Cada vez es más habitual ver a personas mayores que tatuándose, algunos con los nervios y la ilusión de la primera vez, y otros tan acostumbrados y seguros como los más jóvenes. Carmen Navas es una más, y es que a sus 78 años ha conseguido cumplir su sueño y tatuarse una pequeña luna creciente en la barbilla.
Carmen nació en Melilla, de donde se fue a los 20 años, tras casarse. "Allí, siempre he visto a las mujeres marroquíes con tatuajes en manos y cara y me encantaban", contaba a NIUS, asegurando que llevaba mucho tiempo deseando hacerse ese tatuaje, "pero primero mi padre no me dejaba, y luego con la casa y los hijos, no he tenido tiempo".
No ha sido hasta que ha sido "independiente y libre de poder decidir lo que quería", cuando ha podido finalmente tatuarse. "Cuando ya estamos mayores, si no nos empujan a hacer algo, no lo hacemos", explicaba.
Aunque fue una de sus hijas quien le dio la sorpresa, primero pidiendo cita con un tatuador y después llevándola sin saber nada hacia su gran cita, de la que salió "feliz".
Después de realizado su sueño, Carmen se pregunta "¿por qué los mayores no podemos tatuarnos?", ya que han sido muchas las personas que se han sorprendido por su tatuaje, creyendo incluso que es pintado. Aunque también ha habido quien le ha aplaudido el valiente gesto, que proviene de una pasión que comparte con algunos miembros de su familia, como sus hijos y nietos. Una de sus nietas incluso se ha hecho el mismo tatuaje en el brazo, aseguraba.
Aquellos que dicen que no es posible hacerse solo un tatuaje saben de lo que hablan, de hecho, Carmen ya están pensando en su próximo tatuaje. "Quiero ponerme mi nombre y apellido haciendo la forma de mis cejas", contaba.