Las personas mayores se muestran satisfechas con el trato que reciben por parte de los profesionales de la sanidad pública, en especial, de los médicos de familia, pero entienden que hay mejoras que acometer, como reducir las listas de espera o dotar de recursos al sistema.
Estas son las principales conclusiones que se desprenden del último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de julio de 2023. Según esta encuesta, los mayores son el grupo etario que valora más positivamente el funcionamiento de la Sanidad, muy por delante de las generaciones más jóvenes y de los sénior e entre 55 y 64 años (el CIS divide su muestra en franjas de edad).
En concreto, el 16% de las personas de entre 65 y 74 años y el 34% de quienes tienen más de 75 años creen que el sistema funciona "bastante bien". Y si con algo están satisfechos es con la profesionalidad de los trabajadores del sistema de salud, con la especialidad de médico de familia como la más apreciada.
Así, la amplia mayoría asegura que se sintió escuchada en los distintos servicios de salud –hospital, urgencias, especialistas, centro de salud...– y que tuvo la oportunidad de hacer preguntas y plantear sus preocupaciones.
Cambios en el sistema de Sanidad
Ahora bien, este grupo de población también entiende que se deben hacer mejoras: el 49% de las personas de 65 a 74 años y el 34% de los mayores de 75 años afirman que el sistema funciona correctamente, pero necesita "algunos cambios".
"Cuando se pregunta sobre la valoración del sistema, la opinión, aparentemente, es positiva, dado que, en definitiva, se refieren a los cuidados y el servicio de quienes forman los recursos humanos, personal médico y administrativo de nuestra sanidad", valora el secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de UJP-UGT (@UJP_UGT), Anatolio Díez.
Sin embargo, añade, "valoran negativamente el resto de los elementos, exigiendo más inversión/recursos económicos, mejor comunicación, incremento de las plantillas, aumento del tiempo de consulta y mejorar las instalaciones, en definitiva, un cambio radical de las actuales políticas públicas en salud".
Según el Barómetro, más del 90% de los mayores creen necesarios estos cambios y cuatro de cada 10 opinan que la coordinación entre los distintos servicios es mala o regular.
Listas de espera
Por otra parte, cabe señalar que los mayores también ven problemáticas las listas de espera. Tres de cada 10 aseguran que tardaron más de tres meses en ingresar para ser intervenidos quirúrgicamente o en lograr una cita para un especialista.
Además, cerca del 50% de los mayores asegura que tardó más de una semana en ser atendido en Atención Primaria, lo que provoca que algunos terminen en Urgencias, según reconocen los propios encuestados, sobre todo quienes tienen más de 75 años.
"Creemos que esta realidad está directamente relacionada con la falta de profesionales, dando como consecuencia el cierre de centros, básicamente en el mundo rural (menos profesionales y más necesidades da como resultado listas de esperas más elevadas)", explica el presidente de la Federació d'Associacions de Gent Gran de Catalunya (@Fatec), Josep Carné.
Y esta cuestión, según la percepción de los encuestados, estaría lejos de solucionarse. Sólo el 18% de los mayores creen que el problema se ha corregido en los últimos 12 meses, el resto, interpreta que sigue igual o que incluso ha empeorado.
La digitalización, un reto pendiente
El Barómetro Sanitario también pregunta a los encuestados por la digitalización del sistema de salud y su accesibilidad, si bien, cabe destacar, no incluye ninguna pregunta sobre una de las cuestiones que más afectan a los mayores: la dificultad para acceder al sistema de citas previas. "Al cambiar la metodología de entrevista personal a domicilio por entrevista telefónica, por la pandemia, hubo que acortar el cuestionario, pues por teléfono no se puede someter a las personas cuestionarios largos: ni aceptan la entrevista si dura mucho tiempo, ni se asegura la calidad de la respuesta por cansancio del entrevistado. Por este motivo se mantuvieron las parte fija del BS y los aspectos coyunturales que se habían metido en algunas ediciones previas (como la cita online) no se han incluido en las siguientes, lo que no quiere decir que no se vuelvan a incluir en otras futuras si fuera necesario y siempre que no se alargue el cuestionario", justifican desde el Ministerio de Sanidad.
Del resto de preguntas de la encuesta se infiere que los mayores no lo tienen siempre fácil a la hora de recurrir a estos servicios online, muchas veces, por desconocimiento.
Prueba de ello es que el 61% de los mayores de 65 a 74 años y el 75% de quienes tienen más de 75 años no ha utilizado nunca un certificado electrónico para realizar trámites con la administración y sólo el 24% y el 9%, respectivamente, saben que pueden consultar su historial clínico a través de internet y lo han hecho alguna vez. Asimismo, del Barómetro se desprende que experimentan problemas para acceder a servicios como la videoconsulta. Un problema, que afecta sobre todo a quienes tienen más de 75 años: el 29% asegura que no la usaría, porque no sabe cómo hacerlo.
Eso sí, buena parte no se enfrenta a estos problemas de accesibilidad con la cita telefónica. El 55% asegura que ha tenido ya una consulta médica de este tipo y el 52% de los mayores de 75 años entienden que es más cómodo, aunque el 49% piensa que todas las citas deberían ser presenciales, un porcentaje que baja al 46% en personas de entre 65 y 74 años –los demás se decantan por opciones mixtas–.
"La transformación digital, cuando no se realiza de forma inclusiva, corre el riesgo de convertirse en un arma de exclusión frente a los servicios que se digitalizan: sanitarios, de la administración, bancarios, etc.", advierte el secretario general de la UJP-UGT, Anatolio Díez.
Por ello, el representante sindical reclama trabajar en la eliminación de la brecha digital motivada, principalmente, por la falta de formación y la capacidad económica. "La pobreza y la desigualdad social también nos excluyen del acceso a las posibilidades que nos abre el mundo de la tecnología, IoT, IA, Blockchain...", indica.
"Debemos exigir una mayor sensibilidad, inclusión, formación e inversión para llegar a todos y cada uno de los miembros de nuestro colectivo y hacer que puedan participar y disfrutar de los beneficios que nos da el desarrollo de la vanguardia tecnológica", afirma.
Sanidad pública vs. privada
El Barómetro Sanitario del CIS aborda por último el uso de la sanidad privada por parte de la sociedad española. Según los resultados de la encuesta, los mayores serían el grupo de edad que menos seguros de salud tendría: cerca del 23% es beneficiario de uno (incluidos los pagados por las empresas) frente a, por ejemplo, el 43% en personas de entre 35 y 44 años.
Y los que optan por este servicio, lo harían, principalmente, por la "rapidez con la que atienden" y con las consultas de especialistas como servicio preferido en la sanidad privada, seguido la Atención Primaria y los servicios hospitalarios.
Para el presidente de FATEC, Josep Carné, "el incremento de las cuotas a pagar que deben soportar los mayores por el mero hecho de cumplir edad" podría ser una de las razones por las que este colectivo opta menos por esta modalidad.
El Barómetro Sanitario del CIS
En cuanto a los resultados generales del Barómetro, cabe señalar que el 13,8% de los encuestados –de todas la edades– considera que el sistema sanitario español funciona “bastante bien”, cifra que mejora respecto a la primera oleada de esta encuesta cuando se situaba en el 11,8%, según indica el CIS en un comunicado.
Para el 46,3% el sistema de salud “funciona bien, aunque necesita algunos cambios”, un dato que aumenta respecto a febrero, cuando era un 40,8%. Sólo el 11,8% cree que funciona mal y “necesita cambios profundos”, un dato que disminuye en 4,1 puntos respecto a la primera oleada del barómetro sanitario de este año (15,9 %).
Al preguntar a los ciudadanos por su valoración sobre 10 acerca de algunos servicios sanitarios, las Urgencias ‘061’ y el ‘112’ son los que mejor nota sacan con un 7,49, seguido del ingreso y asistencia en hospitales públicos con un 7,33. Ambos servicios repiten como los mejor valorados respecto al anterior barómetro sanitario.
Las consultas de atención especializada son las que menor puntuación obtienen en este estudio con un 6,17. Además, los ciudadanos prefieren la sanidad pública frente a la privada. Un 71,6% escoge las consultas de cabecera y pediatría en sus centros de salud públicos, mientras que un 26,1% aseguran acudir al privado. La cifra se iguala cuando hablamos de las consultas con especialistas, ya que el 58,2% eligen ir al público, frente el 39,1% que escogen el privado.
Disminuye casi 10 puntos el porcentaje de personas que cree que las listas de espera han empeorado respecto al barómetro sanitario de febrero. Ahora son un 29,7% los que creen que este problema empeora, frente al 39,2% que lo aseguraban hace medio año. Mientras que el 44,8% cree que el problema de las listas de espera sigue igual, sube el dato de los que creen que ha mejorado (13,8%) en casi 5 puntos respecto a la primera oleada de este estudio cuando se situaba en 8,6%.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.