El Reglamento General de Circulación se volverá a actualizar a mediados de 2023 para incluir nuevas señales de tráfico y marcas viales. Las nuevas señales han sido elaboradas por organismos como los ministerios de Transportes e Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT), y entre las novedades se encuentra una que indica “peligro por la proximidad de un lugar frecuentado por personas mayores, como un centro dedicado a la tercera edad, una residencia, etc”.
La figura que se ha elegido para representar este peligro es una mujer mayor encorvada con un bastón agarrada de un hombre que le ayuda a cruzar el paso de peatones. Esta imagen no ha gustado nada a las asociaciones de mayores que día a día luchan para erradicar el edadismo tan presente en la sociedad: “No representa a todos los mayores. Se da una visión del mayor, o en este caso del anciano casi impedido, súper dependiente, que interfiere con el tráfico y que hay que tener cuidado con ellos porque son un peligro, y eso es un poco feo”, nos cuenta a 65YMÁS, Inocente Gómez, presidente de Secot.
En la misma línea se sitúa Josep Carné (Fatec): “No me gusta porque estamos luchando contra el edadismo y esto tiene el efecto contrario. Parece que porque somos mayores tenemos que tener una señal especial”, lamenta el presidente de la asociación.
Carné no ve con buenos ojos que se señalice como “peligroso” las residencias o centros de mayores: “Además, la imagen me da pena porque representa a una persona vieja con bastón y los mayores somos un grupo heterogéneo. Hay personas que se encuentran perfectamente independientemente de la edad que tengan”, recuerda.
Señal propuesta por los ministerios de Transportes e Interior y la Dirección General de Tráfico
También Patricia Fernández, coordinadora de la PMP, ha querido dar su opinión al respecto: "Si bien estamos de acuerdo con la adopción de medidas centradas en la prevención de accidentes, lamentamos la elección de la gráfica empleada, pues creemos que hay que romper con estereotipos edadistas y avanzar en un enfoque de envejecimiento activo y saludable en relación a la percepción e imagen social de las personas mayores, máxime desde las Administraciones Públicas".
Tampoco, Adela Cabezas, presidenta de CONJUPES, está satisfecha con esta señal: "Indignación total. Me parece ningunearnos de manera mayúscula. Representarnos con dos bastones nos hace parecer a todos los mayores inválidos y no es así. Yo creo que no necesitamos señales de este tipo, con los semáforos por colores me parece suficiente".
Una señal alternativa
Las asociaciones coinciden en que no es mala idea incorporar una señal que avise de la proximidad a un centro de mayores o una residencia, pero no de esa manera: “Si los gobernantes siguen visualizándonos como personas inválidas y disminuidas, ¿qué podemos esperar?”, se lamenta Santiago G. Guerrero, de la asociación Grupo de Mayores Telefónica.
Guerrero considera que la señal es una falta de respeto a los mayores: “¿Pero no se había concertado con la Administración que la forma de representar a los mayores en señales de todo tipo, era con la silueta de un busto de persona y una alusión encima de + 65?”, se pregunta.
Esa señal alternativa es una de las propuestas de CEOMA, tal y como nos cuenta su Director Gerente, Javier García: “El Foro Lidea al que pertenecemos junto con CEAPAT diseñamos un logo que fuera más acorde con los mayores: una cabeza y un cuerpo y al lado el +65. Creemos que de esta manera los conductores lo identificarían y serían más respetuosos. O al igual que se hace para señalizar a los hospitales: un ‘R’ de residencia o incluso respeto y el +65”.
Señal propuesta por CEOMA
Y es que García cree, al igual que sus compañeros, que la señal no se corresponde con la realidad “aunque entendemos lo que quiere transmitir la señal: que hay que tener cuidado porque puede personas con dificultades en la movilidad”, comenta.
“Si pones a alguien con un bastón y agarrado del brazo de alguien entendemos que hay una dificultad de movilidad, pero claro, creo que no representa lo que debería de ser: que hay que circular con cuidado para respetar que en los alrededores puede haber personas de edad avanzada moviéndose, lo que puede hacer que vayan más lentas o que tengan dificultades de audición, pero nada más que eso. Entonces, la imagen que proyecta, nos parece negativa y no se corresponde”, sentencia el Director Gerente de CEOMA. Además, desde esta asociación creen que también es importante formar a los mayores, y por esto están colaborando con el Ayuntamiento de Madrid y la Policía Municipal para evitar que se produzcan accidentes.
Lo mismo creen desde Confemac: “Nos parece una señal innecesaria, que parte de una motivación de sobreprotección, además de comparar a los mayores con los niños. Una cosa es el riesgo que tiene un niño, que es más imprevisible porque puede salir corriendo, y entonces la señal tiene sentido. Pero en este caso, no es que nos parezca mejor o peor, es que no es necesaria, porque los mayores no van corriendo como los niños, y pueden estar en cualquier sitio”, asegura Vicente Pérez, presidente de la asociación.
Desde Confemac también proponen una alternativa, “más soportable”: una casa con el signo +65. La asociación ha aprovechado para preguntar a las personas más cercanas qué les parece la señal, y todos coinciden en que hay otras maneras de señalizar las residencias o centros de día.
Queda claro que los mayores no ven con buenos ojos la nueva señal que los representa como un peligro para la circulación vial y que no se corresponde con la realidad. Ahora cabe preguntarse, ¿estamos a tiempo de escuchar sus peticiones y modificar la señal?
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.