Los mayores de Cantoria reviven su boda 50 años después: "Les vienen de golpe todos los recuerdos"

Las fotografías son recuerdos que perduran en el tiempo y nos hacen viajar al pasado. Esta idea ha sido llevada a otro nivel por Andrés Carrillo que, en Cantoria (Almería), ha puesto en marcha una bonita iniciativa que hace revivir el día de su boda a parejas que llevan casadas cinco décadas.

Estos longevos matrimonios vuelven a darse el “sí, quiero” y él, amante del objetivo y con varios proyectos relacionados con fotografías antiguas a sus espaldas, repite esas imágenes de amor y alegría. Todo el pueblo se ha volcado en este proyecto y ya son más de 70 parejas las que se han animado a celebrar sus bodas de oro. Después, el resultado se recogerá en una exposición para que todo el mundo pueda disfrutarlas.

La pandemia truncó los planes de celebrar las bodas de oro de muchos vecinos. Por eso, Andrés ahora les da una nueva oportunidad. “Después de que se relajasen las medidas, ya se había enfriado la cosa y mucha gente lo dejó pasar”, cuenta a 65YMÁS.

La historia de esta iniciativa arranca con las habituales muestras de fotografía en Cantoria. “Siempre estamos liados con las exposiciones”, comenta Andrés. Los primeros en pasar por su cámara, casi por accidente y antes de que se les ocurriese la idea, fueron Pepe y Lola. Su hija preparó una sorpresa para celebrar sus 50 años juntos. Sin embargo, se olvidó de contratar a un fotógrafo: fue Andrés el que cubrió esa falta.

Después, al pensar sobre qué podría organizarse la exposición para el verano de este año, Lola comentó que estaba invitada a unas bodas de oro. Este fue el momento en el que decidieron que la recreación de fotografías de boda era la temática perfecta para una exposición permanente para decorar las paredes del recién inaugurado centro de participación activa. “Que mejor que esa generación que ha hecho tanto por nosotros”, reflexiona Andrés.

Desde Francia

Al tratarse de una exposición dentro del término municipal de Cantoria, incluye a varios núcleos. El éxito de la iniciativa ha hecho que, probablemente, se organicen dos exposiciones. “Yo creo que por el nivel de gente que se está apuntando vamos a hacer una exposición en Cantoria y otra en Almanzora”, explica Andrés.

No obstante, el radio de acción del proyecto es mucho mayor. Uno de los matrimonios que ya han confirmado su participación viene de Francia. “La pareja nació en Almanzora”, explica. Ahora, regresan a su pueblo natal desde el país vecino para revivir ese día tan especial que fue su boda.

Otra curiosa anécdota que ha dejado esta iniciativa se relaciona con un Citroën dos caballos restaurado. El matrimonio de Juan y Paqui se fue de luna de miel en él y, después de tanto tiempo, el mismo coche les acompaña en sus bodas de oro.

Hacer posible lo que no pudo ser

Muchas parejas no tuvieron la boda de sus sueños. La tradición hace cincuenta años no dejaba mucha opción, especialmente en los pueblos. “Era en el pueblo de la novia y en la iglesia”, explica Andrés. Algunas parejas incluso tenían que casarse en la sacristía, a puerta cerrada y sin vestido blanco, especialmente si la novia estaba embarazada.

Precisamente, uno de los primeros recuerdos de Andrés es la boda de su hermano. Su cuñada, en aquel momento, utilizó un vestido verde. “Esas parejas que tienen la cosita de que se casaron a escondidas tienen una nueva oportunidad”, indica.

También es una nueva oportunidad para aquellas personas que se han alejado de la religión. Si hace cinco décadas estaban obligadas a pasar por el altar, ahora pueden elegir otras ubicaciones y estilos de boda. Algunas eligen playas, lugares con significados especiales, otras deciden hacerlo en vaqueros…

Cincuenta años de recuerdos

“Quítame arrugas”, bromean cuando ven las fotos, según Andrés. Una vez pasa este primer momento, se emocionan pensando en todos los recuerdos y todo lo que han construido desde aquel momento cincuenta años atrás. Rememoran la ilusión de formar una familia con la que se casaron y recorren todo lo que ha cambiado en estos años, las preocupaciones nuevas que han surgido, la ilusión de tener salud…

Andrés lleva 18 años en el centro de Guadalinfo de Cantoria. No es la primera vez que trabaja con mayores, algo que, según cuenta, le apasiona: “Lo dan todo a cambio de nada”.