Sociedad

La cooperación intergeneracional, "una herramienta muy potente para luchar contra el edadismo”

Laura Moro / María Bonillo

Foto: Bigstock

Sábado 29 de abril de 2023

20 minutos

“Las personas mayores suelen padecer los mismos estigmas que los jóvenes”

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Sábado 29 de abril de 2023

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65YMÁS, un ejemplo de organización intergeneracional

 

La solidaridad intergeneracional ha demostrado ser un elemento clave para el desarrollo económico y social, que permite que las personas de diferentes edades se enriquezcan unas a otras, logrando una sociedad inclusiva y para todas las edades. Es por ello que, en el marco del Día de la Solidaridad Intergeneracional, que se celebra este sábado 29 de abril, mayores y jóvenes han coincidido en la importancia de impulsar y reconocer el valor "decisivo", a nivel familiar como de sociedad, de esta solidaridad y cooperación entre diferentes generaciones, ya que "estamos hablando de un requisito indispensable para la cohesión social". 

Y es que en la medida en que nos abrimos, nos enriquecemos con la otra parte, consiguiendo una sociedad más cohesionada, menos individualista, más solidaria, con más bienestar social y mejor calidad de vida, en la que unos cubran los huecos o los fallos que puedan tener otros. Así como personas con unas "vivencias más ricas, más positivas, universales y plurales", señala a 65YMÁS en este sentido Vicente Pérez Cano, director de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC). "Lo contrario es un empobrecimiento, que es la tendencia habitual de la sociedad desde hace ya bastantes años", lamenta. 

La cooperación entre generaciones ayuda a "eliminar los edadismos, lo cual repercute directamente sobre la salud, impactando incluso sobre la esperanza de vida y previniendo situaciones como la soledad no deseada", señalan desde la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP). "Esto permite combatir las desigualdades en todas las etapas de la vida, asegurando la realización, la participación y la dignidad de las personas", ya que "cuando se niega a las personas mayores la posibilidad de ser escuchadas o cuando se excluye a las personas jóvenes de las decisiones sobre sus propias vidas, el conjunto de la sociedad pierde".

El aumento de la esperanza de vida y el cambio demográfico provocan que la intergeneracionalidad sea "una necesidad", aseguran desde la PMP, ya que "vivimos en sociedades en las que cohabitan entre cuatro y cinco generaciones distintas, algo que, lejos de ser un problema, representa una gran oportunidad con demostrados beneficios sociales y económicos". Pero, ¿qué es exactamente lo que pueden aportarse entre ellas las distintas generaciones de jóvenes y mayores?

Mayores y jóvenes: cooperación intergeneracional. Foto: Bigstock

Lo que pueden aportar los mayores a los jóvenes

Las personas mayores sin duda tienen mucho que aportar a las generaciones más jóvenes, debido a su gran experiencia de vida. No solo permite "satisfacer necesidades compartidas, como pueden ser la educación, la transmisión de valores culturales, normas sociales, historia, identidad o costumbres", sino que los jóvenes pueden "recibir cuidados, adquirir una identidad cultural y familiar", explican desde la PMP. 

También su memoria y sabiduría, señala Adela Cabezas, presidenta de la Confederación Nacional de Jubilados y Pensionistas de España (Conjupes), así como de sus errores, añade la presidenta de CAUMAS (Confederación estatal de asociaciones y federaciones de alumnos y exalumnos de los programas universitarios de mayoresMarina Troncoso.

"Hay un valor adicional a la que hay en la sociedad en la confianza y en el aprendizaje entre generaciones", señala a su vez Inocente Gómez, presidente de SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica). Esto favorece que los mayores puedan transmitir a los más jóvenes su punto de vista, a veces "más sereno", y destacar "lo que ellos ven que es más importante o menos importante en la vida", al tiempo que aportan "su motivación, y ayudan a perder el miedo al fracaso y a la frustración", añade Vicente. 

Es algo en lo que coincide Ada Santana Aguilera, presidenta de la Federación Mujeres Jóvenes, quien indica que "conocer su experiencia y los pasos que han dado nos sirven a nosotras para saber por dónde tirar, por dónde no tirar, y aprender de ellos. Nos sirven como referencia y como guía en ese camino". Un ejemplo de ello es el movimiento feminista, señala, destacando la gran importancia de las alianzas intergeneracionales, "porque conocer la lucha de las mujeres más mayores, que comenzaron siendo jóvenes, saber cómo ellas lo enfrentaron y sus conquistas, nos ayuda a nosotras a avanzar en esas conquistas que aún están pendientes, y nos va a aportar mucho para saber cómo debemos de continuar nosotras". 

"Amor", "los valores", "una correcta moral" y la oportunidad de "conocer cómo fue el pasado, donde todo era muy diferente", añade también desde Jóvenes Solidarios Joan, de 19 años, quien asegura que los mayores "tienen mucho que aportar a la sociedad en general, y en especial a los jóvenes". 

"Tenemos que seguir recordando que la generación de nuestros abuelos no solo ha sacado adelante sus propias vidas, también las nuestras y la de nuestros padres. Todavía tenemos mucho que aprender de ellas, sus conquistas, sus luchas y todas sus vivencias en una época donde el bienestar social no estaba garantizado", señalan a su vez desde el Consejo de la Juventud de España (CJE). "Obviamente, muchos de los problemas que sufrieron ya están superados, en su mayoría, pero junto a ellas todas las personas jóvenes podremos hacer frente y liderar los problemas estructurales que desgraciadamente ahogan a nuestra generación, no repitiendo los errores del pasado y mirando al futuro construyendo un presente mejor. Casualmente, las personas mayores suelen padecer los mismos estigmas que las personas jóvenes, su opinión no suele tenerse en cuenta y se menosprecia su capacidad". 

Fermín Albaladejo, presidente de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE), pone el foco en el terreno de la creación de empresas y el emprendimiento en España, señalando que, en este caso, "está claro que los mayores aportan experiencia. Sabemos que la forma en la que se crean las empresas ha cambiado mucho en los últimos años, las nuevas tecnologías, han supuesto un giro de 180 grados, y aunque nuestros jóvenes son innovadores a la hora de emprender, aquellos que crearon sus empresas hace 30 o 40 años consiguieron crear una gran riqueza y competitividad en España, y son el ejemplo que hoy los jóvenes siguen a la hora de crear su propio negocio". 

Es por ello que considera que, a la hora de emprender, uno de los puntos fundamentales es "observar todo aquello que te rodea y nutrirte de aquellos que empezaron antes que tú, que tienen verdaderas historias y experiencia que contar, y esas vivencias nos las dan nuestros mayores. Podemos decir que hoy España es un país favorable para el emprendimiento, porque hace años hubo valientes que se atrevieron a crear empresa en este país y a mejorar el entorno en el que hoy se desarrollan nuestros negocios. Estamos consiguiendo que España sea un país de empresas potentes gracias también al relevo generacional, a esos padres, tíos, abuelos... que con ilusión levantaron su negocio y que después han podido traspasar a las nuevas generaciones".

Por su parte, Josep Carné i Teixidó, presidente de la FATEC (Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Cataluña), destaca la "generatividad", que pueden aportar las personas mayores a los jóvenes, es decir, "la forma que tenemos los mayores de preocuparnos por el bienestar de las generaciones futuras e implicarnos de forma seria en los proyectos vitales".

"Tenemos claro que, para nosotros, es más importante hacer camino, que llegar al final. Pero debemos hacerlo sin querer imponer nuestra experiencia, sino que debemos saber transmitirlo y hay que dejar que los jóvenes vivan su vida y que asuman sus consecuencias, combinando experiencia y futuro. Los jóvenes deben entender que, en el ordenador de la vida de las personas mayores, tenemos mucha información, pero también es cierto que ese ordenador va lento. Aun así, sus datos vale la pena aprovecharlos", asegura. Considera a su vez "prioritario crear conciencia del impacto positivo que tienen los vínculos intergeneracionales en el contexto del envejecimiento de la población y dar visibilidad del papel clave que juega cada generación en la sociedad, al objeto de conseguir unir con solidaridad y respeto una buena relación entre todas las generaciones, por tener la posibilidad de interactuar conjuntamente, que nos permita participar plenamente en todas las actividades sociales, culturales, de educación, así como en la vida pública".

En este sentido, explica que, "desde el punto de vista de las personas mayores, para las generaciones futuras, esto constituye uno de los retos más importantes que deberemos afrontar conjuntamente en los próximos años". 

Lo que pueden aportan los jóvenes a los mayores

Queda claro que la experiencia de los mayores sirve de referencia a las generaciones más jóvenes y les hace ser conscientes de todo lo que pueden hacer gracias a su lucha, pero ellos también creen que pueden ayudar a los mayores a ver el mundo de otra manera: "Las personas jóvenes pueden aportar mucho a la sociedad en su conjunto pese a la falsa creencia de lo contrario. Suelen tildarnos de personas no competentes o inmaduras pese a que somos ciudadanas de pleno derecho", lamentan desde el CJE.

Desde el Consejo cree que "al colectivo de personas mayores, podemos aportar una nueva visión del mundo, nuestras habilidades nativas con las nuevas tecnologías y una nueva forma de reivindicar nuestros derechos y las luchas sociales que nos han tocado librar, la de los movimientos sociales por causas, siendo líderes en la lucha contra el cambio climático o la igualdad de género que, en muchas ocasiones, su urgencia no es tan percibida por colectivos de mayor edad". 

Además de nuevos conocimientos, la presidenta de la Federación Mujeres Jóvenes considera que “los jóvenes aportamos a los mayores energía, ganas e ideas renovadas, porque aunque pertenecemos a generaciones distintas, y por ende hemos tenido vivencias diferentes, la realidad es que la profundidad de los problemas si nos ponemos a analizar son los mismos, pero adaptados a cada generación, y a cómo ha ido evolucionando esta sociedad. Lógicamente, no tenemos los problemas que ellos tuvieron en la década de los 50 o en los 60, que eran problemas bastante complejos, pero ahora también los hay: hemos vivido una pandemia, nuestra generación ha sufrido dos crisis económicas, tenemos dificultad para emanciparnos y encontrar un empleo que nos permita entrar en el mercado laboral…”.

Precisamente es en el feminismo donde esta cooperación no solo está presente, sino que es indispensable para poder seguir construyendo un mundo más igualitario: “En el caso del movimiento feminista, creo que lo que más aportamos las jóvenes, además de una visión adaptada a las nuevas realidades, es un poco esa nueva percepción, que se entiende muy bien con la irrupción de las redes sociales o la digitalización. Nosotras somos nativas digitales, mientras que las más mayores todavía se sienten un poco más alejadas de esta realidad, o es cuesta más, mientras que nosotras lo vivimos día a día, y formamos parte de esos cambios”.

Desde Conjupes también creen que las nuevas generaciones pueden ayudar a los mayores a sentirse cómodos en este mundo, cada vez más digitalizado: "Los jóvenes pueden aportar muchas cosas nuevas, sobre todo en cuestión de tecnología, de herramientas informáticas, ya que los mayores estamos más cerrados a ellas y puede costarnos más trabajo. Sería como un aprendizaje pasado de generaciones de jóvenes a mayores, que sería también interesante y novedoso para los mayores y enriquecedor para los jóvenes, porque también ellos podrían demostrar que saben cosas que realmente los mayores no saben".

Por su parte, desde la Asociación de Jóvenes Solidarios han preguntado a algunos de sus miembros qué creen que pueden aprender de la cooperación intergeneracional, y qué pueden aportar ellos de los mayores. Para Rocío, una joven de 22 años con una leve discapacidad intelectual, los jóvenes “aportamos alegría y cariño a los mayores, y ellos nos lo devuelven tratándonos como si fuéramos sus nietos”.

Mientras que Joan cree que los mayores pueden aprender de ellos “ideas nuevas y frescas que pueden ayudarles en diferentes ámbitos de la vida. También nuevas perspectivas de vida y conocimientos tecnológicos, que pueden ayudar a los mayores a ver las cosas que antes no veían”.

Una nueva perspectiva, que en palabras de SECOT ayuda a ambos grupos a verse de otra manera, sin estereotipos y prejuicios: "Los jóvenes a los mayores aportan vitalidad y energía desbordante que rejuvenece al mayor, porque cuando hacemos actividades naturales, sin obligaciones, con un grupo de todas las edades, no se ve a los mayores como mayores, sino como compañeros".

Lo mismo opinan desde CEAJE, donde creen que su generación tiene mucho que aportar a los séniors en el mundo empresarial: "Los jóvenes aportan frescura y una nueva visión. En lo que se refiere a las empresas, y más cuando hablábamos de ese relevo generacional, los jóvenes han sabido dar la vuelta a los negocios, digitalizarlos, conseguir una mayor expansión, internacionalización, etc. Y eso se consigue a través de la innovación, que está en el gen de los jóvenes empresarios y emprendedores", explican.

"Nuestra juventud es inquieta y está trabajando para crear riqueza y competitividad para nuestro país, lo que directamente repercute en cómo viven nuestros mayores. Volvemos a hacer alusión a las nuevas tecnologías, que han venido de la mano de los jóvenes, y que crean soluciones (telemedicina, asistencia a mayores, etc) que ayudan en el día a día a los mayores mejorando sus condiciones de vida. En CEAJE tenemos claro que nuestros jóvenes son el futuro, pero sobre todo son el presente, están concienciados socialmente y quieren crear una España mejor", concluyen.

Tecnologías, nuevas ideas, una visión diferente, energía... Son muchas las cosas que pueden aportar estas generaciones al colectivo de los mayores, aunque para Confemac, hay algo que está por encima de todo esto, y es un sentimiento que parece perderse con los años: "Los jóvenes pueden transmitir a los mayores algo tan sencillo como es el seguir sintiéndose útiles cuando transmiten este tipo de mensajes".

Norte joven'

Asociación Norte Joven

Actuales impedimentos para la cooperación intergeneracional

A día de hoy, podemos encontrar diversos ejemplos de solidaridad y cooperación entre generaciones, tal y como señalan desde la PMP, tanto en España, Europa como en países de América Latina, programas intergeneracionales "exitosos" con los que se están produciendo "beneficios directos para los participantes, con impactos positivos en sus núcleos familiares, comunitarios y en sus redes de sociabilidad". 

Del mismo modo, el director de CONFEMAC explica que la cooperación entre generaciones aporta una serie de beneficios, a nivel personal y de sociedad, asegura Vicente, que ha visto cómo en sus programas de relaciones intergeneracionales "disminuyen los estereotipos previos que hay, es decir, los mayores no se imaginan que los jóvenes tengan las ganas que tienen de trabajar, y los jóvenes creen que los mayores están ya fuera de juego. Y cuando ven a muchos de ellos que siguen tan activos, útiles e implicados en muchas cosas, cambian, evidentemente". 

Los mayores no son los únicos que impulsan actividades intergeneracionales, y desde la Asociación Norte Joven, apuestan por el contacto entre jóvenes y mayores en diferentes escenarios. La última de las actividades ha tenido lugar en un huerto, donde miembros de la asociación, y usuarios del centro de mayores La Vaguada, han disfrutado de un tiempo al aire libre, plantando hortalizas y aprendiendo unos de otros, tal y como nos han trasladado ellos mismos: "Hemos estado en nuestro huerto plantando distintas frutas y verduras con las personas del centro mayores de La Vaguada. Este encuentro intergeneracional nos ha servido para aprender de ellos y ellas, ya que nos han podido enseñar trucos del huerto según la experiencia de cada uno. También nos ha servido para compartir momentos más personales, con preguntas sobre nuestro origen y el oficio que estamos aprendiendo", comenta Joel, miembro de la asociación.

Por su parte, Isabel, usuaria del centro de La Vaguada, nos cuenta que "ha sido muy gratificante. Para mi poder compartir mi experiencia sencilla de hace años (que tuve con amigas en un trocito de terreno en un pueblito de la sierra norte de Madrid para “sanar” a la Madre Tierra, devolviéndole un poco de tanto como Ella nos da) con los jóvenes del centro Norte Joven donde aprenden un oficio, con el que se valdrán luego en la vida es maravillosa".

Sin embargo, "aún queda mucho camino por recorrer" y es "una tarea pendiente para los diferentes gobiernos y responsables en la planificación de las políticas sociales: el considerar a las personas mayores en futuros programas y políticas, con el fin de garantizar su bienestar y establecer una vinculación significativa con el grupo de la población más joven, relación que fomenta la participación de la población mayor", aseguran desde PMP. 

Vicente coincide en que los ejemplos que podemos encontrar "no son suficientes". "La cuestión es que los que hay quizás son demasiado dirigidos desde organismos, incluidos los nuestros, por lo que si nosotros no estamos, es difícil que contiuen adelante. Lo ideal seria que hubiera una mentalización".

"Es una cuestión que nos afecta a todos/as por igual pero, especialmente, a las personas más vulnerables", indican. "El principal impedimento hoy por hoy para la cooperación intergeneracional es, precisamente, la concepción del envejecimiento como un problema o una carga social en lugar de considerarlo una oportunidad. Las narrativas del frentismo generacional, los apriorismos y las lógicas individualistas, constituyen también un obstáculo para ese cambio de mentalidad", añade la PMP, destacando la importancia de fomentar la "educación a lo largo de la vida y la promoción de esta solidaridad para avanzar hacia una mejor convivencia, en una sociedad en la que nadie sobra, todos/as aportamos y donde la ayuda mutua nos permite avanzar". 

SECOT es otro ejemplo en el que personas de diferentes edades se relacionan y los mayores ayudan a otros que, por lo general, son más jóvenes que ellos, indican. "Ahí no solo se aprende sobre la actividad, también hay un aprendizaje adicional que es superior al que se produce de manera natural en las familias, por dos razones: porque las familias están hoy en día están más diluidas, y porque cuando alguien de tu familia te da una opinión o un consejo, el joven lo suele tomar como que ya le ha dado la paliza su padre o abuelo, pero si se lo dice otra persona a la que considera un igual, tiene más receptividad a esa opinión".

Inocente considera que hoy en día "no es sencillo que de forma natural convivan las generaciones", y "la única forma de hacerlo es a través de actividad de interés común. La dificultad está en que no es fácil que mayores y jóvenes coincidan en una actividad o pasión. Podemos poner medios y entornos que favorezcan esto, pero no lo puedes forzar". 

Asimismo, desde FATEC destacan las mesas redondas y debates que han llevado a cabo para hablar de los estereotipos de las diferentes generaciones, cómo se ve la sexualidad en cada una, las pensiones de ahora y del futuro, cómo se han comportado jóvenes y mayores en pandemia, el mundo laboral... "Las generaciones somos y debemos ser interdependientes, pero también es cierto que nos necesitamos mutuamente", asegura en este sentido su presidente. 

"Moralmente, creo que estamos obligados a intercambiar soportes para garantizar el bienestar y el futuro de todos. Para empezar, debemos romper los estereotipos de cómo los medios de comunicación nos muestran a la sociedad: durante el día, las personas mayores con gorro y bastón, en un banco de una plaza haciendo tertulia, y en el mismo banco, en la noche, los jóvenes haciendo botellón. Ni unos ni otros somos todos así y debemos luchar juntos para borrar estas imágenes", señala. 

De este modo, encontrar puntos de coincidencia entre generaciones, fuera del ámbito familiar, aunque "difícil", también puede resultar "extraordinario". "Unos y otros no sabemos construir espacios comunes de conocimiento, debate y comprensión, por tanto, es necesario trabajar todos juntos para superar todo esto", añade. 

Qué provoca la falta de cooperación

Llegados a este punto es inevitable cuestionarse qué es lo que provoca la falta de cooperación entre jóvenes y mayores, si ambos grupos son conscientes de los beneficios que tiene su unión.

Los mayores coinciden en que el problema tiene que ver precisamente con esa palabra: falta. Faltan incitativas, convivencia y actividades entre generaciones. O en otras palabras: hace falta invertir en estas dinámicas que tanto podrían aportar a la lucha contra el edadismo. Porque si los jóvenes ven a los mayores como compañeros, como bien decían desde Secot, estos dejarían de ser vistos como una carga: “Es fundamental favorecer iniciativas destinadas a sensibilizar a las personas, familias, grupos y comunidades acerca del potencial de los jóvenes y de las personas mayores”, opinan desde la PMP.

Pero no es solo una cuestión de potencial, el hecho de que los jóvenes crezcan alejados de los conocimientos y la experiencia de los mayores, también puede tener consecuencias negativas para ellos, y por lo tanto, para la sociedad: "La falta de cooperación afecta muchísimo, a los jóvenes que ven el mundo únicamente desde su punto de vista, con lo cual es totalmente erróneo porque les falta datos para hacerse una idea de cómo es el mundo, y a las personas mayores porque las aíslan y no las dejan participar en la sociedad. Entonces se producen carencias importantísimas, la de la experiencia y la información a los jóvenes, y después la falta de comunicación de los mayores", aseguran desde Caumas.

"El mundo evidentemente se mueve por los jóvenes, si aíslas a los mayores sin participar con las personas jóvenes, los dejas aislados, solos y sin poder participar ni poder sentirse útiles, lo cual causa un aislamiento terrible, que puede llevar a la depresión, la soledad y la muerte, así de sencillo", concluye la asociación.

En contraposición a los efectos negativos que tiene esta falta de cooperación, nos encontramos con una lista bastante amplia de beneficios que tiene para la salud de los mayores el trabajo en equipo con los más jóvenes: "Para las personas mayores, las experiencias intergeneracionales suponen beneficios tales como el aumento de la vitalidad, la mejora de capacidades para hacer frente a la enfermedad física y mental, la huida del aislamiento, la integración en la vida comunitaria o el incremento de la autoestima y de la motivación", asegura la PMP.

Motivos más que suficientes los mencionados por la PMP como para hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué se debería hacer para fomerntar la cooperación intergeneracional? Fatec cree tener la respuesta: "Es importante establecer programas diseñados y planificados a conciencia basados en el intercambio de experiencias, que tengan continuidad en el tiempo y que, además, sean medibles los resultados. Si trabajamos juntos, podremos fomentar la cohesión social, tejiendo nuevos vínculos y puentes de comunicación, y de esta forma, desde la colaboración solidaria entre generaciones, podremos encontrar nuevas perspectivas y soluciones a los viejos problemas de siempre".

Trabajar en equipo, escuchar y aprender de la experiencia de los mayores y dejarse guiar por las habilidades adquiridas por los jóvenes de manera natural, son los pilares que sustentan esta cooperación, que lejos de lo que pueda pensarse podría convertirse en una herramienta muy potente para luchar contra el edadismo, la precariedad juvenil, y las desigualdades sociales. Y es que los mayores y los jóvenes han demostrando y siguen haciéndolo que no pararán hasta conseguir alcanzar aquello en lo que creen, y acabar con lo que consideran injusto, y si unen fuerzas, el camino será más fácil y seguramente más corto, porque como apuntan desde el CJE: "Todas las conquistas y derechos logrados por las generaciones pasadas han sido y serán una parte fundamental de nuestro presente y nuestro futuro, pero las personas jóvenes tenemos mucho que decir en el ahora, junto a nuestros abuelos y nuestras abuelas que tanto nos han enseñado".

Sobre el autor:

Laura Moro / María Bonillo