Álvaro Valdés
Sociedad
La moda que llega: prendas de vestir que ayudan a combatir el calor
Desarrollan un tejido natural y portátil que refleja la luz solar y permite que escape el calor
Un equipo de investigadores de la Universidad de Zhengzhou (China) y de la Universidad del Sur de Australia está desarrollando un tejido natural que podría reducir la temperatura del ambiente. El tejido es portátil y se podrá incorporar a prendas de vestir, zapatos, accesorios e incluso superficies de edificios, para así poder contrarrestar los efectos de gas invernadoro que emiten los sistemas de refrigeración actuales, como el aire acondicionado.
El estudio, que acaba de publicarse en Science Bulletin, explica que el tejido está diseñado para reflejar la luz solar y bloquear los rayos de sol, permitiendo que el calor se disipe y la temperatura baje. “A diferencia de los tejidos convencionales que retienen el calor, estos textiles están hechos de tres capas diseñadas para optimizar el enfriamiento”, dice Yangzhe Hou, uno de los investigadores.
Estas tres capas trabajan en conjunto para ofrecer un enfriamiento efectivo. La capa superior, fabricada con fibras de polimetilpenteno, permite la irradiación eficiente del calor, favoreciendo la disipación térmica. La capa intermedia, que incluye nanocables de plata, incrementa la capacidad del tejido para reflejar la luz solar, impidiendo que el calor adicional alcance el cuerpo. Finalmente, la capa inferior, hecha de lana, aleja el calor de la piel, garantizando que los usuarios se mantengan frescos incluso en las condiciones urbanas más calurosas.
Imagen de Bigstock
“En nuestro experimento, cuando se colocó verticalmente, se descubrió que la tela era 2,3 °C más fría que los textiles tradicionales y hasta 6,2 °C más fría que el entorno circundante cuando se usó como cubierta de superficie horizontal", dijo el investigador
Ahora, se espera que esta tecnología se pueda aplicar de otras maneras diferentes a la ropa, como en muebles o en material de construcción. Eso sí, habrá que esperar un tiempo para verlo, ya que ahora mismo su producción es muy caro y el tejido necesita más observación e investigación para determinar su durabilidad a largo plazo.