La Covid-19 deja dramáticas consecuencias para el colectivo de personas mayores, en especial, para las personas de más edad y usuarias de las residencias de personas de mayores, cuyo impacto y letalidad se ha cebado con ellas. La Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) considera que, aunque en su nuevo informe no se recogen aspectos directamente relacionados con la letalidad de la Covid-19, es necesario incidir en que el mayor impacto de la Covid-19 es la muerte de miles de personas mayores –muchas de ellas evitables– en las residencias por falta de protocolos claros y recursos de protección frente a los contagios, tanto para el personal profesional como para las personas usuarias en estos centros. La Justicia debe depurar responsabilidades con el objetivo de garantizar la calidad de la atención en las residencias y los derechos de las personas mayores durante la pandemia. Asimismo, consideran necesario desarrollar mecanismos de mejora con evaluaciones periódicas para evitar que esto pueda repetirse en el futuro.
A pesar del buen ritmo de la vacunación y la reducción de los síntomas, estos siguen afectando especialmente a las personas de más edad. Inmersos en la quinta ola de la COVID-19, se refleja con dureza la persistencia de los contagios en las residencias, con una multiplicación de los contagios y un aumento del número de defunciones respecto a meses anteriores.
Relaciones sociales y asistencia sanitaria: dos pilares del bienestar de los mayores
Las relaciones sociales y la asistencia sanitaria representan dos pilares del bienestar de las personas mayores. La pandemia ha supuesto la drástica reducción de las relaciones sociales, así como la interrupción de muchos servicios presenciales de atención primaria y personalizada, como la asistencia primaria, la asistencia a domicilio y los centros de personas mayores.
Es por ello, que el nuevo informe realizado por Simple Lógica Investigación para la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España recoge la opinión de 472 personas de más de 65 años, sobre cómo se han visto afectadas por alguna de esas circunstancias, cuál ha sido su impacto en la salud propia, cómo valoran la respuesta de las administraciones y cuáles son las principales carencias que han encontrado en esa respuesta. Además, recoge sus principales reivindicaciones para la mejora de los problemas originados por la pandemia.
En 2021 el Barómetro de Mayores UDP cuenta con la financiación procedente de la subvención del 0,7% del IRPF 2020 de Otros Fines de Interés Social, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Convocatoria posible gracias a la solidaridad de las personas contribuyentes que cada año marcan en su declaración de la renta la casilla de Actividades de Interés General consideradas de Interés Social, la X Solidaria.
Ese impacto ha provocado en su mayoría la reducción de relaciones sociales con amistades (79,7%) y familiares (71,9%), representando que el mayor impacto de la pandemia se produce en el ámbito social.
Asimismo, durante la pandemia, el 40,8% de las personas encuestadas asegura que las citas médicas se han suspendido o reducido. El 12,6% indica que tuvieron que suspender o reducir tratamientos, el 8,1% tuvo que suspender o aplazar una operación o intervención quirúrgica y el 2,2% que se suspendió o redujo su ayuda domiciliaria. Una incidencia minoritaria en los últimos tres casos, pero relacionados con la prestación de servicios sanitarios de gran repercusión para la salud de las Personas Mayores.
Consecuencias negativas para la salud de las personas mayores
La suspensión o aplazamiento de una operación es la consecuencia que más negativamente ha afectado a la salud de las personas mayores: el 35,3% asegura que ha empeorado bastante o mucho.
La suspensión o reducción de tratamientos (20,1%), la reducción de relación con familiares (20,0%), con amistades (19,4%), la suspensión o reducción de citas médicas (17,2%) y de ayudas domiciliarias (13,8%), también son señaladas como consecuencias negativas que afectan a su salud.
En este sentido, los resultados del informe establece los perfiles de personas mayores cuya salud ha empeorado en mayor medida como consecuencia de tener menos relaciones familiares, menos relaciones con amigos y menos citas médicas: mujeres, de quienes tienen menor nivel de estudios, de quienes tienen una capacidad de gasto insuficiente o equilibrada y de quienes viven en grandes ciudades, en mayor medida que su perfil opuesto; hombres, más estudios, alta capacidad de gasto y municipios de menos población.
"Aunque las situaciones se pueden producir en diferentes perfiles, las consecuencias negativas de la salud siempre afectan a un perfil muy similar, que además coincide con algunas características directamente relacionadas con situaciones de vulnerabilidad, destaca UDP.
Respuesta de las administraciones y principales carencias
Representan un 86,3% los mayores que han acudido durante la pandemia a su ambulatorio o centro de salud, porcentaje claramente mayoritario seguido por aquellas personas que afirman acudir al ayuntamiento de su localidad (58,5%). Sin embargo, al referirse al servicio de asistencia sanitaria, o a las asociaciones y ONG, solo el 13,5% y el 16,8% de las personas encuestadas manifiestan haber acudido a cada una de ellas, respectivamente.
Entre quienes acudieron a cada una de estas entidades, servicios u organismos, el nivel de satisfacción con las medidas adoptadas, la respuesta, medidas y soluciones adoptadas frente a la pandemia, el porcentaje de personas usuarias satisfechas o bastante satisfechas, es mayoritario: el 63,3% de las personas encuestadas se muestra bastante satisfechas o satisfechas, frente a un 36,7% que se muestran nada o poco satisfechas con las soluciones y medidas ofrecidas.
Entre aquellas personas que se mostraron insatisfechas con las medidas adoptadas por su ayuntamiento, los principales motivos tienen que ver con la atención a la ciudadanía y señalan la necesidad de mejorar la atención y la información que proporcionan, la escucha y la necesidad de recibir una información más clara. El 20,9% señala explícitamente la necesidad de ampliar o mejorar los mecanismos de atención presencial, dejando constancia de la necesidad concreta que tienen las Personas Mayores.
En los centros de salud o ambulatorios, el consenso mayoritario se centra en la ampliación (y/o recuperación) de las citas presenciales (59,7%). Así, seis de cada diez personas mayores ponen de manifiesto en sus respuestas la necesidad del contacto personal para mantener la calidad de su asistencia sanitaria. El 20,3% alude a mejorar la calidad de la atención recibida. A estas menciones les siguen otras que tienen que ver con la necesidad de ampliar todo tipo de personal sanitario y otras sobre la necesidad específica de acortar los plazos de las citas.
Las alusiones de las personas insatisfechas con el Servicio de Asistencia Domiciliaria, se refieren al plazo de concesión y a la ampliación. Mientras aquellas insatisfechas con las asociaciones privadas, señalan algunos aspectos como la corrupción, la falta de eficacia o la desinformación.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.