Las ventas de flores podrían alcanzar niveles prepandemia en la festividad del Día de Todos los Santos, así lo confía el sector floral, según las previsiones realizadas por la Asociación Española de Floristas. En este sentido, esta fecha supone entre el 15% y el 20% de las ventas de flor cortada de todo el año, según ha señalado el presidente del Comité de Flor y Planta de Fepex, Juan Daniel Marichal.
El año pasado, esta misma fecha estuvo marcada por las restricciones debido al coronavirus, ya superadas, por lo que se esperan mejores datos en cuanto a la venta de flores como ofrenda en un día tan señalado, dedicado a honrar y homenajear a los seres queridos fallecidos.
Las flores comercializadas durante estos días, que adquieren un especial protagonismo, son producidas en las grandes zonas de cultivo de flor cortada de España como Andalucía, el levante español y Galicia, o importadas de países europeos como Holanda y transoceánicos como Colombia y Ecuador.
La asociación de floristas recomienda que dada la menor producción de este año como consecuencia de la incertidumbre producida por la situación sanitaria, ser previsor, no esperar a última hora y anticipar los encargos. En este sentido, este año la recogida de los pedidos está siendo más espaciada a lo largo de toda la semana al coincidir con fin de semana y puente.
Las flores preferidas para esta festividad
Respecto a las tendencias, la tradición se impone a las novedades. Un año más son imprescindibles las flores clásicas para esta festividad en tonos neutros y suaves, con el blanco como color principal, que contrastan con tonalidades más fuertes.
Los crisantemos se mantienen como las flores más solicitadas por los clientes para el 1 de noviembre debido a su simbolismo, variedad de colores, durabilidad y resistencia, no siendo necesarios demasiados cuidados para mantener su frescura y belleza.
Otros candidatos idóneos para ramos, centros, coronas, cruces, palmas y otras composiciones florales funerarias son los claveles, que no solo comparten estas características fundamentales, sino que, además, poseen un embriagador aroma.
El clavel y otras flores típicas como rosa, gladiolo, lirio, anthurium, azucena y cala, que se combinan con verdes ornamentales como paniculata, esparraguera, helecho de cuero, eucalipto, solidago o hierba de oso.
Las plantas y flores artificiales son alternativas a las flores frescas para Todos los Santos, aunque se impone un predominio de la flor natural en este día.
A diferencia de lo que ocurre con otras festividades como el Día de la Madre, en el que se han incrementado las ventas de forma generalizada, en el Día de Todos los Santos, la respuesta es desigual en función de las zonas geográficas, con menos auge en las grandes capitales y que es una costumbre con más arraigo en la población más mayor.
