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Miguel Rellán (76 años) es uno de los miles de españoles que se contagió de coronavirus. Por suerte, él puede contarlo, pero pasó 21 días ingresado en el hospital y perdió 12 kilos. Por su experiencia, y por lo que vemos continuamente a nuestro alrededor, no puede entender que todavía haya personas que no se tomen en serio esta pandemia y sus consecuencias.
"Los cogería y los llevaría a un hospital para que se enteren de que lo que pasa la gente. Si se me permite ponerme duro, les llevaría a meter cadáveres en los ataúdes", ha afirmado recientemente el actor en una entrevista en el programa Espejo Público (Antena 3).
Al ser preguntado por sus impresiones sobre el escenario actual en el que nos encontramos, Rellán se muestra cauto: "No quiero caer en los tópicos porque lo sensato es decir que me faltan datos. Está lleno de cuñados, hay una cantidad de expertos en coronavirus... Todo el mundo opina". No obstante, subraya que "hay cosas bastantes evidentes": "Hay una porción de gente que no se quiere enterar de que esto es serio, el virus no se ha ido".
"Tengo la impresión, no la certeza, de que nuestros políticos no se están poniendo las pilas. Cuando llegue el invierno llegará el rebrote definitivo mezclado con la gripe. Los sanitarios que conozco están diciendo que nos va a volver a pillar en bragas", lamenta.
"Era como si me hubieran dado una paliza"
El actor, conocido por títulos como El crack, Amanece que no es poco, El bosque animado o la serie Compañeros, relató hace poco su experiencia tras contraer el coronavirus. "Empecé a encontrarme mal, fui a urgencias y a partir de ahí lo tengo todo borroso. No podía levantar siquiera el brazo, era como si me hubieran dado una paliza, Tenía una falta de fuerza absoluta, como si mi cuerpo no fuera mío, aunque estaba convencido de que no me iba a morir", recuerda.
Ahora, sin embargo, se encuentra totalmente recuperado: "Estoy fantástico, creo que el virus me ha mejorado, lo cual no quiere decir que quiera repetir. Si queréis anticuerpos os puedo dar, tengo un montón", bromea.