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El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha advertido ante la llegada de los días navideños que consumir más de 1.000 calorías por encima de las recomendadas, puede suponer un aumento de 80-90 gramos de grasa al día y de hasta un kilo por semana.
Los expertos del IMEO han planteado consejos y pautas para que la sociedad no tenga que realizar restricciones "excesivas" con la alimentación. "Disfrutar las Navidades dándose algún capricho, pero siempre y cuando sea la excepción de la regla y no la norma", ha subrayado el portavoz de IMEO, Rubén Bravo.
En este sentido, la nutricionista del centro Sonia Peinado ha calificado de "error" considerar la Navidad "como una temporada en la que se puede abandonar por completo la dieta saludable o el estilo de vida activo, sustituyéndolo por excesos de alcohol, comida calórica y pasatiempo sedentario".
Así pues, apunta que después de un día en el que se consume más alimentos de lo habitual, el propio sistema digestivo pide que las próximas ingestas sean más ligeras. Eso de 'mejor no desayuno para compensar la comida/cena de hoy', no puede estar más equivocado. Aumentaría nuestra ansiedad y hambre emocional haciendo que comamos más cantidades, siendo a veces, incapaces de medir o parar.
Para no entrar en este círculo vicioso será mejor olvidarnos de las restricciones, tomar algún tentempié o fruta una hora e ir sin hambre a la comida, porque igual que cuando hacemos la compra, será más fácil elegir y medir las cantidades", explica Peinado.
Además, aconseja evitar comer de sobras y limitar las cantidades en la ingesta de aquellos alimentos más calóricos y menos saludables. Para ello, señala un truco que consiste en medir las raciones con la palma de la mano.
"La estructura de nuestra mano nos puede orientar en las medidas aproximadas de las cantidades según cada etapa: las palmas de las manos juntas en forma de cuenco estimarían la ración de verduras y hortalizas; el puño cerrado, los cereales integrales, granos y semillas; el centro de la palma nos indicará la cantidad de proteína en forma de carnes o pescados a consumir; lo que nos cabría en una mano, la cantidad de fruta; la punta del pulgar marcará cantidad de mantequilla; dos dedos serían el equivalente a la ración de queso; una posible medida para postres sería el espacio entre las falanges proximales desde el índice al meñique, visto con el puño cerrado", sostiene la nutricionista.
Por último, las dos recomendaciones son priorizar la calidad y no la cantidad, especialmente centra la atención en los carbohidratos que se transforman en glucosa y, por último, remarca la importancia de incrementar el gasto calórico. "Podemos ir al gimnasio, salir a caminar con amigos, bailar con los hijos o la pareja, realizar alguna actividad en equipo o deporte outdoor, como esquí, ciclismo o partida de pádel, utilizar las escaleras en vez del ascensor, recorrer en pie las distancias cortas en lugar de coger coche o transporte público", ha concluido.