Un 43% de los españoles desconoce cuáles son los primeros síntomas del alzhéimer y un 70% cree que los investigadores se deberían centrar más en el estudio de esta enfermedad, según el estudio de SanitasLa percepción de la población española sobre el alzhéimer, realizado en 1.006 españoles de 25 a 75 años.
Con respecto a los primeros síntomas del alzhéimer, dentro del grupo que asegura conocerlos (57%), el 85% indica que el primer síntoma es la pérdida de memoria, seguida de la desorientación espaciotemporal (83%) y alteración del habla (44%).
Y, en menor medida, los encuestados señalan que los primeros síntomas son la depresión (17%), el temblor de manos (15%), el insomnio (9%), las alteraciones visuales (7%) y la incontinencia urinaria (5%).
El desconocimiento de los síntomas provoca que muchas personas sean diagnosticadas ya en fases avanzadas, cuando la ralentización de la enfermedad se hace más compleja. Entre los primeros signos del alzhéimer se encuentran la pérdida de memoria y la desorientación espaciotemporal.
En una fase más avanzada pueden aparecer otros síntomas como la incontinencia urinaria, la depresión, el temblor de manos, el insomnio o alteraciones visuales.
"Hay que poner el foco en diagnosticar prematuramente el alzhéimer, ya que va a dar muchas más posibilidades de ralentizar el curso de la enfermedad, tanto a través de terapias no farmacológicas como con tratamientos farmacológicos. Además, va a permitir aprovechar al máximo la reserva cognitiva y estimular la plasticidad neuronal. Es fundamental, por ello, que se vaya concienciando a la sociedad de mejorar este diagnóstico precoz", explica el director Médico y de Calidad de Sanitas Mayores, David Curto.
Por otro lado, el estudio revela que siete de cada diez españoles señalan que los investigadores se deberían centrarse más en el alzhéimer, a la vez que el 51% cree que se deberían centrar en enfermedades de salud mental.
En menor medida, los encuestados indican enfermedades cardíacas (29,72%), diabetes (19,18%), enfermedades respiratorias (14,51%), enfermedades relacionadas con el cambio climático (6,06%), infecciones de transmisión sexual (5,86%) y otro tipo de enfermedades (3,58%).
El desconocimiento de esta enfermedad también se evidencia porque, según el estudio, uno de cada tres españoles cree que se puede curar el alzhéimer, algo que, a día de hoy, no es posible.
Asimismo, el 90% cree que es posible ralentizarlo principalmente con ejercicio mental (70%), medicación (61%) y ejercicio físico (39%). Aunque hay un 9,6% que cree que es imposible ralentizar la enfermedad.
Además, se deben adaptar los espacios a las necesidades de las personas que viven con demencia y recibir asesoramiento externo, ya que existe evidencia científica de que adecuar el entorno mejora directamente los síntomas de las personas que viven con demencia.
"La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Conocer bien el alzhéimer permite estar preparado para afrontar de la mejor manera posible la enfermedad de un familiar y a cuidarlo mejor en cada fase", señala Curto.
Con respecto al cuidado de las personas con alzhéimer, el 72% de los encuestados considera que es adecuado que las personas con alzhéimer avanzado sean cuidadas con sujeciones físicas y/o tranquilizantes.
Por el contrario, el 33% cree que deben ser cuidadas solo con sedantes y otros tranquilizantes, y el 28% piensa que no se deberían cuidar con ninguna de estas opciones. En este sentido, el 97% cree que la calidad de vida de una persona con alzhéimer se puede mejorar con cuidados profesionales y con relaciones familiares, así como con terapias no farmacológicas como musicoterapia, terapia con animales y salas de reminiscencia.
Cualquier persona con alteraciones en la atención, la memoria, el lenguaje y la motricidad puede beneficiarse de una terapia con música, ya que ayuda a reforzar las habilidades cognitivas. Además, las terapias asistidas con animales también tienen efectos terapéuticos que favorecen el estado emocional.
A través de este tipo de actividades, las personas mayores pueden mejorar distintos aspectos como las funciones cognitivas, las capacidades psicomotrices o los reflejos posturales.
El objetivo de estas terapias es conseguir que las personas con demencia sigan siendo personas autónomas, libres y con capacidad de decisión. Para eso se les debe prestar atención, conocer sus gustos y a partir de sus prioridades establecer las actividades y los programas que más les ayuden a vivir una vejez digna y feliz.
En este sentido, el 98% de los encuestados considera que los recursos sociales como el soporte profesional, la formación para los cuidadores, los recursos económicos, la ayuda psicológica y las ayudas para la adaptación del hogar son necesarios para mejorar el cuidado de las personas con alzhéimer.
Por último, otro de los aspectos más valorados es el apoyo de profesionales de la salud mental para los cuidadores y las personas que padecen alzhéimer, ya que un 97% considera que este apoyo es necesario.
La ayuda psicológica es cada vez más clave en el cuidado de la patología, el enfoque de la terapia psicológica se adapta a cada persona. Se basa en que las personas con demencia y el profesional de salud mental trabajen juntos para descubrir qué podría estar causando los problemas de la persona, así como las formas de manejar estos problemas.
Además, esta ayuda es fundamental para los cuidadores, es necesario conocer las distintas fases y encontrarse preparado psicológicamente para las distintas situaciones a las que se tendrá que enfrentar.
Sobre el autor:
Raúl Arias
Raúl Arias es periodista especializado en Política, Economía y Sociedad. Licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en diferentes medios de tirada nacional, siempre pegado a la actualidad.