Sociedad

La monja Inah Canabarro, de 116 años, es la nueva persona más longeva del mundo

María Bonillo

Foto: Instagram: @guinnessworldrecords

Miércoles 8 de enero de 2025

9 minutos

Ya ostentaba el título de la monja más longeva del mundo

La monja Inah Canabarro, de 116 años, es la nueva persona más longeva del mundo (Instagram)
María Bonillo

Foto: Instagram: @guinnessworldrecords

Miércoles 8 de enero de 2025

9 minutos

La monja brasileña Inah Canabarro Lucas se ha convertido en la mujer y la persona más longeva del mundo con 116 años, tras el fallecimiento de la japonesa Tomiko Itooka.

La japonesa falleció en la residencia donde vivía en Ashiya, en la prefectura de Hyōgo, el pasado 29 de diciembre, según ha confirmado LongeviQuest, que reúne datos sobre la vida de las personas más longevas del mundo.

Inah, que ya ostentaba el título de la monja más longeva del mundo, siendo además la segunda monja de mayor edad jamás registrada, según recoge Guinness World Records, nació el 8 de junio de 1908 en Sao Francisco de Assis, en Rio Grande do Sul (Brasil).

Estudió en el internado Santa Teresa de Jesús, en Santana do Livramento. En 1934, con 26 años, emitió sus votos religiosos en Montevideo (Uruguay), aunque más tarde regresó a Brasil, donde trabajó como profesora de portugués y de matemáticas en una escuela Tijuca, en Río de Janeiro. Años más tarde, en 1980, asumió un cargo en la Casa Provincial de Porto Alegre.

En su cumpleaños número 110 fue homenajeada y recibió la bendición apostólica del Papa Francisco.

En lo que respecta al secreto de su longevidad, siempre ha afirmado que "es rezar". 

El secreto para una vida longeva

El doctor Manuel de la Peña, descubridor de un yacimiento de supercentenarios en España, afirma que la población de centenarios está creciendo exponencialmente, ya que en la actualidad hay más de 700.000 centenarios en el mundo y España ocupa un lugar destacado con más de 20.000 personas que superan los cien años, posicionando al país como líder en longevidad. Este crecimiento se debe a los avances disruptivos de la medicina y a los hábitos saludables de los supercentenarios. 

En su nuevo libro Guía para vivir sanos 120 años, que va camino de best seller, el doctor destaca las costumbres sanas de la persona más longeva de la historia de la humanidad, la francesa Jeanne Calment, quien vivió hasta los 122 años y mantenía un estilo de vida activo, hasta el punto que a los 100 años iba en bicicleta a los sitios. En su obra también relata los hábitos de María Branyas, una española que alcanzó los 117 años gracias a su filosofía de vida basada en no rodearse de personas tóxicas, consumir probióticos y vivir con fe.

El doctor Manuel de la Peña afirma que el envejecimiento en España es una auténtica bomba demográfica y las personas longevas "han dejado de renunciar a nada", y pone de ejemplo a la británica Manette Baillie que hace unos meses celebró sus 102 cumpleaños saltando en paracaídas desde un avión que volaba a más de 2000 metros de altura. Y cuando cumplió 100 años condujo, en el circuito de Silverstone, un Ferrari a 210 km/h. Para De la Peña, la edad no es un obstáculo para curarse ni para operarse y mucho menos para conseguir tus sueños. De hecho, Servando Palacín, de 109 años, se convirtió en la primera persona en el mundo en recibir un marcapasos. 

El profesor se muestra partidario de adoptar decisiones saludables de forma natural y, de hecho, en su tercera edición de la Guía para vivir sanos 120 años, desvela los secretos de los centenarios y supercentenarios para llegar a ser tan longevos, donde relata con historias llenas de ternura que siempre han sido personas de costumbres muy sanas.

El denominador común de todos ellos es que tienen un pensamiento positivo, una mente activa, ganas de vivir, no fuman, son flacos y flacas, cuidan su alimentación, basada en productos de la tierra, como frutas y verduras, que aportan pocas calorías y muchos nutrientes. Suelen caminar todos los días, dar paseos o incluso bailar, evitan el estrés emocional, tienen buenos hábitos de sueño, no se rodean de personas tóxicas, tienen un propósito de vida, vigilan su colesterol, controlan su tensión arterial, cuidan su microbiota, viven invadidos por la fe, serenidad y espiritualidad, tienen sentido del humor, viven con gran conexión social y se sienten útiles hasta el último día.

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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