Los mayores, carne de cañón para los bulos sobre política y salud

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El 66% de las personas mayores detecta un aumento de los bulos tras la pandemia. Se trata de una de las principales conclusiones que refleja la investigación sobre Bulos y Desinformación. Cómo afectan a las personas mayores, que se ha presentado este miércoles 8 de noviembre en la sede de Por Talento Digital de Fundación ONCE en Madrid. El acto ha sido organizado por la agencia de noticias Servimedia (@Servimedia) y Estudio de Comunicación (@EstComunicacion).

 

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños; el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda; el consejero delegado de Estudio de Comunicación, Benito Berceruelo; y el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa

 

Miguel Carballeda, presidente del Grupo Social ONCE (@GrupoSocialONCE), abría el encuentro agradeciendo al ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, presente en el acto, que "siempre esté ahí cuando le llamamos". Del mismo modo, ha destacado el estudio presentado y su intención de ayudar a las personas mayores frente a los "engaños y las falsas noticias y los bulos".

"España es el país de la ONCE", añadió, y en este sentido señaló que la Fundación ONCE lleva "85 años luchando por la accesibilidad y la igualdad".

"Me parece un tema fundamental y esencial el que hoy se va a tratar aquí", destacaba al comienzo de la presentación el ministro en funciones de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (@felixbolanosg), reflexionando sobre el impacto que tiene la difusión de contenidos falsos en la sociedad, y en especial en los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, que suponen el 20% de la población. 

 

 

El ministro en funciones consideraba a su vez que se trata de un estudio "muy necesario". "La desinformación y los bulos son una amenaza para las sociedades democráticas, sin más. Y lo son porque erosionan a las instituciones y manipulan la opinión pública. Por eso hay que tomarlos en serio", ha defendido. 

Es por ello que ha considerado "imprescindible" contar con "herramientas y medios para poder discernir lo que es un bulo de una información", sobre todo en un momento como el actual en la que "recibimos más información que nunca, pero también sufrimos más bulos que nunca". 

En este sentido, ha hecho referencia a algunos de los acontecimientos que están teniendo lugar estos días, y cómo los bulos pueden llegar a representar "una amenaza para la democracia" al polarizar a los individuos, ya que considera que estos bulos "nunca son inocentes, siempre tienen una finalidad", que suele ser "denigrar a una persona, partido político, gobierno o empresa", e incluso "hacer dinero" con ellos. 

Uno de los efectos directos que tiene la desinformación es la "desconfianza y preocupación" que genera en la población, según ha destacado, poniendo en valor la "labor compartida" que deben tener medios de comunicación y responsables públicos para "minimizar lo que podamos esa sensación de vulnerabilidad que pueden tener las personas, particularmente los mayores". 

Una forma de combatir esta desinformación, señalaba, son los "datos oficiales, que pueden dar tranquilidad a la ciudadanía" y la "transparencia".

"Es imprescindible que sigamos trabajando en lo que se denomina la alfabetización mediática y digital, poder discernir donde están los bulos, dónde hay una información veraz", añadía. Destacaba así la importancia de que cada vez más personas mayores que se digitalizan y tienen acceso a medios de comunicación digitales y a las redes sociales, sin olvidar que "existen brechas" que es necesario reducir. 

De hecho, el informe Los sénior, un colectivo injustamente olvidado por las marcas, realizado conjuntamente por 65YMÁS y la compañía de medición Comscore, en colaboración con la consultora Comunicas, en el que se analizaron los hábitos, en este caso, de la población sénior y el poder que presenta este grupo dentro de la sociedad, reflejaba que, al contrario de lo que se piensa, se trata de un segmento de edad que ha realizado en su mayoría una rápida adaptación al mundo digital, lo que les hace conscientes de sus carencias formativas en términos de manejo de tecnología y ciberseguridad.  

Aumento de la cantidad de bulos

Seguidamente, Benito Berceruelo, consejero delegado de Estudio de Comunicación, expuso algunos de los principales datos y conclusiones extraídos del informe, que tenía como objetivo detectar el impacto que la desinformación tiene en las personas mayores, compartiendo "la preocupación de la sociedad de que la información tiene que ser veraz" y de que "los bulos normalmente son intencionados", tal y como manifiestan sus estudios realizados anteriormente, aseguraba. 

Se trata del tercer estudio que elaboran Estudio de Comunicación y Servimedia sobre bulos, en esta ocasión centrado en las personas mayores, en concreto en los mayores de 60 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En él han participado 309 personas de más de 60 años (y 54 de menos de 60 años), también personas que atienden a personas dependientes o personas mayores, "para ver si la opinión de ambos era coincidente o distinta", explicaba. De ellos, en torno al 49% eran hombres y el 48% mujeres (el 1,9% no identificaron su sexo). 

Berceruelo destacaba una primera conclusión que "coincide con los dos estudios anteriores, y es que todos los entrevistados consideran que los bulos son crecientes, que cada vez hay más bulos en la sociedad, que cada vez los medios de comunicación, los pseudo medios de comunicación, y las redes sociales difunden mentiras y falsedades con mayor frecuencia". En concreto, el 66% de los encuestados considera que la cantidad de bulos que hay hoy en día es mayor que antes de la pandemia.

Para las personas mayores, los principales responsables de la difusión de estos bulos es la población en general (42,1%), seguidos de los medios de comunicación (35,3%) y los políticos (11,8%). Destacan estos datos frente al estudio realizado en la población general en 2022, que señalaba como principales responsables también a la población general (47,4%), más que los mayores, y en menor medida los medios de comunicación (31,6%), y también por último los políticos (15,8%). 

 

 

Frente a estos resultados, Berceruelo destacaba el "reto de veracidad, de rigor y profesionalidad que la sociedad nos está reclamando cada día más". 

Otra de las conclusiones que se han sacado de este estudio, sobre la forma en que afectan estas falsedades en distintos ámbitos a las personas mayores, es que mayoritariamente generan "angustia, ansiedad y enfado". En concreto, los bulos que más generan estos sentimientos en las personas mayores son los políticos (63,3%), seguidos de los sociales (41,1%), los sanitarios (40,6%) y los económicos (24%). 

Comparan, a su vez, la percepción que tienen las personas convivientes sobre los mayores, reflejando que consideran que afectan en mayor medida de lo que ellos mismos dicen sentir. Además, el 56,3% de las personas de menos de 60 años que conviven con personas mayores consideran que estos difunden gran cantidad de bulos sin saberlo. 

 

 

"Realmente los bulos están impactando a la sociedad en su conjunto, y están generando una preocupación realmente alta", aseguraba Berceruelo. 

Los mayores piden "información y formación" para hacer frente a los bulos

Por último, ha tenido lugar una mesa redonda, moderada por José Manuel González Huesa, director general de Servimedia, en la que han participado diferentes expertos que han analizado los resultados expuestos previamente. 

 

 

José Luis Pareja, presidente de Lares (@Laresmayores), destacaba la "brecha importante de información" que hay en las personas mayores, especialmente en los mayores de 70 años, más que en los que tienen entre 60 y 65 años, ya que es "donde esa brecha sí se manifiesta". 

En este sentido, destacaba que si bien los medios de comunicación son los que más preocupan a las personas mayores como uno de los principales difusores de bulos, se debe a que "la información la reciben mayoritariamente por ahí, por eso estiman que el causante es el medio de comunicación, porque es quien la transmite, no porque desconfíen del mismo". 

Por su parte, Sabina Camacho, presidenta de CEOMA (@CEOMA_ong), ha resaltado la comparativa que refleja el estudio entre lo que piensan las personas mayores y la percepción que tienen los más jóvenes sobre ello. "Es totalmente dispar, hay unas desviaciones grandes", remarcaba, destacando en este sentido la importancia de que "se nos escuche a las personas mayores" y que "nadie hable por nosotros". 

Lázaro González, presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (@PlataformaPMP), ha señalado que "las personas mayores que queremos ser sujetos activos de la sociedad estamos muy perjudicados por los bulos". "En el fondo de los bulos, lo que hay es infundir miedo, porque el miedo permite manipular las emociones, esto es algo que queremos combatir", para que las personas "poco a poco entremos en esa sociedad digital que puede influir en nuestra calidad de vida". 

Igualmente, Inmaculada Ruiz, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (@MayoresUDP), coincidía en que las personas mayores de 70 años, en concreto, son "los más afectados" por los bulos. En este sentido, reclamaba la necesidad de "más información sana, información buena, información que nos llegue". 

Pilar García, presidenta de la Asociación Española de Fundaciones (@AEF_fundaciones), hacía referencia a su vez al aumento de longevidad y de esperanza de vida, y a la diferencia existente entre los mayores que viven en entornos diferentes y tienen formaciones culturales diferentes. "Esa diversidad, de alguna manera, se refleja en este resultado que dice que los medios de comunicación son los que más impactan en lo referente a los bulos a las personas mayores, porque es verdad, nosotros no somos nativos digitales, estamos intentando incorporarnos con un gran esfuerzo", explicaba. 

También destacaba la conclusión resultante del estudio que señala la diferencia de percepción en la forma en que los bulos afectan a las personas mayores por parte de estos y sus cuidadores, considerando que es "un tema importante a resaltar, porque cuando uno no es consciente del impacto que tiene para ti ese bulo, los medios que tienes para que te impacten menos no son los adecuados". 

Con todo, consideraba que tenemos "una tarea tremenda" para hacer frente a los bulos y la desinformación, destacando en esta línea a las asociaciones que trabajan con este objetivo. 

Desde UDP, Inmaculada Ruiz destacaba que lo más importante es "la información y la formación", algo en lo que coincidía la presidenta de CEOMA, Sabina Camacho. "A las personas mayores hay que empoderarlas, hay que participar y estar activamente, porque el hecho de cumplir años no significa que nos jubilemos de la vida, podemos seguir aportando mucho", señalaba. 

Del mismo modo, el presidente de la PMP, Lázaro González, consideraba necesario poner el foco en la prevención, fomentar la participación de las personas mayores en todos los ámbitos de la vida social y, también, la formación digital.

Las relaciones intergeneracionales es otro aspecto que ha destacado Camacho, especialmente por su labor para "evitar la discriminación por edad", aunque no ha coincidido en que las personas mayores sean quienes más transmiten los bulos. "Quien no se informa es quien lo reenvía", defendía, al igual que hacía el presidente de Lares, José Luis Pareja, que recordaba que "todos estamos sometidos al tema del bulo".