Estos son los medicamentos más comunes que provocan efectos secundarios

Ciertos medicamentos que tomamos de forma habitual podrían estar detrás de algunas de las molestias que sufrimos, reacciones adversas que puede sufrir cualquiera. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el riesgo de sufrir reacciones adversas a los medicamentos aumenta con la edad, por diferentes motivos, como los cambios asociados al propio envejecimiento y el mayor consumo de distintos fármacos, lo que se conoce como polimedicación. 

Se considera una Reacción Adversa a un Medicamento (RAM) a cualquier respuesta nociva y no intencionada frente a un fármaco, la cual puede manifestarse de diferentes formas, como vómitos, diarrea, dificultades respiratorias, desorientación, mareos, subida o bajada de tensión o síntomas cutáneos, según indica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Un reciente estudio ya demostraba que hay diferencias entre el número de reacciones adversas a medicamentos que sufren hombres y mujeres, siendo, por lo general, mayor en las mujeres, según concluían investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Se trata de un problema, aunque frecuente, poco conocido, por lo que es importante estar atentos ante una posible reacción adversa a un medicamento, ya que podría, en lugar de ser efectivo, llegar a resultar perjudicial para la salud. En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado cuáles son los medicamentos más comunes cuyo consumo suele tener efectos secundarios. 

Medicamentos proclives a provocar reacciones adversas

Los antibióticos y los antiinflamatorios no esteroides (AINES) son los medicamentos más proclives a provocar efectos secundarios, según señala la SEGG. Incluye principios activos muy comunes, como ibuprofeno, y se caracterizan por su capacidad para combatir el dolor e inhibir la formación de unas sustancias que favorecen los procesos inflamatorios, conocidas como prostaglandinas. "El inconveniente es que sin esas prostaglandinas se queda la mucosa gastrointestinal desprotegida, con lo que quien toma AINE regularmente se expone a sufrir desde molestias gástricas hasta hemorragias, úlceras y, en los casos más graves, perforación gastrointestinal", explican desde la OCU (@consumidores).

Los IECA o inhibidores selectivos de la enzima convertidora de angiotensina, que se suelen emplear para el tratamiento de la hipertensión, como el enalapril, funcionan inhibiendo una enzima necesaria para la producción de angiotensina II, la cual provoca un aumento de la presión arterial. Sin embargo, la función de estos fármacos causa que, al inhibir esta enzima, impida que intervenga en otros procesos. Esto puede llegar a provocar tos seca y persistente, debido a una acumulación de la bradiquinina en el organismo. 

Por su parte, los bloqueadores de acetilcolina, los medicamentos con efecto anticolinérgico, utilizados para combatir la incontinencia urinaria o tratar afecciones broncorespiratorias, entre otras, suelen provocar sequedad de boca, ojos y piel, taquicardia, retención urinaria o estreñimiento, así como pérdida de memoria, deterior cognitivo, delirios, mareos, caídas o confusión en mayores.

Las estatinas son otros de los fármacos que provocan más reacciones adversas de forma habitual, algunos como la simvastatina o la atorvastatina, entre otros, utilizados para reducir el colesterol. Suelen producir calambres o dolores musculares, pero también daños en el tejido muscular de mayor gravedad. 

Ante esto, desde la SEGG destacan la importancia de evitar la automedicación y seguir las pautas establecidas para cada tratamiento. Y aconsejan que, ante la evidencia o sospecha de una reacción adversa, acudir al médico lo antes posible para establecer las pautas de actuación.