Victoria Herrero
Sociedad
Mascotas y calor: ¿cómo cuidarlas y protegerlas ante las altas temperaturas?
Ten cuidado especialmente cuando se trate de cachorros o de animales en edad avanzada
Es raro, por ejemplo, que veas a un gato o a un perro sudar. Estas mascotas no transpiran como nosotros, sino que expulsan ese sudor mediante las almohadillas de sus patas o a través de su boca con los jadeos. Lo que sí comparten con sus dueños son los efectos negativos de las altas temperaturas.
Es nuestra obligación cuidar también a nuestras mascotas en los días en los que el termómetro se dispara hacia arriba. Especialmente, en el caso de los cachorros o de animales mayores con patologías añadidas.
Pérdida de apetito, poca movilidad o vómitos pueden ser algunas de las consecuencias del excesivo calor sobre nuestros animales de compañía. Como explican desde el Hospital Veterinario Estoril, "el calor acaba con las reservas de azúcar y sales del cuerpo del perro, así que cuanto más dure el periodo de calor más rápido puede ocurrir. El golpe de calor puede acabar con nuestro perro en apenas 15 minutos". Como vemos, no se trata de algo que se pueda tomar uno a la ligera.
Hidratación que no falte
Lo más importantes es mantenerlos hidratados en todo momento. Que tengan a su disposición agua fresca durante todo el día para que puedan ir bebiendo cuando se encuentren más sofocados. Y olvídate, claro, de poner ese bebedero a pleno sol.
El agua también es esencial para mojar a tu mascota y mantenerla fresca. En el caso de los perros puede ser un divertido momento de juegos disfrutar de un manguerazo. Pero en el caso de los gatos y su animadversión a las "duchas", lo mejor es usar una toalla húmeda y pasársela por todo el cuerpo, sobre todo por la cabeza.
Un cambio de look a tiempo, sobre todo en aquellas razas más peludas, les ayudará a soportar mejor esas altas temperaturas. Eso sí, tampoco te pases con las tijeras no le dejes tan pelado que no esté protegido del calor y las quemaduras solares; unas de las funciones de su pelaje.
Protégelos del sol
Si tú mismo no haces deporte ni sales a la calle, salvo si es necesario, en las horas centrales del día cuando el calor más aprieta, no lo hagas con tu perro. Para sacarle a dar un paseo y que haga sus necesidades escoge mejor las primeras horas al amanecer o a la noche cuando las temperaturas son algo más livianas.
Y cuidado, si está en casa en esas horas con el aire acondicionado, ya que podrían resfriarse. Lo mejor es que se recuesten en las estancias más frescas de la casa.