Escuchar el sonido del torno o el ruido de los aspiradores cuando uno está en la sala de espera del dentista, ese característico olor de los productos de higiene que tienen las clínicas, pensar en las agujas, en la camilla y en la cuenta… es inevitable que nos genere cierta inquietud y nerviosismo. En muchos casos, es más que eso, se trata de miedo.
Un miedo que afecta más a los más mayores. El motivo hay que buscarlo en una cultura tradicional que asocia el dentista con el dolor. Mientras que los más jóvenes comienzan a asociar el dentista con la salud y una sonrisa bonita, sobre los sénior aún pesa la cultura popular y algunas prácticas hoy ya superadas.
Miedo al dolor y a las agujas
El 20% de la población sénior asegura tener miedo a ir al dentista principalmente por el dolor que les produce (89%), teniendo también miedo a las agujas (76%), la incomodidad (70%), las facturas económicas (73%), las infecciones (58%) y la anestesia (52%). En cuanto a los tratamientos más temidos por los seniors, destaca la implantología y prótesis dentales (53%), seguido de las endodoncias (20%). Y, en menor medida, también temen la ortodoncia (12%), las limpiezas bucales (9%) y la periodoncia (6%). Estos son algunas de las principales conclusiones extraídas de una encuesta realizada a nivel nacional por Vitaldent.
“A partir de los 55 años hay más propensión a tener caries, y enfermedades e infecciones como la gingivitis y periodontitis, y por ello es vital acudir a revisión”, explica Gustavo Camañas, coordinador de Odontología General de Vitaldent. “Somos conscientes de que este miedo al dentista puede provocar nerviosismo, ansiedad e incluso llegar a ser la causa de que el paciente retrase o cancele su cita con el especialista, descuidando su salud bucodental. Por eso, en nuestras clínicas además de contar con muy buenas instalaciones y equipamientos, contamos con excelentes equipos asistenciales que, por su profesionalidad, inspiran confianza en los pacientes”, añade.
Nerviosismo en la sala de espera y fuera de la clínica
Por otro lado, el 32% asegura sentir nerviosismo o inquietud cuando acuden al dentista, siendo de nuevo el dolor lo que más nerviosismo les produce (83%); mientras que el 14% de los séniors afirma que la sala de espera del dentista les produce temor o tensión. De éstos, 8 de cada 10 afirman que se debe principalmente al olor de productos de higiene característico de las clínicas, mientras que el 88% aseguran que les incomoda escuchar de fondo el ruido de aspiradores y otros materiales cuando están en la sala de espera.
Una vez fuera de la consulta dental, el miedo tampoco desaparece del todo. En este sentido, los séniors encuestados afirman sentir nerviosismo (25%) o tener miedo a la evolución del tratamiento en casa (16%). Esto se debe, principalmente, a la preocupación por que no haya salido bien el tratamiento o la intervención (85% en el caso de aquellos pacientes que sienten nerviosismo, y 92% en aquellos que sienten miedo), sentir dolor (84% y 94%, respectivamente) que sea necesario retocar algo (85%, 88%) y tener que realizar pagos adicionales (72%, 68%).
La COVID-19 aumenta los temores
Además de los miedos generales por parte de la población sénior, la pandemia también ha sido un factor detonante para muchos españoles. Así, un 20% de los séniors españoles (55-70 años) declara no haber acudido al dentista tras el confinamiento por miedo a un posible contagio de COVID-19. En este sentido, entre los encuestados que no acuden al dentista por temor a un posible contagio, el estudio revela que las principales razones son la desconfianza en los protocolos de limpieza y la cercanía doctor-paciente durante los tratamientos (51%). En cuanto a la parte de la visita que más inquietud les producía destacan los tratamientos realizados en el gabinete del dentista (76%), seguidos de la sala de espera (21%) y, en menor medida, la recepción (3%).
“En una época en la que cuidar de nuestra salud es más importante que nunca, debemos recordar que acudir a la consulta dental es un aspecto clave a la hora de prevenir enfermedades bucales que pueden llegar a derivar en otras más graves” explica el doctor Camañas. Y es que, numerosos expertos y estudios señalan que existe una estrecha vinculación entre salud bucodental y salud general. “Desde Vitaldent somos conscientes de la importancia que, ahora más que nunca, tiene garantizar la máxima seguridad y protección de pacientes y equipos de clínica. Por eso, si los protocolos de seguridad e higiene con los que siempre hemos trabajado ya eran exigentes antes de esta pandemia, la COVID-19 ha hecho que los reforcemos aún más en nuestras clínicas tanto a través de los Equipos de Protección Individual (EPIS), como con aquellas barreras o elementos físicos y ambientales que minimicen el riesgo de contagio y garanticen la seguridad de todos”, insiste.
La información, clave para combatir el miedo
El 72% de los séniors que aseguran que sienten miedo declara que les reconfortaría recibir más información por parte del doctor, higienista o auxiliar sobre el tratamiento o el nivel de dolor o molestia que van a experimentar; aumentando este porcentaje hasta el 86% entre los encuestados que declaran sentir inquietud o nerviosismo en la sala del dentista, indicando también que les gustaría recibir más información y tranquilidad por parte del doctor o auxiliares.
“Explicar de forma clara y paciente el diagnóstico y el tratamiento propuesto tras el mismo es fundamental para tranquilizar al paciente y mitigar todos esos miedos que pueden surgir durante su visita”, explica el doctor Camañas. “Desde que entras siempre podrás disponer de toda la información que necesites acerca de tu diagnóstico, tratamiento, presupuesto y posibilidades de financiación”.
La encuesta se ha realizado en el marco de la campaña ‘Pierde el Miedo’, con la que Vitandent busca averiguar las razones por la que la población teme acudir a la consulta dental y combatirlas para que los españoles cuiden su salud bucodental con tranquilidad.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.