Menos de 100 euros al mes de pensión en México: "No llega ni para pagar el autobús"

Entrecanos (@Entrecanos) nacía hace cinco años con la intención de "mejorar la vida de las personas mayores de 50 años", y desde entonces lo ha hecho, de diferentes formas. Su fundador y CEO, Luis Garza Hoth, explica a 65YMÁS que realmente fue "una necesidad" cuando en el país "no se hablaba de emprender". "Lo duro en esos momentos era decir quiero hacer algo por mi cuenta", explica. 

Luis tiene un título en administración, pero siempre ha estado enfocado en áreas de compras y almacenes. Sin embargo, con 47 años decidió hacer algo por su cuenta. "Necesitaba probarme a mí mismo", explica, por lo que dejó de trabajar. En su búsqueda de una forma de retribuir a la sociedad, encontró que en el mundo sénior había una posibilidad de hacer algo, sobre todo entre las personas mayores emprendedoras, por lo que decidió que ese sería su camino: "Buscar que el adulto mayor fuera productivo, que se reinyectara en el ámbito económico, porque muchos ya estaban activos, jubilados o trabajando por su cuenta".

Así nació Entrecanos, una web dedicada a las personas de más de 50 años, ya sean emprendedoras, tengan o no empleo, generen sus propios recursos, estén jubilados, se dediquen a labores del hogar o vivan una situación económica complicada. Actualmente cuenta con cerca de 7.500 suscriptores, unas 138 charlas online sobre diversos temas, más de 2.000 beneficiados y más de 10 aliados. "Estamos enfocados en crear herramientas para que las personas que nos acompañan se autoempleen y generen sus propios recursos, de esta forma ayudamos a mejorar su calidad de vida", indica Luis. "Hemos ayudado a mucha gente, aunque no tanta como me habría gustado", añade. 

Los comienzos de Entrecanos fueron muy diferentes a lo que es ahora. "A finales de 2018 pregunté qué era lo que quería la gente, y todos me respondieron que lo que querían era un empleo. Les pregunté si querían emprender. Alguien me dijo: si me das una idea, yo emprendo, pero el emprendimiento no es eso, no es repartir ideas. El emprendimiento tiene que encontrar su propia motivación", cuenta Luis. Así, en 2019 abrió una bolsa de trabajo, y de los 80 currículums que recibió, logró colocar a 20 personas. "Había de todo, gente que cosía zapatos y hasta un director de cine, también cocineros, costureras, contadores, ingenieros, arquitectos... A algunos pude encontrarles trabajo, pero siempre me quedó como la deuda de que a 60 no pude". 

El 2020 lo obligó a cerrar la web debido a la pandemia. "No había trabajo, menos para las personas mayores, a quienes se les decía que o se encerraban en sus casas o se morían", recuerda. Desde entonces, con Entrecanos Luis ha conseguido ayudar a las personas mayores de diferentes formas, no solo emprendiendo, también encontrando empleo o mejorando sus habilidades y condiciones de vida, como por ejemplo regalando 600 gafas de vista cansada a mayores con escasos recursos, más otras 400 en 2021. "Ayudamos en todo lo que podemos, incluso si es solo para hablar porque alguien se siente solo", asegura.

“La obligación de los mayores es compartir sus experiencias, tanto las buenas como las malas”

A sus 69 años, Luis continúa creando herramientas para que este grupo de población se autoempleé y genere sus propios recursos a partir de cursos y talleres, iniciativas, donativos, charlas para mantener una comunicación sana o apoyando el emprendimiento, que en México se caracteriza por la combinación del talento sénior y el joven. 

"Estoy explorando distintas formas de generar oportunidades de negocio donde ellos mismos se autoempleen, incluyendo una tienda en línea para que la gente mayor pueda exponer ahí sus productos y servicios, y eventualmente puedan conseguir negocio o llegar a otras audiencias a las que hoy no llegan", explica. 

Tal y como Luis ya detectó al comienzo de su andadura con Entrecanos, el emprendimiento sénior en México "no es muy socorrido". No obstante, señala que lo que sí hay es una comunidad joven emprendedora, que está atrayendo al talento sénior para combinarlo.

Es una forma de aprender y compartir experiencias, "las malas y las buenas, porque incluso las malas hay que transmitirlas, también son valiosas. Esta es la obligación de los mayores", señala. 

Vivir con pensiones de 190 euros

La reticencia de las personas mayores a emprender se entiende mejor cuando vemos las dificultades que ya encuentran a la hora de buscar empleo, sobre todo desde la pandemia, cuando desaparecieron muchas empresas y puestos de trabajo, según explica el fundador de Entrecanos. "Sueles conseguir algo en lo que no es tu especialidad, encuentras gente que tiene una carrera y, por ejemplo, tiene que manejar un auto en servicio público. Y no es porque sea denigrante, simplemente no es su especialidad. Ese talento se desperdicia, son años de esfuerzo que no se aprovechan". 

"A muchos nos están retirando de las empresas a los 45 años, pero si pensamos que nos solemos jubilar a los 65 años, ¿qué haces en ese tiempo?, si es que tienes pensión", reflexiona. "En América Latina no estamos acostumbrados a ahorrar para la jubilación. Teniendo en cuenta que hoy la esperanza de vida es mucho mayor que hace 20 años, si podemos llegar a los 90 años, ¿qué hacemos desde los 65 a los 90, en qué empleas tu tiempo?". A esta situación se le añade que "la población joven está disminuyendo, de tal forma que económicamente no aportan para que se paguen los servicios que los mayores necesitan. Es una situación delicada que tenemos que solucionar entre todos, porque no se trata de jóvenes o mayores". 

Destacan a su vez las bajas pensiones que reciben muchos mayores. Luis explica que estas dependen de lo que una persona ahorre, del sueldo que tuvo en su vida laboral, por lo que "es muy variada". "Puede ir desde los 190 euros cada dos meses, que son las pensiones que da el gobierno, lo cual es sumamente bajo, no te alcanza ni para pagar el autobús, a los 2.000 euros mensuales, aproximadamente". Así, la gente se ve obligada a completar esa pensión del gobierno con lo ahorrado al trabajar, porque "se sabe que no se va a vivir con eso". Sin embargo, "tristemente" hay gente que recibe solamente esa cantidad para vivir, que los obliga a "carecer de un seguro social, un servicio de seguridad social, de casa y de renta, vivir a las afueras de la ciudad y tener que pagar traslados, no tener agua potable en su casa y no poder pagar tratamiento médico". 

De hecho, en la web oficial del Gobierno de México se indica que su programa de pensión universal para las personas mayores de 65 años del país es de 3.850 pesos cada dos meses, lo que serían apenas 195 euros. 

A pesar de todo, de la falta de ayudas por parte del gobierno, "la gente emprende, hay muchos esfuerzos por hacerlo, incluso gente que no sabe que está emprendiendo, lo hace y lo hace bien. Nunca es suficiente, porque sigue habiendo mucha pobreza en América Latina y una carencia de empleo, pero con los brazos cruzados no nos quedamos nadie", asegura. 

"No nos podemos quedar parados"

Luis se ha visto atraído por el emprendimiento de forma inevitable. "Mi mamá tiene 90 años y hasta hace unos años me decía de emprender. Tiene problemas de salud y movilidad, pero está muy lúcida y me influye mucho en esta parte para hacer cosas y no quedarme con los brazos cruzados. Y también tengo dos hijos, que son emprendedores, por lo que estoy a dos fuegos", bromea. 

Como su madre, hay muchas personas de edad más avanzada que han participado en los cursos y que siguen teniendo intención de "seguir activos, gente de 70 años que ha estudiado, que quiere aprender a hacer cosas nuevas, explorar, y que han quedado muy contentas con los cursos que han hecho, porque les sirve". 

De todas las personas a las que ha conseguido ayudar, Luis destaca el caso de una costurera que cosía ropa para perros. "Subimos el currículum a la plataforma y, de repente, me habla otra persona que había dejado de trabajar para atender a su madre enferma. Tenía dos locales de artículos para perros y andaba buscando a alguien que le proveyese de prendas para poder volver a abrirlos. Estaba buscando proveedores, y yo le dije que tenía a una. Así que las comuniqué y hasta la fecha son una proveedora y otra cliente, buenas amigas además, y ambas están trabajando en lo que son y en lo que les gusta", finaliza.