La erupción de La Palma está dejando incontables daños materiales, y muchas familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Luis y Margarite, de 80 y 90 años respectivamente, son uno de los matrimonios afectados que por culpa de la lava han empezado a vivir en una lancha.
Su casa, que se encuentra en Todoque sin saber aún si seguirá en pie, ha sido deshabitada y ellos antes de instalarse junto con el resto de vecinos en un club de fútbol han decidido trasladarse a una embarcación.
“Hemos decidido venir. Tenemos una lancha pequeña y pensamos probar a instalarnos en la lancha”, ha explicado Luis a Espejo Público. El octagenario dudó en instalarse en un hotel pero al ver el gran número de desalojados lo descartó. Sin embargo, y pesar de estar lejos de su hogar, saben que todo está bien.
Sus gatos son su mayor preocupación
“Hay un policía municipal que tiene casa allí y nos informa de todo. De momento está todo bien”, asegura Luis. Margarite por su parte, ha reconocido que “no me importa nada mientras los gatos estén bien”. Y es que el matrimonio se vio obligado a dejar a sus mascotas en su casa porque “aquí no cabían y allí tienen el agua de la piscina para beber y les dejé comida”.
El problema es que para poder volver a acceder a su casa necesitan ir en lancha, y luego precisarán de un coche que les acerque, pero no por la carretera principal, ya que está cortada por la lava. El matrimonio solo espera que todo pase cuanto antes.