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La brecha de género afecta de lleno a la actual generación de jubilados y jubiladas de España. Dos de cada tres mujeres optan por prejubilarse anticipadamente frente a uno de cada tres hombres, según el reciente estudio realizado por el psiquiatra y psicoterapeuta Bartolomé Freire (@doctorfreire) sobre la jubilación en España y publicado en el libro La Jubilación, de Lid Editorial (@lideditorial). Más hombres prefieren atrasar su jubilación y, cuando llega, se centran en la dedicación a una tarea. Las mujeres, por el contario, viven esta etapa como una liberación frente a un pasado cargado de obligaciones por su condición de hijas, esposas, madres y amas de casa, además de trabajadoras.
La formación, el tipo de trabajo, y los diferentes roles de género afectan a los sentimientos de los jubilados y jubiladas. La generación estudiada por el Dr. Bartolomé Freire, actualmente jubilada, ha vivido una infancia y juventud en las que se consideraba que los estudios eran un recurso preferentemente masculino y los hombres debían ejercer el rol de proveedores económicos de la familia. Cuando llega la jubilación tienen sensaciones de vacío y pérdida. Ellas, por su parte, tuvieron que dejar su empleo al casarse, y supeditaron sus aspiraciones laborales a las necesidades de cuidado de su familia.
A las mujeres jubiladas no les preocupa estar inactivas, no saber gestionar su tiempo o quedarse socialmente aisladas, ya que están más habituadas a compaginar diversas funciones, fuera y dentro de casa y a transitar de unas a otras. Por otra parte, asegura el Dr. Bartolomé Freire, "la tendencia femenina a implicarse más personalmente en sus relaciones les sirve de apoyo a la hora de enfrentarse a cambios importantes".
Bartolomé Freire y su hija, la actriz Cecilia Feire
Según el mismo estudio, en las mujeres con estudios primarios y trabajos más básicos se dio un porcentaje del 70% de prejubilaciones voluntarias. Decisión que relacionaron con su insatisfacción o incomodidad laborales y problemas familiares o de salud personal. Mientras que, solamente un 50,5% de las tituladas universitarias, con mayores incentivos y recompensas en sus trabajos, decidieron prejubilarse para iniciar nuevos proyectos, entre los que destacaron hacer un voluntariado social.
Las jubiladas se quejan más frecuentemente de la merma de ingresos que supone su pensión, sobre todo las que viven solas. En general, las mujeres ganaban menos, tuvieron vidas laborales más cortas e interrumpidas y cotizaron menos tiempo a la Seguridad Social. Por todos estos motivos sus pensiones son más bajas y sus ahorros más reducidos.
'Disfrutadoras', exploradoras y dedicadas a sí mismas
Dos tercios de las jubiladas estudiadas priman el disfrute a la hora de poner en marcha sus iniciativas o tratan de ampliar sus horizontes y completarse como personas. Son, según el doctor Bartolomé Freire "disfrutadoras" y “exploradoras”. Las primeras conciben la jubilación como una época idónea para gozar libremente de las diferentes opciones de vida a su disposición: “Ahora hago lo que me apetece cuando me apetece”, podría ser su divisa.
Las segundas la aprovechan para hacer realidad alguna asignatura pendiente o renovarse personalmente: “Quería ser libre, sobretodo romper con la disciplina, dedicarme a la investigación, dejar los viajes en metro… mi pensamiento era el mismo que cuando me divorcié: Voy a dar un corte a mi vida, ¡plas!, y hacer algo diferente”… También dejar de tener responsabilidades: mis hijos por edad ya son autónomos, de forma que volví a tener 20 años”.