La fragilidad constituye hoy una de las áreas prioritarias en la investigación geriátrica a nivel internacional. El aumento de la esperanza de vida acarrea, a su vez, un incremento de las personas mayores que sufren este síndrome, el cual puede ser la antesala de la discapacidad y dependencia.
Tal y como informan desde Quirónsalud (@quironsalud), "se consideran pacientes frágiles entre el 10 y el 20% de mayores de 65 años y más del 50% de personas mayores de 85 años que tienen una disminución de las reservas fisiológicas y un mayor riesgo de vulnerabilidad ante perturbaciones externas, cuyo resultado es tener una mayor probabilidad de presentar efectos adversos de salud como caídas o reingresos hospitalarios, entre otros".
El ingreso hospitalario es uno de los factores de riesgo que se tienen en cuenta para la detección del adulto mayor frágil.
En esta línea, el Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona (HUSC) –del grupo Quirónsalud– ha registrado un ingreso hospitalario cada vez más frecuente de personas en edad avanzada. El hospital asegura que estos pacientes sufren un deterioro funcional importante, causado por la aparición de complicaciones durante la estancia hospitalaria que se suman al propio proceso de envejecimiento.
Así explica Verónica Cordero, directora de Enfermería de HUSC, la importancia de la atención especializada: "La fragilidad comporta una mayor vulnerabilidad del paciente ante la enfermedad, un aumento del riesgo de deterioro funcional con la consiguiente dependencia para el desarrollo de las actividades de la vida diaria y, en última instancia, la muerte".
Es por esto que, el Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona "ha creado una Unidad Integral Multidisciplinar para el Abordaje de la Fragilidad específica para el cuidado de estos pacientes, adaptando el centro sanitario a sus necesidades para fomentar su autonomía y dignidad mediante el empoderamiento y conseguir una buena adherencia terapéutica", señala Anna Cruz, directora gerente del hospital barcelonés.
Asimismo, Cruz menciona los objetivos que persigue el ámbito de la fragilidad:
Cabe destacar que la nueva unidad dispone de un equipo de profesionales altamente especializados en el manejo y cuidado de los pacientes: una jefa de ámbito, una jefa médica, una enfermera referente, un enfermero referente de la Unidad Funcional Interdisciplinaria Sociosanitaria (UFISS), una enfermera referente de duelo y acompañamiento, una trabajadora social, médicos, enfermeras, auxiliares y fisioterapeuta.
En cuanto a los problemas que presenta el paciente frágil, la doctora Ana Lozano, jefa médica de Fragilidad, indica que los más frecuentes son "el sedentarismo, la polimedicación, la desnutrición, el síndrome confusional y la incontinencia urinaria. Para cada uno de ellos se ha desarrollado una actuación específica: movilización precoz, prescripción de medicamentos adecuada, dietas adaptadas, manejo del delirium y conservación de la continencia urinaria".
Por su parte, Montse Cantero, jefa de área del ámbito de la Fragilidad y la Continuidad Asistencial del Sagrat Cor, defiende que lo fundamental es "que el paciente que ingrese continente al alta lo siga siendo y el paciente que ingrese con movilidad salga del hospital con la misma que entró".
Cantero detalla que esta nueva unidad ofrece una valoración geriátrica por parte del servicio de Medicina interna, continuidad asistencial y contención domiciliaria, un plan de cuidados especializado en movilización precoz y ejercicios de salud y una Unidad de Hospitalización exclusiva –situada en la novena planta del Hospital–.
Junto a esto, la jefa de área del Ámbito de la Fragilidad subraya que la Unidad dispone de asistencia de urgencia 24 horas y Hospital de Día de 9 a 17 horas.
Basándose en la personalización como el pilar fundamental para conseguir la atención integral y continuada orientada a la persona, esta nueva unidad ha impulsado el programa 'Pactemos', "un acuerdo de corresponsabilidad hospital-paciente en terrenos como la movilización precoz, la fisioterapia cognitiva, la alimentación y el descanso, entre otros", resume Montse Cantero.
Aquí entra la importancia de la relación entre las enfermeras y los pacientes. Entre ellos, la comunicación efectiva y afectiva antes, durante y después de la atención es determinante para crear un vínculo especial. De esta forma, las profesionales conocerán las necesidades individuales y sociales del adulto mayor, además de sus valores y preferencias. Todo esto conducirá al cuidado personalizado.
En 'Pactemos' se ha desarrollado una 'Fragile Patient Board' para cada paciente, es decir, una pantalla donde consta:
Cuando el paciente recibe el alta, desde el ámbito de la Fragilidad se le hace un seguimiento exhaustivo y se le ofrece la posibilidad de utilizar el Hospital de Día del Paciente Frágil, un recurso tras el alta hospitalaria que pretende prevenir la descompensación de sus patologías, reducir ingresos hospitalarios, evitar traslados al hospital, mejorar la atención de las personas frágiles, controlar los tratamientos continuados; realizar educación y prevención sanitaria e implicar al paciente y a la familia.
