Morir solo en casa durante la pandemia: la otra gran tragedia olvidada del Covid

Dicen que existimos mientras haya alguien que nos recuerde y, faltaría decir, que nos acompañe en ese último viaje. Por eso, tres años después de que el coronavirus llegase a nuestras vidas en la primavera de 2020, dejando cientos de miles de españoles fallecidos por Covid, en 65YMÁS hemos querido poner el foco en aquellos mayores que tuvieron que morir solos en sus casas durante el primer año de pandemia, marcado por el confinamiento y en ocasiones con limitaciones de acceso a la atención médica.

Al horror vivido hospitales y residencias –en las cuales murieron casi 20.000 mayores residentes aislados durante el estado de alarma–, habría que añadir el agravante de aquellos que tuvieron que hacerlo solos en sus domicilios particulares, sin nadie que les despidiese o acompañase. Éstos son, según los que lo vivieron en primera línea, los grandes olvidados de la pandemia, que aunque menores en número ya que los hospitales fueron el lugar donde más personas fallecieron, dejaron una de las caras más duras de otra de las epidemias que aún persiste: la soledad no deseada, que afecta a más de 2 millones de personas mayores en España.

"La pandemia ha expuesto las deficiencias sociales y el edadismo"

"El coronavirus ha expuesto las deficiencias, las vergüenza e incluso las negligencias que ya existían, fruto de una sociedad que padece de un edadismo atroz. Antes de la pandemia ya existían muertes en soledad de mayores, pero el Covid ha hecho que fuesen más numerosas, debido al aumento de vulnerabilidad del colectivo, sin que se tomasen medidas para identificar a estas personas adecuadamente o ayudarles", considera Andrés Losada, vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontólogía (@seggeriatria) y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. "En el caso de la atención a domicilio, se dejó todo a manos de los cuidadores, ya de por sí sobrecargados y hubo importantes negligencias", sostiene.

Una opinión similar es la que mantiene Jose Angel Palacios, portavoz de la ONG que lucha contra la soledad no deseada Grandes Amigos (@GrandesAmigos__​). "Haciendo balance de estos tres años y con la pandemia ya medio superada, parece que hemos vuelto a la casilla de salida, en la que los mayores vuelven a ser los grandes ignorados. Todo ello tras haber sido las grandes víctimas del Covid tanto en hospitales, residencias, así como en sus propios domicilios, en los que muchos murieron solos. Además es importante reseñar que gran parte de ellos no fallecieron por coronavirus, sino por el deterioro de su estado de salud fruto del confinamiento y el aislamiento", denuncia.

Las cifras siguen sin reflejar su número real

Encontrar cifras específicas de mayores que murieron solos en sus casas no es una tarea sencilla, ya que la soledad no deseada es un problema “complejo” y todavía poco institucionalizado. Menos aún si hablamos del contexto pandémico, sobre todo en la primera ola, cuando las cifras oficiales no siempre pudieron contabilizar los fallecidos reales o sus causas. Pero según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de las 493.776 personas que fallecieron en España en 2020 por diversas causas incluido el Covid, más del 429.600 fueron mayores de 65 años (cerca del 87%).

Por lugar de ocurrencia del fallecimiento, los hospitales fueron los que mas personas muertas registraron en 2020, más 266.235 (229.355 de ellas mayores de 65 años), pero sorprende que el segundo lugar donde más muertes se contabilizaron fuesen los domicilios particulares con un total de 132.664 (115.138 de ellos personas mayores), muy lejos de las registradas en la residencias de mayores con 73.200 (71.609 mayores de 65 años). De ellas, solo 4.030 fueron identificadas con Covid o síntomas similares en sus domicilios.

Y pese a ello, las administraciones tardaron meses desde el inicio de la pandemia en contabilizar los fallecidos en domicilios, pese a la insistencia de los expertos y el propio 65ymás, que demandó en varias ocasiones estas cifras. No obstante, aún no sabemos cuántas de ellas murieron solas. Tan solo la alarma que encendieron los bomberos de ciudades como Madrid o Barcelona alertando que durante el confinamiento hubo un incremento del 57% de las intervenciones en casas de personas que vivían solas. Solo en Madrid se encontraron 62 personas fallecidas solas durante el confinamiento.

Un golpe para la salud mental de los cuidadores

Desde la Plataforma de Ayuda a Domicilio (@UnitariaA), la primera línea de cuidadoras que atendía a estas personas confirman que "hubo un gran número de personas mayores que vivían solas en sus domicilios y que fallecieron en soledad durante 2020. Todos conocimos varios casos. Pero no se ha hablado apenas de ellas, han sido las grandes olvidadas de la pandemia, junto con la sociosanitarias que íbamos a trabajar a los domicilios con miedo a contagiarnos, pero con pánico a contagiarles a ellos por ser población vulnerable", explica a 65ymás una de sus trabajadoras, Concha Real.

"En 2020 fuimos declarado servicio esencial y tuvimos que salir a la calle sin EPIS ni protección, con la responsabilidad del posible contagio a tus espaldas. Hacíamos de todo, comprábamos alimentos, medicamentos, duchábamos a las personas mayores con nada más que una mascarilla... Yo todavía estoy pasándolo mal, lloré mucho en esa época y aún no he superado el duelo. Vi fallecer a una de mis usuarias contagiada por Covid, que luego yo contraje y aún no me he recuperado de ese golpe", confiesa Concha, quien tres años después denuncia que aún no se ha cambiado ni la atención a los mayores en situación de dependencia, ni los recursos que precisan.

Una de cada cinco personas mayores de 65 años viven solas en España

Entidades como la Fiscalía General del Estado llevan años alertando sobre  la necesidad de mejorar "notablemente" la asistencia social a personas mayores y con discapacidad que viven en soledad ante el incremento de fallecimientos registrados en su domicilio sin que nadie tenga conocimiento de ello, considerados como la peor consecuencia de la soledad no deseada. "Se palpa en diversas memorias la preocupación por situaciones cada vez más frecuentes de personas mayores solas, sin red de apoyo, las pensiones de que disponen no son suficientes para una adecuada atención en domicilio y los servicios ofrecidos por las administraciones resultan escasos", aseguran desde la Fiscalía en su última Memoria Anual.

En este sentido, señala que los datos del INE "son demoledores" y plantea la necesidad de "cambiar y corregir parcialmente el foco de atención de los ingresos en centros residenciales para tener en cuenta el problema de la vida en soledad de mayores y con discapacidad".  Según datos del Observatorio de la Soledad de la Fundación Once (@Fundacion_ONCE), 4.849.900 personas viven solas en España, de las que 43% tiene más de 65 años. Es decir, una de cada cinco. Además, un tercio de ellos, son mujeres. Pero uno de los efectos de la pandemia ha sido que "el aislamiento y la soledad afecta mucho más y con más intensidad a los que ya la sufrían", concluye Carles Barbera desde la ONG catalana Amigos de los Mayores (@AmigosMayoresEs).