Hace un año, Cristina Rodríguez Cadenas fallecía debido a un cáncer, que llevó en casi total secreto hasta el último momento, ya que, tras ver como su madre sufrió por la misma razón, no quería pasar por lo mismo. Así, Isabel López, la hija de un matrimonio que habían sido sus mejores amigos, fue una de las dos personas que supieron la dura realidad que afrontaba Cristina, así como su última voluntad, que fue legar gran parte de sus ahorros para la investigación sobre el cáncer.
"No le enseñó el pecho ni a su médico y a mí me hizo prometer que no lo diría. Seguramente no quería recibirtratamiento porque no quería sufrir como su madre o hacer a otros sufrir", explicaba Isabel a El Progreso, quien, junto a sus tres hermanas, fueron a las que Cristina dejó su herencia.
Así, estas hermanas fueron las encargadas de que los deseos de Cristina tras su muerte se cumpliesen. Uno de ellos fue que 100.000 euros de sus ahorros se dirigiesen a la Asociación Española contra el Cáncer de Lugo (@ContraCancerLU). "Tenía muy claro que quería que fueran destinados para investigación sobre cáncer", aseguró Isabel.
Este no fue su único deseo, sino que Cristina también legó otros 100.000 euros a Mensajeros por la Paz del Padre Ángel. Por todo ello, la Asociación Española contra el Cáncer de Lugo la homenajeó en el acto que organizaron este jueves, en el que dieron a conocer sus ayudas a la investigación.
En este sentido, la presidenta de la asociación en Lugo, Mariluz Abella, afirmaba que este legado se destinaría "integro" a proyecto sobre metástasis en cáncer de pulmón, algo por lo que se han mostrado "muy contentos".
"No quería que lo supiese nadie"
Cristina se fue a vivir con Isabel después de que esta le llamase un día para decirle que quería irse a vivir a una residencia, ya que estaba esperando una operación de cadera. El dolor le impedía moverse la mayor parte del tiempo sin ayuda, sin embargo, Isabel no lo permitió. "Le dije que nada de eso, que se venía a mi casa hasta la operación y, cuando se recuperase, podía volver a Monforte si quería", explicaba Isabel, quien acababa de quedarse en paro, por lo que tenía más tiempo para ayudar a Cristina. "No iba a permitir que la mejor amiga de mis padres se tuviera que ir a una residencia", aseguraba.
Fue entonces cuando Isabel se enteró de lo que le pasaba realmente a Cristina cuando, ya en su casa, vio cómo tenía el pecho. Como las madres de ambas habían fallecido por culpa de la misma enfermedad, tenían claro de lo que se trataba sin necesidad de un diagnóstico. "No quería que lo supiese nadie", aseguraba Isabel, quien destacaba la generosidad de Cristina por encima de todo.
"Llevaba con síntomas desde hacía 7 años y para entonces ya estaba en muy mal estado. Pensábamos que tenía un problema de artrosis de cadera pero, en realidad, era metástasis ósea, tenía la pelvis destrozada", detallaba.
Aunque Cristina pasó finalmente por la operación de cadera, tras la que consiguió recuperar algo de movilidad, falleció debido al cáncer, algo que Isabel y sus hermanas no esperaban que fuese a ocurrir tan pronto.
Cáncer en personas mayores
En España, el cáncer es una de las principales causas de mortalidad. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, el cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte en España, que estima que en 2023 se diagnosticarán 279.260 nuevos casos, buena parte de los cuales afectarán a personas mayores.
La edad supone un factor importante a tener en cuenta, ya que, según ha señalado anteriormente la Sociedad Española Médica, existe un patrón semejante para muchos tipos comunes de cáncer. Un ejemplo de ellos es que la edad media en la que se diagnostica el cáncer de mama está en los 61 años, el cáncer de colon a los 68, el de pulmón a los 70 y el de próstata a los 66.
En concreto, el cáncer de mama, que se puede dar tanto en mujeres como en hombres, es mucho más común en mujeres, siendo el tumor más frecuente en la población femenina. Es más, el riesgo de padecerlo aumenta a medida que envejecemos, siendo mayor ese riesgo a partir de los 50 años.
La prevención y el diagnóstico son fundamentales en estos casos, razón por la que la Comisión Europea pedía el pasado mes de septiembre a los gobiernos europeos más pruebas diagnósticas y ampliar el rango de edad para realizarlas como parte de las medidas necesarias para mejorar la detección temprana del cáncer de pecho, de cuello uterino y de colon, así como ampliar las pruebas de prevención a otras tres tipologías de cáncer: el de próstata, de pulmón y estómago.
En concreto, Bruselas planteaba ampliar el grupo de edad para el análisis del cáncer de pecho a mujeres de entre 45 y 74 años, frente al rango de entre 50 y 69 años que se contemplaba hasta ahora.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.