Los mayores podrían tener que inyectarse una tercera dosis de la vacuna en otoño o invierno

Ya han pasado casi cinco meses desde que se administró la primera dosis de la vacuna de Pfizer en España. En concreto, fue el 27 de diciembre de 2020, y la afortunada, era una usuaria de una residencia de Guadalajara llamada Araceli que, 21 días después, recibió su segunda dosis.

Desde entonces, todos los inmunizados con este suero –y con los de las demás empresas– han estado expuestos al virus y se han defendido de él gracias a la respuesta inmune generada por la vacuna. 

Eso sí, está por ver cuánto tiempo durará la protección de las dosis de Pfizer, por las que ha apostado la Unión Europea y que, previsiblemente, serán las que se utilicen para inmunizar a la mayoría de la población española.

Y tampoco se sabe cuántos meses estarán protegidas las personas que se han inyectado las dosis de Janssen, de Moderna  o las de AstraZeneca –cuyos dos pinchazos están espaciados por 12 semanas, lo que podría permitir una protección más prolongada en el tiempo–.

 

Fuente: Ministerio de Sanidad. 

¿Tres inyecciones bastarán?

Por ello, ahora que pronto se cumplirán seis meses de la administración de la primera inyección y con cerca del 30% de la población con una dosis, cabe preguntarse si será necesario un refuerzo de cara al otoño, si será suficiente con la pauta actual o si habrá que vacunarse cada año, tal y como hacen los grupos vulnerables para la gripe.

Por el momento, es una posibilidad que han adelantado las farmacéuticas Pfizer y Moderna. E incluso, otra empresa, la americana Novavax –que todavía no comercializa su suero– está trabajando en una solución que protege contra la gripe y el Covid-19, lo que hace pensar que ya se está pensando en la posibilidad de administrar la vacuna de forma estacional.    

Araceli tendría que volver a vacunarse en otoño

En cuanto a Pfizer y Moderna, ambas –que utilizan la novedosa técnica del ARN mensajero para crear defensas contra el Covid-19– ya han reconocido públicamente que será necesario un tercer pinchazo.   

En el caso de Moderna, justifican desde la firma, el refuerzo lograría frenar a las variantes sudafricana y brasileña más eficazmente incrementando la presencia de anticuerpos neutralizantes. Además, adelantan, están trabajando en otra vacuna que da una mejor respuesta contra una de las variantes, la sudafricana. 

Por su parte, Pfizer entiende que será necesario también un tercer refuerzo, según ha sostenido Ugur Sahin, cofundador de la empresa alemana BioNTech, socia de la firma estadounidense. Y la justificación de la empresa se basa en que el número de anticuerpos decrece con el tiempo, cosa que también ocurre con los contagiados, pero que no significa obligatoriamente que la persona se vaya a reinfectar. 

"Después de ocho meses vemos que los anticuerpos generados por la vacuna se reducen. Por eso necesitamos una tercera dosis para volver a llevarla cerca del 100%", ha argumentado. E incluso, se ha marcado un horizonte temporal: entre 9 y 12 meses desde la primera dosis, por lo que, por ejemplo, Araceli debería vacunarse de nuevo en otoño de 2021.

Aun así, de momento, son todo meras conjeturas, puesto que la decisión de cambiar la pauta y añadir una dosis debe ser analizada por las agencias sanitarias reguladoras, que deben ponderar si finalmente es algo necesario. 

Tercer pinchazo, ¿sólo para mayores?

No obstante, los expertos españoles consultados por 65Ymás, sostienen que, al margen de lo que recomienden las empresas, el que se inyecte una tercera dosis o no va a depender, probablemente, de dos factores. Primero, de si sigue circulando el virus de forma importante y, en segundo lugar, de la duración de la protección.

“De momento, no hay unas recomendaciones oficiales. Y se harán en base a la evolución de la pandemia y a la duración de la inmunidad. Si se confirma que protege unos seis o nueve meses, al menos, en los grupos de riesgo, podría ser necesaria la administración de una tercera dosis. Y en el caso de que la evolución epidemiológica no sea buena, quizá lo sea para toda la población”, explica el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (@AEV_Vacunas), Fernando Moraga-Llop. 

“Y hay dos posibilidades”, añade. “Que sea con la misma vacuna o, en el caso de que aparezcan nuevas variantes que se escapen a la inmunidad, cosa que de momento no parece que suceda de forma importante, se deberían fabricar nuevas vacunas de segunda generación”, apunta. 

Por su parte, la inmunóloga del CSIC, Matilde Cañelles (@CanellesMatilde), tiene dudas sobre si de verdad es necesario este refuerzo para toda la población. "Es bastante controvertido. Toda la información que se ha obtenido hasta el momento apunta a que la inmunidad producida por las vacunas, incluso contra las variantes, va a ser robusta y duradera, sobre todo en los menores de 65. Por tanto, lo más probable es que en este segmento de población no se necesiten terceras dosis. En mayores de 65 años sí es posible que hagan falta, porque su sistema inmune está más envejecido. Esto se sabrá en unos meses, cuando se haya estudiado la duración de la respuesta", sostiene. 

"Hay que ver cuánto tardan los anticuerpos en desaparecer y cuándo la respuesta immune deja de ser protectora. Es posible que sí que se necesiten dosis de refuerzo cada cierto tiempo pero aún no se saben los detalles. Una tercera dosis podría ayudar a conseguir una mejor inmunidad a los que no la tienen aún con dos", señala el investigador de la Universidad de Leicester (Reino Unido), Salvador Macip (@macips01), en referencia a la población más vulnerable que no haya alcanzado un alto grado de protección con ambas inyecciones.  

Por otro lado, la experta en medicina preventiva, María Sáiz, entiende que "la protección de las vacunas tiene un intervalo, por la experiencia conocida, de entre seis meses y un año. Por ello, se cree que podrá ser necesario una tercera dosis para el modelo ARN mensajero (Pfizer y Moderna) y porque el virus no se erradicara. Aunque lo importante es tenerlo controlado". 

“La duración de la protección de las vacunas no se sabe con exactitud, porque las de ARN mensajero (Pfizer y Moderna) son nuevas para el panorama y son las que se les han puesto a los residentes, por ejemplo. Ahora mismo, el último dato que hay es que como mínimo duran seis meses. Pero cuando va pasando el tiempo, se ve que lo hacen más. Hay que se un poco optimistas y pensar que puede ser más larga, porque el sistema inmunitario ha demostrado ser robusto", asegura el inmunólogo Alfredo Corell (@alfredocorell), que avisa que la necesidad de una tercera dosis, por ahora, “es un anuncio comercial que no está sustentado en evidencias científicas". Aunque, matiza, "no es descartable”, si bien no sabe, concluye, si será "bianual", "trimestral" o un solo recuerdo y dependerá también de que no aparezcan "nuevas variantes que escapen a las defensas".