Cuando oímos que no hay edad para el deporte es cierto, y María Teresa Ruzafa ha dado muestra de ello. En apenas 15 años ha pasado de ser una ama de casa trabajadora sin formación deportiva a convertirse en la segunda mejor atleta española máster (competiciones para veteranos mayores de 35 años) en carreras de media y larga distancia, siendo a su vez la primera mejor atleta de la Comunidad Valenciana y uno de los referentes mundiales.
Originaria de Crevillente, Alicante, su historia se ha convertido en una de las más sorprendentes del deporte español, sobre todo teniendo en cuenta que compite con atletas que fueron profesionales en su día, o que al menos recibieron formación desde pequeñas. "Hasta los 47 años era una mujer normal con un trabajo y tres hijos", recuerda. Por eso, su debut en los campeonatos causó tanta sorpresa.
María Teresa cuenta con más de 100 medallas nacionales, ha sido 34 veces campeona de España y a nivel internacional suma 27 metales y 6 mundiales, más otros tanto europeos en diferentes categorías (pista, ruta, cross, media maratón y maratón), a lo que se suma una infinidad de plusmarcas personales, la última para mayores de 60 años.
Comenzó a correr cuando tenía 47 años para perder peso después de que ganara unos kilos tras un embarazo problemático. Hasta ese momento, su contacto con el deporte era mínimo, como aseguraba a El Español: “Yo para el deporte era una negada, no me gustaba. Huía de él siempre que podía”.
Sin embargo, la afición de su marido al atletismo fue la que la inició en este deporte en el que ha demostrado que no hay límites. “Primero comencé a caminar. Y luego a trotar. En nueve meses perdí 18 kilos. Y mi marido comenzó a entrenarme. Me apunté a una carrera de 4 kilómetros, en la que sufrí muchísimo, y luego al año siguiente, ya con 49 años, al Campeonato de España en Águilas”, explicaba. Esa fue la carrera que le demostró que tenía mucho potencial, cuando solamente le ganó una chica de 35 años y ella, con 49, se colgó el oro de España. Confesaba que lo que más la conmovió fue ver la emoción de su marido y sus amigos cuando ganó: “Me dijo, y aún me lo dice, que no soy consciente de lo que he conseguido”.
Ni siquiera la pandemia pudo detenerla; tras más de un año y medio sin poder entrenar adecuadamente, consiguió el oro en el Campeonato de España de 10 kilómetros ruta en un circuito urbano, en Don Benito.
"No ha ido mal"
Tras darse cuenta de que podía llegar lejos en el mundo del atletismo, decidió dedicarse a ello profesionalmente, rechazando incluso un trabajo. Por el momento, "no ha ido mal". Ahora tiene todo un equipo que le ayuda a mantenerse en forma para dar lo mejor de sí misma. Con el apoyo de su marido Francisco, médicos, fisioterapeutas y nutricionistas, entrena seis días a la semana, varias veces en sesiones dobles.
“Al principio mis padres eran los primeros que me decían: ¿pero dónde vas con tu edad?”, comenta Teresa, orgullosa de poder servir de ejempleo para muchas personas de edad avanzada que se han atrevido también con este deporte. Nunca sabrá qué hubiera pasado si se hubiera dedicado al atletismo desde pequeña, lo realmente importante para ella es que ha podido llegar "a tiempo de disfrutarlo".
"He tenido lesiones, porque con esta edad las teclas comienzan a fallar, pero a veces es más importante entrenar la cabeza que las piernas”, explicaba, remarcando el apoyo de su marido. Solo contempla retirarse "cuando el cuerpo ya no acompañe", advirtiendo que, cuando ese momento llegue, no descarta la montaña.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.