65ymás
El año 2020 ha desatado un llamamiento social a la solidaridad sin precedentes en nuestra historia. En esta crisis sanitaria y social a causa del Covid-19 hemos visto cómo surgía una ciudadanía comprometida, dispuesta a implicarse en las distintas emergencias y problemas que ha generado la pandemia. Miles de personas voluntarias han estado en primera línea ayudando en diferentes ámbitos, afrontado miedos, asumiendo riesgos y tomando todas las precauciones a su alcance para cumplir con su compromiso. Y las personas mayores, precisamente el colectivo más golpeado por esta pandemia, no han sido ajenas a esa realidad, permaneciendo activas e incrementando su participación y solidaridad.
En concreto, cuatro de cada diez personas mayores (el 40,6%) han realizado actividades no remuneradas, prestando apoyo solidario a otras personas o colectivos. Así se desprende del último informe del Barómetro Mayores UDP, realizado por Simple Lógica Investigación para la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP). El estudio recoge la opinión de 454 personas de más de 65 años y muestra la dimensión de la ayuda que prestan solidariamente, incluso dándose una circunstancia histórica, como es la pandemia del coronavirus, junto con otros aspectos específicos de esa participación social.
No es ninguna novedad la contribución del compromiso social de las personas mayores a la riqueza de la sociedad española. De manera que la participación social de este amplio segmento de la población se manifiesta como un fenómeno de gran interés para su observación. Ya en 2013 se abordó su participación social en uno de los informes del Barómetro UDP, arrojando unos resultados que identificaban a este colectivo como uno de los principales baluartes de solidaridad.
El apoyo económico a los familiares, es la forma de ayuda más frecuente entre las personas mayores de 65 años (48,9%). Casi tres de cada diez, realizan regularmente las ayudas a familiares, vecinos o amigos (28,2%) y el tiempo medio dedicado entre ellos es de 27 horas semanales. La recogida y distribución de alimentos (31,4%) y el apoyo a personas enfermas, con discapacidad o colectivos más vulnerables (31,2%) son las actividades solidarias más comunes, que las realizan desde una organización. El 35,7% lo hacen de forma regular y el tiempo medio es de 5 horas semanales. Los principales beneficiarios son el propio colectivo de personas mayores y la principal motivación, sentirse útil.
Es cierto que, comparando con los datos de 2013, aumenta considerablemente el porcentaje de quienes no realizaron ninguna actividad, pasando del 32,5% en 2013 al 59,4% actual, pero hay que tener en cuenta el aspecto coyuntural del coronavirus: en gran medida este aumento se debe a la crisis de la pandemia. En cuanto a los receptores de las ayudas, el descenso provocado por la crisis afecta fundamentalmente a los familiares, vecinos o amigos (del 46,7% registrado en 2013 se pasa al 19,7% actual), ya que la disminución de quienes hacen donaciones (del 26,0% al 18,8% actual) y de quienes participan desde una organización (del 13,8% al 8,6% actual) es menos pronunciada.
En otras palabras, a pesar de un contexto claramente negativo, el 8,6% de las personas mayores participa solidariamente a través de organizaciones y el 40,6% sigue ayudando a otros ciudadanos (19,7%) y/o realizando donaciones (18,8%). El porcentaje de quienes ayudaron a algún familiar, vecino o amigo registrado entre las mujeres (23,3%), quienes tienen menos de 75 años (25,8%), viven acompañados (21,6%) y con una alta capacidad de gasto (23,8%) es significativamente superior al registrado entre los hombres (14,9%), quienes tienen 75 y más años de edad (13,4%), quienes viven solos (13,7%) y quienes tienen una capacidad de gasto equilibrada (16,7%) respectivamente.
Sin embargo, el perfil de las personas mayores que ayudan desde una organización destaca significativamente sólo entre los menores de 75 años (12,0%) y quienes tienen una alta capacidad de gasto (11,8%) con respecto a quienes tienen 75 y más años de edad (5,2%) y una capacidad de gasto equilibrada (6,8%) respectivamente. Por su parte, realizar donaciones está relacionado también con la alta capacidad de gasto, en el mismo sentido que ocurre con las otras ayudas: 23,6% entre quienes la tienen alta frente al 16,1% entre quienes la tienen equilibrada, significativamente inferior. Y también en función del nivel de estudios, ya que el porcentaje de quienes realizan donaciones a organizaciones u asociaciones entre quienes tienen estudios secundarios (25,3%) y universitarios (31,8%) es significativamente superior al registrado entre quienes tienen estudios primarios (15,5%).
La salud y la edad representan el principal motivo para no hacer actividades de apoyo en una organización (40,9%) señalado por los mayores que no lo hacen. No obstante, el 16,3% se muestran dispuestos a hacerlo, a través sobre todo de organizaciones específicas de voluntariado y en actividades educativas o culturales, de recogida y distribución de alimentos y de compañía.
Ayudando, pero de forma segura
En el actual contexto sanitario, UDP ha elaborado recientemente una serie de recomendaciones para todas aquellas personas mayores que quieran realizar su labor de voluntariado:
Antes de realizar cualquier actividad voluntaria:
- Ten la seguridad de que NO estás contagiada o contagiado.
- Si existe alguna sintomatología asociada al Covi-19 no se deberá acudir a la asociación/domicilio/residencia. Contacta con el teléfono de atención al Covid-19 o con tu centro de atención primaria y sigue sus instrucciones.
- Si se ha estado en contacto con una persona afectada por Covid-19, no se deberá realizar ninguna actividad de voluntariado, ni acudir a la asociación permaneciendo en cuarentena el tiempo estipulado.
Para los desplazamientos:
- Lleva puesta la mascarilla en todo momento.
- Siempre que puedas, utiliza el medio de transporte que mejor garantice la distancia interpersonal de aproximadamente 2 metros.
- Si vas caminando, guarda la distancia de seguridad.
- Si te tienes que desplazar en tu turismo, extrema las medidas de limpieza y desinfección.
Medidas de higiene personal
- Utiliza la mascarilla en todo momento y lugar donde estés haciendo la actividad voluntaria. Recuerda que es obligatoria en los espacios cerrados y en los abiertos donde no se pueda mantener la distancia de 2 metros. Es la mejor forma de prevenir el contagio.
- Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica y siempre antes y después del contacto con las personas usuarias del servicio.
- Evita tocarte la cara, la nariz y los ojos.
- Al toser o estornudar, cúbrete la boca con el codo o con un pañuelo desechable y tíralo inmediatamente.