y sus coches y redujeron sus cosas hasta que cupieron en una maleta. Luego se despidieron de su familia y amigos y salieron a explorar el mundo.

Tomando la historia de 'Senior Nomads' como modelo y adaptándolo a sus ideas, Thomas y Georganna tomaron una de las decisiones más importantes de sus vidas: venderlo todo y vivir viajando por el mundo. Desde entonces, han ido compartiendo sus aventuras a través de su página de Facebook Two Travelers.

Vivir como auténticos nómadas

Tal y como nos contaban en una entrevista, en apenas un par de semanas, Thomas y Georganna se desprendieron de la mayoría de sus pertenencias. Vendieron la casa y el coche y donaron una enorme cantidad de artículos y piezas de ropa a los más necesitados. A partir de ahí, se despidieron de sus familiares y despegaron desde Seattle (Estados Unidos) para hacer del mundo su nuevo hogar. 

Dado que Thomas aún trabaja, la pareja aprovecha para viajar durante el día y disfrutar de sus andanzas con luz solar. Para el alojamiento, se decantan principalmente por Airbnb, es decir, alquileres vacacionales. Ocasionalmente, también han pasado noches en hoteles, pero los Airbnb les hacen sentir realmente como en casa y, además, al tener lavadora, es perfecto para esas personas que viven con poco más de lo que cabe en una maleta. 

En relación a los costes, vivir de esta forma les sale por "un tercio de lo que gastábamos al mes cuando estábamos en Los Angeles y disfrutamos el doble", afirman. "No tener casa ni coche nos quita de muchos gastos". Además, cuentan que los precios en la mayoría de sitios donde han estado y sobre todo en España, les han sorprendido al ser mucho más bajos de a los que estaban habituados: "Comer en Europa es tan barato", señalan. 

La primera parada en su ruta fue la ciudad de Viena (Austria), desde donde se estuvieron moviendo durante semanas. En ocasiones, establecen una casa base pero siguen viajando. De esta forma no tienen que mover todas sus cosas cada vez que se desplazan. Asimismo, cada vez que se mueven de ciudad donan algunas de sus cosas a organizaciones de caridad porque, según cuentan, "se han dado cuenta de que no necesitaban tanto" como pensaban.

Desde Austria cogieron un tren hasta Venecia (Italia), donde también estuvieron durante un mes para conocer más ciudades del país. Posteriormente, aunque preferentemente escogiesen la forma de viajar que menos daño le hiciese al ambiente, decidieron contratar un coche con conductor con idiomas para que pasar fronteras no fuese ningún problema en el trayecto. El chófer les llevó hasta Pula (Croacia).

Una vez que llegaron a Croacia, aprovecharon también para pasar por Zadar, Split, y luego pasaron las navidades en Dubrovnik, durante un mes. Desde allí, volaron hasta Estambul (Turquía), donde empezaron este 2022 y se instalaron un buen tiempo. Además, contrataron una agencia de viajes para conocer ciudades como Fethiye, Side y, finalmente, Capadocia, conocida por el clásico paisaje de sus globos aerostáticos sobre las “chimeneas de hadas”, unas formaciones rocosas con forma de conos.

Una vez terminada su ruta por Turquía, volaron hasta Madrid para conocer España. En nuestro país, han estado en Barco de Ávila (Ávila) y en Estepona (Málaga), donde destacan haber comido realmente bien y por muy poco.

Estar juntos, lo mejor de todo

Preguntados sobre qué era lo mejor de llevar este estilo de vida, Thomas y Georganna respondieron que "lo mejor es estar juntos, todo el día, todos los días, y nos hemos dado cuenta de que es lo que queremos. Poder compartir todas estas vistas y experiencias es increíble. No hay nada como ver algo maravilloso, señalarlo y decirle a la persona que está a tu lado que mire y lo disfrutes con él. Poder compartir todas estas maravillas con la persona que amas es lo mejor."

En este sentido, no son solo un matrimonio sino compañeros de vida. Se apoyan el uno al otro en todo momento y, sobre todo, resaltan la importancia de tener a alguien al lado al estar viajando de forma continua.

En cuanto a lo más difícil, Georganna afirmó que "la peor parte de esto es que no soy capaz de encontrar mi pasta de dientes favorita". Relatan que han encontrado sustitutos a la mayoría de productos estadounidenses que solían usar, pero en el caso de la pasta de dientes, aún no han podido.  Asimismo, Thomas contaba que venían de una zona en la que no solía llover apenas y que, "desde que empezamos a viajar, he visto más lluvia que en el resto de mi vida". Por otro lado, ambos dicen que siguen y seguirán viendo a sus familias, por lo menos una o dos veces al año.  

La edad nunca fue un obstáculo

Actualmente, Thomas y Georganna dicen que de momento les gusta vivir así y que, mientras su salud se lo permita, seguirán con su aventura. "En cuanto nuestra salud nos diga que debemos parar, le haremos caso. Mientras tanto, hay muchos lugares en este mundo que queremos visitar, así que tenemos que aprovechar mientras los dos estemos bien". 

"La edad para nosotros nunca ha sido un problema", afirman. No se fuerzan demasiado con el peso que cargan, pero por lo demás se sienten capaces de llevar este estilo de vida sin problema. Caminan bastante durante las excursiones que hacen, cosa que dicen "nos viene muy bien". 

Thomas y Georganna explican que, para vivir de esta forma, "te tiene que gustar viajar y tienes que ser flexible. No puedes pretender que todo salga como lo habías planeado". Durante sus viajes, han tenido la oportunidad de conocer a otros muchos 'Senior Nomads' con los que han podido crear buenas amistades y con los que también se han dado cuenta de que "hay más gente de la que creíamos viviendo como nosotros". En este sentido, dicen que la mayoría de 'Senior Nomads' con los que se han encontrado han sido canadienses, estadounidenses y australianos. "No vemos a muchos europeos haciendo esto", señalan.

Entre sus próximos destinos se encuentran París (Francia) y Poznań (Polonia). De todos modos, ambos desean viajar al resto de continentes. Por eso ya están pensando en "un crucero hasta el Caribe o incluso hasta Australia o Nueva Zelanda". Asimismo, añaden que tienen "muchísimas ganas de conocer Sudamérica". Por último, destacan que lo que están intentando últimamente es moverse según el sol. Es decir, buscan temperaturas y climas algo más estables y soleados.