“Hoy solo te pido que no me grites, que no me insultes, que no me excluyas de las decisiones que me afectan… hoy te pido que me respetes. Por favor, respeta mis derechos”, así comienza un comunicado que el Colegio Oficial de Psicología de Ceuta ha remitido a la prensa local. No es una petición exagerada, todo lo contrario, refleja la terrible realidad que viven a diario muchos de nuestros mayores .
La OMS sostiene que una de cada seis personas mayores de 60 años sufre malos tratos en el mundo y el 33 % de los mayores que viven en residencias es víctima de abuso.
Es demoledor, pero es un problema que existe, que para demasiados mayores es una realidad cotidiana que, en algunos casos, parece haber empeorado durante la pandemia de covid-19. Así al menos lo denuncian Asociaciones de mayores y sindicatos, con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se celebra este martes 15 de junio.
Más de 30.000 mayores muertos
"La pandemia ha incrementado el maltrato hacia las personas mayores. Debemos recordar que los mayores, han sido los más vulnerables ante el virus y los que han pagado el mayor precio durante la pandemia: Solo en las residencias han muerto más de 30.000 mayores, desatendidos, olvidados, en la más absoluta soledad. El colectivo de mayores ha vivido durante esta pandemia un autentico genocidio, un hecho que todavía sigue sin tener ningún tipo de responsable político", se lamenta Anatolio Díez, Secretario general de UGT-UJP.
Anatolio Díaz, secretario general de UGT-UJP
En el mismo sentido, pero desde CCOO, su Secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados, Julián Gutiérrez, mantiene también que la situación ha empeorado durante la pandemia. "Claro que empeoró el maltrato a las personas mayores", asegura antes de denunciar los "fallos en el sistema de residencias que deberían tener un carácter sociosanitario, con más responsables en enfermería y medicina".
"Hay que combatir la discriminación del colectivo de mayores y eso pasa por dotar a estas persona de medios que las permitan y las animen a regir sus propias vidas el máximo tiempo posible". Unos medios que, para Gitiérrez, necesariamente pasan "por la seguridad económica, pero también por impulsar actitudes que animen sus relaciones interpersonales, que potencien el autocuidado y prepararles para desenvolverse con la mayor autonomía posible. Se trata de dotar de herramientas a las personas mayores para su empoderamiento, considerándolos no sólo beneficiarios de asistencia social sino sujetos de derecho. Se trata, en definitiva, de romper con las barreras jurídicas, institucionales y físicas que representen un menoscabo en la igualdad y calidad de vida en la vejez".
"Un maltrato exagerado"
El doctor Juan Manuel Martinez, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), también piensa que la lacra del maltrato a los mayores ha empeorado y lo ha hecho "por el desconocimiento, tanto de la sociedad como por algunos profesionales, de lo que era esta pandemia". Esta situación de desconocimiento ha creado, para el presidente de CEOMA, "una lógica tensión en la relación de las personas mayores, tanto con sus propios familiares como con los profesionales que les tratan en residencias, derivando en ocasiones hacia situaciones que podían entenderse como de maltrato. En el aspecto sanitario ha existido un maltrato absolutamente exagerado por la dificultad del uso de los recursos sanitarios para la atención de las personas mayores".
"Sin duda el problema del maltrato a los mayores durante la pandemia ha empeorado. Esta enfermedad ha producido efectos graves en las personas mayores y eso ha hecho que, en alguna medida, el resto de la sociedad y principalmente los más jóvenes, no se hayan sentido comprometidos con las medidas a adoptar, puesto que pensaban que nos les afectaba directamente", nos dice Santiago González Carrero, Presidente de la Asociación Grupo de Mayores Telefónica.
Santiago González Carrero, presidente de AGMT
En las residencias de mayores y en el abandono de los que viven en soledad centra su denuncia Marina Troncoso, Presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones y Federaciones de Alumnos y Exalumnos de los Programas Universitarios de Mayores (CAUMAS). "A raíz de la pandemia se comprobó que las personas mayores, en la mayoría de residencias, recibían un trato inhumano, sin respetar su dignidad, sin atender sus necesidades y sus derechos individuales; y aquellas que vivían solas, estaban en un estado de abandono total, de falta de atención por parte de las instituciones. La pandemia provocó que saliera a la luz esa vergonzosa situación, que, quiero creer, se ha frenado y a la que se está intentando poner remedio con nuevas normativas", asegura.
Desde la Confederación Nacional de Jubilados y Pensionistas de España (CONJUPES), su presidente, Vicente Sanz Fernández, nos aclara que si bien "el maltrato a los mayores existe", por el momento "no disponemos de datos suficientes para saber si se estamos mejor o peor en el tema del maltrato durante la pandemia porque uno de los más graves perjuicios derivados de la enfermedad para el movimiento asociativo de los mayores, un auténtico rejón de castigo, fue no tener oportunidad de reunirnos y mantener el más mínimo contacto presencial que es fundamental para nuestra labor y también para la detección de casos de maltrato, algo que se complica tremendamente cuando el contacto se realiza por vía telemática".
"Hemos sido victimas de un genocidio"
Por su parte, el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán, ha señalado que las personas mayores que están en residencias han sido las "principales víctimas de violación de derechos humanos" durante la pandemia y ha llamado a cambiar el modelo de estos centros. Beltrán ha analizado la gestión de la pandemia por parte del Gobierno y a su juicio, lo que "no hizo bien" el equipo de Pedro Sánchez, especialmente entre los meses de marzo y junio de 2020, es no "proteger bien a los sanitarios" mientras que en las residencias hubo "falta de derivación de gente a los hospitales".
Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España
En CCOO no tienen dudas a este respecto. "Se violaron claramente sus derechos humanos y también se les discrimina y en muchas ocasiones se les maltrata con palabras o actuaciones de intimidación o humillación, así como de aislamiento familiar o social, desprecios personales, gritos, insultos... que buscan y desencadenan en la persona mayor sensación de malestar, estrés, angustia, estado de irritación o dolor emocional".
Por su parte, el responsable de UJP-UGT mantiene que "los mayores hemos sido victimas de un genocidio, hemos sido tratados como elementos inservibles, como productos con fecha de caducidad, fecha que nos marcaron a fuego cuando tomaron la decisión política de variar los triajes, decidiendo que las personas mayores no teníamos los mismos derechos de atención sanitaria que el resto de los ciudadanos".
"Edadismo de libro"
"Sin duda alguna, es maltrato, edadismo de libro", asegura Julián Gutiérrez antes de aclarar: "Ahora bien, quiero hacer una aclaración que considero importante, nosotros jamás cargaremos esa responsabilidad a los trabajadores de la salud que han sido héroes siempre en la primera línea de batalla, que han tenido la responsabilidad, una vez más en absoluta soledad y falta de previsión, de acometer una crisis sanitaria como la que estamos viviendo con escasos medios tanto técnicos, de seguridad y humanos, debemos recordar que después de nuestro colectivo de mayores son ellos los más perjudicados por la pandemia".
Julián Gutiérrez, secretario general de la Federación de Pensionistas de CC.OO
"Toda la responsabilidad nace de quienes deben de tomar las decisiones, es decir, nace de las administraciones del estado, que son quienes han tomado las diferentes decisiones políticas que nos han llevado a esta situación absolutamente lamentable de violación de los derechos humanos de todos los que pertenecemos al colectivo de mayores", denuncian desde UGT antes de adelantar que "se actuó de forma absolutamente irresponsable y en nuestro sindicato, la UJP-UGT, no pararemos hasta que se abra una comisión de investigación parlamentaria y se señale a los responsables políticos de tamaña irresponsabilidad. No pueden quedar impunes", concluye Anatolio Díez.
"Si nos atenemos a la definición de violación de los derechos humanos, posiblemente sí haya existido, obviamente, porque no se han utilizado los recursos adeduados ante la situación de extrema necesidad motivada por la infección del covid-19. No había recursos. En este sentido sí puede decirse que se han violado los derechos humanos de los mayores residentes porque deben ser respetados siempre", explica el doctor Juan Manuel Martinez.
"Creo que es maltrato y vulneración de derechos fundamentales. Al no estar protocolizadas ni previstas las actuaciones a seguir, se han violado estos derechos. En cualquier caso, esta pandemia no desaparecerá hasta que no lo haga el problema del covid en el mundo y también hay que tener en cuenta que en el futuro podemos tener más pandemias y por tanto deberán estar protocolizadas las actuaciones a seguir para evitar que se produzcan estas violaciones de los derechos humanos", advierte el presidente de CEOMA.
"Violación de los derechos humanos y maltrato"
Desde CCOO, Julián Gutiérrez explica que "el debate sobre la discriminación a las personas mayores empieza a cobrar una mayor relevancia pública al conocer las dramáticas consecuencias que tienen para ellos, para las familias y la sociedad en general, los fallecimientos registrados en residencias. Lamentamos que estas personas, quedasen desasistidas de su derecho a ser atendidas en un centro hospitalario".
El presidente de Mayores Telefónica plantea, en la misma línea, que "las residencias no estaban preparadas para una pandemia como la sufrida. No son hospitales y las posibilidades de contagio eran enormes, con lo que la gente ha enfermado y muerto de forma masiva y cruel. No me imagino el terror y la impotencia por los que han pasado esas personas. No se merecían la falta de respuesta que han tenido a su situación".
"Tengo la impresión que en muchas ocasiones ha primado ofrecer atención médica a las personas con mayor fortaleza física y posibilidades de curación, dejando a su suerte a las más vulnerables. Con otras sensibilidades, se podrían haber evitado muchos miles de fallecimientos, que además se han producido en una insufrible soledad, sin contacto con sus seres queridos", se lamenta Santiago González Carrero.
Y desde CAUMAS, para Marina Troncoso existió violación de los derechos humanos, "sin duda alguna. Las imágenes de maltrato y dejadez en el cuidado de las personas mayores que se vieron, se pueden de denominar 'violación de los derechos humanos y maltrato' de aquellas personas; aunque no ha sido así con todos los mayores, pero han sido muchísimas las denuncias de familiares al comprobar el mal estado de las personas cuyo cuidado y responsabilidad recaían en el personal de las residencias".
"Cuando la falta de asistencia médica, como es el no enviarlos a los hospitales, está motivada por la edad, es una violación del derecho fundamental a la asistencia sanitaria que tienen todas las personas, sea cual sea su edad. En este caso con el agravante de que las personas mayores eran las que tenían mayor riesgo de mortalidad por Covid-19 y por tanto deberían haber sido las preferentes en la atención médica y no al contrario", concluye la presidenta de CAUMAS.
Marina Troncoso, presidenta de CAUMAS
"Totalmente de acuerdo" se declara Vicente Sanz y también mantiene que "hubo violación de derechos humanos porque una persona por el hecho de ser mayor no deja de ser persona con derecho a que un médico la vea, la valores y la brinde todas las oportunidades que el Sistema Sanitario ofrece como a cualquier otra persona".
Un sistema de residencias obsoleto
Todo lo anterior ha hecho que lo que no hace tanto era la exigencia de algunos se haya convertido ya en un clamor social para cambiar el modelo de residencias en España. "Ya es absolutamente inaplazable. Aún se siguen haciendo las cosas con un sistema que ya está totalmente obsoleto. Tenemos que ir a unidades convivenciales que se asemejen lo más posible al domicilio anterior de la persona mayor que tiene como nuevo domicilio la residencia. Y también tenemos que avanzar en el camino de que los servicios vayan dirigidos a la atención de las personas. No se trata de que sea la persona la que tenga que ir al servicio sino de que el servicio esté diseñado para el cuidado directo y la atención del mayor. Este es el necesario futuro de este tipo de recursos que debe dar la ley de promoción de la autonomía personal y atención a la dependencia y los servicios sociales, siempre coordinados con los servicios sanitarios", explica con contundencia el presidente de CEOMA.
Juan Manuel Martínez, presidente de CEOMA
"Siempre hemos defendido el Estado de Bienestar, el pacto social que nos ha servido para mejorar la vida de los más necesitados, y este pacto social se debe construir desde la defensa, la reivindicación de lo público, la salud, la educación o las políticas sociales. Son elementos que no pueden estar gestionados por manos privadas, cuyo único fin es buscar en forma de beneficios el retorno que han hecho con sus inversiones. La pandemia es una prueba más de este error", concluye Anatolio Díez.
También de acuerdo con lo expuesto, desde CCOO, Julian Gutiérrez nos recuerda que "no se debe pasar por alto que el sector residencial está altamente privatizado. A excepción de Extremadura y Canarias, el número de plazas residenciales del sector privado superan ampliamente al de las públicas. En Cantabria, el 86% de las plazas son privadas, en la Comunidad Valenciana, el 80%. Canarias, Melilla y Extremadura, a pesar de ser las comunidades autónomas con mayor porcentaje de plazas públicas, éstas apenas representan el 55% y un 60%. Hay que poner más medios para que las residencias sean seguras, se atienda a los usuarios y que no se vean las plazas residenciales solo como un negocio", explica antes de añadir que "no podemos olvidar también que los trabajadores/as de las residencias tienen contratos muy precarios y eso repercute en la atención a los residentes".
Asistencia que evite el maltrato
"El cambio de modelo de residencias debería estar ya implementado, es inaceptable que no se esté exigiendo ya desde las administraciones autonómicas, que son las responsables del control y funcionamiento de las residencias, una asistencia que evite el maltrato", nos explica Marina Troncoso para quien "la línea maestra a seguir debe ser el respeto a la dignidad de la persona mayor, hay que trabajar para que tenga calidad de vida, respetando sus deseos, independencia y características".
Sobre este tema, el presidente de Mayores Telefónica opina que "el modelo de residencias debe modificarse hacia una atención más personal y sobre todo, a procurar que los residentes mantengan un formato de vida más semejante a la que tenían en sus domicilios. En mi opinión, deberían ser más parecidas a Centros Ocupacionales, en los que poder seguir desarrollando un modus vivendi pleno, participativo y con una mayor autonomía".
Vicente Sanz, presidente de CONJUPES
Por su parte, Vicentes Sanz distingue entre dos tipos de residencias. "Uno sería el de los que se denominan centros sociosanitarios y que de sociosanitarios no tienen nada. Hasta un 80 % de las personas que están ingresadas en determinadas residencias son residentes con una situación de dependencia grave o muy grave que necesitan unos cuidados y una atención en la que la función social es muy importante, pero la función sanitaria es tan importante o más por lo que el personal sanitario debería tener mayor presencia en el centro".
Para el presidente de CONJUPES, el otro tipo de residencia es "al que acude gente que no requiere de especiales cuidados, que se vale por sí mismo pero a la que le incomoda, por ejemplo, poner una lavadora o planchar, y se reciben unos cuidados diferentes que se adecúan a sus necesidades. En cualquier caso, la atención debe ser profesionalizada, pero siempre respetando la individualidad y la singularidad de cada residente. No por estar en una residencia se tiene que estar etiquetado".
En cualquier caso, concluye, "las residencias hay que modificarlas absolutamente. Están en manos de gente que tiene la cualificación que le demandan, pero esa cualificación solicitada debería ser mayor, más profunda. Hay que profesionalizar las residencias mucho más de lo que están en todo, en el personal, la metodología, los cuidados, los protocolos... hasta cambiar la propia arquitectura de los centros. Nuestras residencias están muy desfasadas".
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.