
Muere el 'hombre del brazo de oro': su sangre salvó a 2,4 millones de bebés
El australiano James Harrison, de 88 años, realizó más de 1.000 donaciones

James Harrison, el donante de sangre y plasma más prolífico del mundo, ha fallecido a los 88 años. Conocido como el 'hombre del brazo de oro', el australiano era conocido por salvar la vida de más de dos millones de bebés gracias a donar plasma, algo que hizo más de 1.100 veces.
Tal y como explican desde la página web de Cruz Roja Australiana 'Lifeblood', Harrison tenía el anticuerpo Anti-D, que se utiliza para fabricar un medicamento que es capaz de salvar la vida de bebés que aún no han nacido. Porque este medicamento se administra a las madres, cuya sangre puede atacar a los bebés y poner en peligro su vida.
Si alguien se pregunta por qué Harrison empezó a realizar estas donaciones, la respuesta es muy sencilla: cuando tenía 14 años tuvo que someterse a una operación de pulmón y recibió muchas transfusiones de sangre. Cuando se despertó, tenía claro que iba a donar para salvar vidas.
De esta forma, a los 18 años comenzó a donar y lo hizo de forma ininterrumpida cada 15 días hasta 2018, cuando ya tenía 81 años.
En 'Lifeblood' han podido hablar con su hija Tracey Mellowship, quien asegura que su padre era un "humanitario de corazón, pero también muy divertido".
"También estaba muy orgulloso de haber salvado tantas vidas, sin ningún coste ni dolor. Le hacía feliz saber que había muchas familias como la nuestra que habían sobrevivido gracias a su generosidad. Él siempre decía que no duele y que la vida que salves podría ser la tuya", añade su hija.
Australia has farewelled a real-life superhero, James Harrison, also known as the ‘Man with the Golden Arm’.
— 10 News First (@10NewsFirst) March 3, 2025
James was an extraordinary person whose blood helped save 2.4 million Australian babies.@lifebloodau pic.twitter.com/uRS5CUWC8Y
Por su parte, el director ejecutivo de 'Lifeblood', Stephen Cornelissen AM, no ha querido dejar pasar la oportunidad de rendir homenaje a James y le ha dedicado unas emotivas palabras: "Fue una persona extraordinaria, estoicamente amable y generosa, que se comprometió a dedicar toda su vida a la donación y conquistó los corazones de muchas personas en todo el mundo", asegura.
Y añade: "James creía que sus donaciones no eran más importantes que las de cualquier otro donante y que todos pueden ser especiales como él".
El director ejecutivo asegura que el australiano donó 1.173 veces sin esperar nada a cambio, y lo siguió haciendo después del fallecimiento de su esposa, quien también era donante: "Deja un legado increíble y tenía la esperanza de que algún día alguien en Australia superara su récord de donación".
Ahora que James ya no está, su sangre seguirá salvando vidas y tanto 'Lifeblood' como un equipo de investigación de WEHI están trabajando en un proyecto que han denominado 'James en un frasco', que tiene como objetivo cultivar el anticuerpo anti-D en el laboratorio. Gracias a la sangre de James y de otros donantes han conseguido cultivar este anticuerpo para que algún día se pueda seguir salvando vidas a bebés que aún no han nacido, pero esta vez no solo en Australia, sino en todo el mundo.