¿Qué hubiese pasado si Mafalda hubiese estudiado Medicina? Pues que probablemente se vería reflejada en muchas de las viñetas de la doctora e ilustradora Mónica Lalanda (@mlalanda), referente de la llamada medicina gráfica, que triunfa en las redes sociales con sus tiras cómicas sobre médicos y pacientes y sus comentarios ácidos sobre la actualidad sanitaria. Como una continuación natural de la senda iniciada por el humorista gráfico argentino Quino, –al que Lalanda reconoce como referente, junto a Forges– esta médico de vocación, reconvertida en artista gráfica es capaz de hablar de coronavirus, los dilemas éticos de los médicos o las colas en urgencias...Todo ello con una visión propia, muy ética e irreverente, pero también humorística. Un aspecto muy presente en su blog Médico a Cuadros y su libro “Con-Ciencia Médica” (Editorial Lid, 2018), que pretende demostrar a la población qué deben esperar de los médicos.
"Creo que la clave del éxito viene de un estilo muy sencillo, casi infantilizado de mis dibujos, pero que llega a todos. Además no tengo miedo a decir las cosas como las pienso, con un toque de cierta gracia" reconoce Lalanda a 65ymás, que se confiesa apasionada de Twitter "como una herramienta magnífica de intercambio de información y comunicación, si se usa bien". Aparte de incrementar su producción gráfica durante el coronavirus con ilustraciones sobre los síntomas de la Covid-19, cómo ponerse la mascarilla o alentando a la responsabilidad colectiva, ha conseguido organizar una manifestación virtual para denunciar la precarización del sistema sanitario español, que ha tenido miles de asistentes, previa a la huelga de los MIR. "Auque ya no estoy en primera línea, he querido contribuir con mis dibujos y mi influencia frenar el coronavirus", explica la médico vallisoletana.
Crítica con el precarizado mundo sanitario
Ella misma abandonó hace dos años su puesto como médica de Urgencias, porque se cansó de lo que ella define como "esclavismo". "Me parece que no se puede ser médico y trabajar las 24 horas del día con jornadas maratonianas, remuneraciones precarias y continuo abuso de los jefes que nos tratan como 'peoncitos", opina Lalanda. "Llevo años dibujando sobre la precariedad en los hospitales, pero con el coronavirus esta realidad ha salido a la luz de una forma evidente". Reconoce que le han emocionado mucho los aplausos en los balcones en gratitud a los sanitarios, pero lamenta el ingente número de médicos fallecidos. "Se ha ido a la guerra con tirachinas", comenta en relación a la escasa protección con la que han contado los santiarios durante la pandemia. "Con este virus se ha visto el trabajo generoso y entregado de la profesión", comenta.
Tras más de 27 años en lo que ella denomina como "medicina asistencial", lo dejó todo para dedicarse de lleno a su gran pasión, dibujar. "Siempre tuve una facilidad natural para comunicarme a través de mis dibujos, desde el colegio, pero fue durante mi etapa de más de 16 años como médico en Reino Unido, cuando vi que también era una potente herramienta de comunicación", cuenta Lalanda, que llegó incluso a dar consejos de educación sexual una pareja extranjera a través de unos dibujos en una servilleta. A partir de ahí se formó y basada en la tradición anglosajona fundó su propia plataforma especializada en España, Medicina Gráfica (@GraficaMedicina). "Introducir el cómic en el mundo de la medicina de nuestro país está siendo fascinante", confiesa, y aunque reconoce ciertas reticencias entre algunos compañeros las novelas gráficas pueden aportar mucho tanto a médicos como a pacientes. "La medicina gráfica transmite historias que frecuentemente son invisibles, desde los dilemas de los médicos a los sufrimientos que provoca una enfermedad. Tienen un contenido emocional brutal, que acompaña a muchas personas que se sienten solas ante una enfermedad como el cáncer".
"Falta escuchar a los mayores"
Ente sus viñetas Lalanda también hay espacio para los mayores, las dietas en las residencias, o el debate sobre la muerte digna. "Estamos obsesionados con curar y muchas veces se olvida el acompañamiento hacia la muerte digna, se evitan las concersaciones sobre el final de la vida e incluso los médicos hablamos a los familiares en situaciones difíciles, en vez de a los pacientes mayores", declara. "Tras el paso del coronavirus y la cantidad de muertes en soledad que se han producido, deberíamos reflexionar", opina. "Es imperdonable que miles de mayores hayan muerto solos, separados de sus familiares y enterrados en soledad", comenta.
Y también se muesta muy crítica con cómo se ha abordado la crisis del coronavirus. "Creo que no se ha dado una imagen de sufrimiento real durante el conoravirus, entre otras cosas porque ha afectado a los mayores, a los que se les ha hecho desaparacer de la vista", señala e invitar a recordar que el miedo es algo con lo que nacemos y sirve para protegernos. "Lo que no es normal es la insensatez con la que se lo está tomando la gente joven, ahora principal vector de transmisión del virus", matiza. "Esto es muy serio, mis compañeros médicos narran que esta pandemia ha sido devastadora, que han visto más muertes que en toda su vida y que no hay que dar pasos atrás".
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.