Sociedad

Una mujer de 85 años vive desde hace dos años en el pasillo de una residencia para estar con su hijo

Laura Moro

Foto: Centro sociosanitario El Pino

Martes 14 de marzo de 2023

5 minutos

Francisca tiene casa, pero prefiere dormir cerca de su hijo, ingresado en Salud Mental

Una mujer de 85 años vive desde hace dos años en el pasillo de una residencia para estar con su hijo
Laura Moro

Foto: Centro sociosanitario El Pino

Martes 14 de marzo de 2023

5 minutos

Desde hace casi dos años, Francisca, una mujer de 85 años, vive en el pasillo de El Pino, una residencia sociosanitaria de Las Palmas de Gran Canarias, donde su hijo está ingresado. El centro está orientado a personas con problemas de salud mental, y según ha podido saber Canarias 7, las instituciones públicas son conocedoras de esta situación, y aún no han podido dar respuesta al problema de la mujer.

Según el medio canario, la mujer empezó durmiendo en una de las butacas que hay en las zonas comunes del complejo. Cuando el personal del centro se enteró que la mujer se quedaba las noches en la planta baja, le explicaron que no podía hacerlo, y dejó de hacerlo. No obstante, lejos de irse a su casa, se quedaba a dormir en la zona del muelle de carga del edificio.

La alternativa de Francisco llegó a oídas de la consejera de Políticas Sociales del Cabildo de Gran Canaria, Isabel Mena, y pidió al centro que dejaran a la mujer quedarse allí a pasar la noche. "Es que se me parte el alma", aseguró la consejera, según recoge el medio canario.

 

Una mujer de 85 años vive desde hace dos años en el pasillo de una residencia para estar con su hijo

 

"Es una historia muy triste", lamenta la consejera. Lo cierto es que tanto los trabajadores de la residencia como la Dirección General de Dependencia y Discapacidad de Gobierno de las Islas Canarias son conocedores de esta situación, y han intentado encontrar una solución, pero lamentablemente esta aún no ha llegado.

"Francisca quiere vivir con su hijo dentro de la habitación", explica la consejera al medio canario. El deseo de la mujer no se puede cumplir porque va contra las normas, y tampoco se le puede ofrecer una plaza en el centro porque no cumple con los requisitos.

Como han explicado al medio, en 2018, Francisca comenzó a tramitar la dependencia y obtuvo el primer grado, el más bajo de todos los posibles, y que no incluye el derecho a una plaza sociosanitaria. Lo que sí que tiene reconocida es una discapacidad del 80%, pero tampoco le permite vivir en la residencia con su hijo.

El centro le ha facilitado una cama plegable

La mujer no quiere dejar solo a su hijo, y aunque tiene una vivienda, prefiere estar cerca de él, aunque eso implique dormir en los pasillos del centro. Los trabajadores han explicado al medio mencionado anteriormente, que no están seguros de si Francisca acude a su casa a ducharse y cambiarse de ropa o lo hace en los baños del centro. 

Tampoco creen que tenga problemas para llegar a final de mes, ya que son conocedores de que recibe una pensión. Lo que le pasa a Francisca es que quiere pasar tiempo con su hijo, con quien pasa los días paseando por las calles cercanas al centro.

Rosa Rubio, fiscal delegada de la Especialidad Civil y de Protección Jurídica de las Personas con Discapacidad en Canarias, ha explicado al medio que el caso de Francisca se puso en conocimiento de la Fiscalía porque pensaron que podía tener un problema de salud mental del que no estaba diagnosticada, pero el expediente se cerró porque la mujer tiene plena capacidad de decisión.

 

Una mujer de 85 años vive desde hace dos años en el pasillo de una residencia para estar con su hijo

 

Finalmente, el centro ha facilitado a la mujer una cama plegable para que pueda descansar por las noches más cómodamente, y no lo haga en una butaca. Pero saben que esta no es la solución. De hecho, desde el Cabildo de Gran Canaria han pedido a Fiscalía el ingreso no voluntario de la mujer. Para que esto se convierta en una realidad, se necesita que desde el Instituto Anatómico y de Ciencias Forenses emitan un informe, y esto implica que un profesional valore a Francisca.

Aunque puede parecer que esta es la solución más práctica y fácil, lo cierto es que, para que el trabajador pueda evaluar a la mujer, previamente se tiene que enviar una carta a la casa de la mujer, donde actualmente no vive y no se sabe si acude, y citarla para realizar la valoración. El hecho de que Francisca no acuda a su casa es, a día de hoy, el principal obstáculo para que puedan concederle la plaza, según apuntan los servicios sociales.

Aunque, como apunta la fiscal, Rosa Rubio, hay que "respetar la voluntad" de las personas. La profesional ha querido hacer referencia también a la entrada en vigor de la nueva ley 8/2021 que reformó tanto la legislación civil como la procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica. 

No obstante, ante la peculiaridad de la situación de Francisca, no se descarta que se hagan las cosas de manera distinta, y madre e hijo puedan vivir juntos, en igualdad de condiciones.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

… saber más sobre el autor