Sociedad

Las mujeres mayores no denuncian: "Nadie les ha enseñado lo que es la violencia de género"

Laura Moro

Foto: Bigstock

Sábado 25 de noviembre de 2023

14 minutos

También influye el miedo a la soledad, el 'qué dirán' y la incertidumbre del futuro

Maltrato a mayores
Laura Moro

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Sábado 25 de noviembre de 2023

14 minutos

7 de las 52 mujeres que han sido asesinadas en lo que llevamos de año tenían más de 60 años. De todas ellas, solo 13 (25%) habían interpuesto previamente una denuncia, según los datos que maneja el Ministerio de Igualdad

El porcentaje tan alto de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas que no habían denunciado es preocupante, y aunque tal y como nos explica a este medio, Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), no se tienen “estadísticas sobre el porcentaje total de denuncias presentadas en función del rango de edad. Pero sí disponemos de ese dato en los casos de mujeres asesinadas. Y los datos nos muestran que son poquísimas las mujeres de esa edad que decidieron denunciar a sus agresores: en 2021 hubo 4 víctimas mortales mayores de 65 años, y ninguna denunció. En 2020, fueron 10 las mujeres de esta edad asesinadas, y solo se presentó 1 denuncia (12,5 % de las denuncias presentadas por las víctimas mortales de ese año). En 2019, tampoco denunció ninguna de las 4 víctimas, y lo mismo ocurrió entre 2016 y 2018 (ambos incluidos) cuando la cifra de mujeres mayores de 65 años asesinadas, suma 17”, nos detalla Carmona.

Pero, ¿por qué no denuncian las mujeres mayores? Desde la Asociación ALMA contra la Violencia de Género nos comentan que la educación que recibió esta generación es una de las explicaciones a esta pregunta: “Crecieron en una época en la que el hombre era el que mandaba y había que obedecerlo. Seguramente, muchas de ellas lo vivieron desde pequeñas”, apuestan.

Los valores de aquella época se unen a que, independientemente de la edad, para una víctima dar el paso es muy difícil, y superado “un determinado umbral de edad, la dificultad es aún mayor. Al bloqueo, al miedo y al sentimiento de culpa y vergüenza que sufren todas las mujeres víctimas de violencia machista, se unen en el caso de las más mayores otro tipo de condicionantes, fruto de la educación que han recibido y del entorno en el que han crecido. También pueden darse otro tipo de situaciones, derivadas de problemas de salud, de movilidad… que hagan aún más difícil poner la denuncia. Son mujeres con mayor riesgo de aislamiento y soledad”, apunta Carmona.

Por su parte, Ana Crespo, psicóloga de Heroicamente, cuenta con formación avanzada en Violencia de Género y tratamiento del trauma con perspectiva de género, nos ha explicado que, efectivamente, "las mujeres mayores se encuentran en una situación de vulnerabilidad mayor que las jóvenes, porque no olvidemos que los agresores normalmente suelen aislarlas, y las obligan a cortar todos los vínculos familiares y de amistades que tienen".

Del mismo modo, la abogada Leticia López de Pablo nos ha contado que otro de los motivos que llevan a las mujeres mayores a no denunciar es "el cambio en cuanto a su situación futura, que podría resumirse en un '¿qué va a ser de mí?' Porque tengamos en cuenta que en muchos casos son personas que llevan muchos años de matrimonio", asegura la abogada.

"Hoy se visibiliza más la violencia de género y la violencia sexual, pero hace unos años esto no era así, y no se hablaba nada. Había que guardar el secreto porque era una vergüenza haber sido agredida, algo que ahora también sigue pasando", nos cuenta Yolanda Trigueros del Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual de la Comunidad de Madrid (CIMASCAM). 

Esto, en el ámbito rural, hace que sea todavía más difícil plantearse siquiera el denunciar: “El ‘qué dirán’ hace mucho daño, y más cuando está ligado, como comentábamos a una mentalidad que podría resumirse en ‘ni lo voy a denunciar, ni me voy a separar, porque es lo que me ha mandado Dios, y lo tengo que aceptar’”, lamentan desde la Asociación ALMA. Y de hecho, tal y como nos confirman desde el Observatorio, las mujeres rurales son todavía más vulnerables porque “se ha comprobado que las víctimas mortales de esa edad residían en su mayor parte en entornos rurales, en localidades pequeñas (menos de 100.000 habitantes), lo que añade un plus de vulnerabilidad por cuanto se trata de sociedades más cerradas, en las que es más difícil reconocerse víctima y es más difícil denunciar”.

"Las mujeres del medio rural mayores han interiorizado los roles de lo masculino y lo femenimo. Esto, unido a la creencia de que lo que ocurre en el hogar tiene que quedarse dentro de casa, y a que para ellas es muy difícil separarse porque han asumido que es lo que les toca, y que poniendo de su parte y haciendo que el hogar funcione, van a ser felices, y sobre todo, van a hacer felices a sus hijos", nos cuenta Carmen Quintanilla, presidenta de la Asocación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer). Todo esto agrava la situación de las mujeres mayores.

Quintanilla asegura que muchas de ellas piensan "que ya es tarde para poder tener una vida feliz y en libertad. Todo esto está relacionado también con el edadismo y con la creencia de que a cierta edad no puedes iniciar nuevos proyecto, una nueva vida". 

La incertidumbre, la desigualdad económica y "no tener la perspectiva que tiene alguien más joven de poder rehacer su vida, buscar trabajo, formarse", hacen que las mujeres dedican no denunciar. "Casi siempre es por motivos económicos, tener que abandonar su hogar o incluso culpabilidad", matiza la abogada. Por eso, y como nos recuerda la Crespo, "para las mujeres mayores es súper importante que puedan contar con recursos, y que no se sientan solas, ni desprotegidas si finalmente deciden denunciar". Y es que el miedo a la soledad es para la presidenta de Afammer, otro de los grandes impedimentos para estas mujeres, porque han "reducido sus círculos sociales en contra de su voluntad".

"Para protegerse normalizan la violencia"

'Mírame, soy visible', la exposición que visibiliza la violencia de género en mujeres mayores. Foto: Bigstock

Por si fuera poco todo lo expuesto anteriormente, la brecha digital que afecta a muchos mayores tampoco ayuda: “Están muy limitadas de información y además no saben utilizar muchas herramientas digitales”, aseguran desde la Asociación.

La mejor forma de luchar contra este desconocimiento es, evidentemente, la formación, pero también los medios de comunicación, tal y como nos aseguran desde el Observatorio y la Fundación ALMA: “Para estas mujeres es fundamental la ayuda familiar y también la colaboración de los medios de comunicación, en especial los medios audiovisuales, en la lucha contra la violencia de género. Las campañas televisivas llegan a muchos millones de personas que, en muchos casos, solo se informan a través de este medio de comunicación”, apunta Carmona.

"Las campañas de concienciación son muy importantes porque les hacen ver que quien tiene la culpa de todo lo que les está pasando es el agresor, nunca la víctima", añade la psicóloga.

Como ejemplo del efecto que tienen los medios en la lucha contra la violencia de género, desde la Asociación ALMA nos aseguran que cuando Telecinco emitió el documental sobre Rocío Carrasco, uno de los programas de la cadena contó con ellos para una intervención de apenas unos segundos, pero que les sirvió para que las llamadas a su teléfono aumentaran de manera considerable: “Nada más terminar el programa empezamos ya a recibir llamadas, de ahí que los medios sean tan importantes para que nos conozcan y nos puedan localizar”

Y es que, visibilizar la violencia de género a través de una campaña publicitaria o de un testimonio en primera persona puede ayudar a estas mujeres a darse cuenta de que son víctimas de malos tratos, algo que muchas de ellas no saben: “Hay que explicarles todo muy bien porque si no, ¿cómo contrarrestas algo que llevan viviendo tantos años? Tienen que entender que lo que están viviendo no es normal, por muy normalizado que ellas lo tengan”. 

Ahora bien, estas campañas, tal y como denuncia la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), las mujeres mayores no tienen tanta presencia ni en estas campañas, ni en los medios "con lo cual, la respuesta del sistema social no está adaptada a su singularidad", argumentan. Por eso desde la Plataforma piden que se tenga en cuenta a este tipo de perfil y se informe de su vulnerabilidad.

Que las campañas tengan en cuenta la diversidad de perfiles y de mujeres, serviría para que las víctimas se reconozcan y pidan ayuda:"A cualquier edad es muy difícil darse cuenta de que estás siendo víctima de malos tratos porque psicológicamente para poder sobrevivir, aprenden a justificar lo que está pasando. En su cabeza se repiten muchas veces que 'no es para tanto', que serán ellas, que esto eso normal...Y lo que hacen es terminar normalizando cualquier tipo de violencia", nos explica Crespo.

Y añade: "Cuanto más tiempo llevas con tu agresor, más difícil es salir de ahí, porque al final la violencia de género es un círculo donde nos encontramos con la fase de luna de miel, que es cuando ellos te piden perdón, y con la fase de tensión, que es cuando empiezan las agresiones. Y otra vez, vuelta a empezar. Es una montaña rusa y funciona como una adicción, que cuanto más tiempo se lleva dentro, más difícil es salir de ella".

"Muchas mujeres no reconocen haber sido violadas"

 

Pero las mujeres no son las únicas que deben saber identificar la violencia de género y desde la Asociación ALMA, ponen también el foco en los hombres condenados por malos tratos a través de los cursos ‘Regenera’: “De nada vale castigar a una persona si no le explicas el porqué, y lamentablemente muchos de ellos no saben que lo que han hecho está mal, y aunque algunos no van a cambiar de opinión, la gran mayoría nos dicen, que nadie les ha explicado que ese comportamiento está mal”.

 

“Si no dedicamos tiempo a enseñar a la sociedad qué es la violencia de género y que tipos de comportamientos están mal, una mujer que lleva 50 años viviendo así, no va a cambiar su forma de pensar”, añaden desde la Asociación.

Porque de nuevo la educación vuelve a ser la solución, tal y como apunta Crespo: "Hay que hablar mucho de los mitos del amor romántico para que vean que cualquier relación se puede acabar y no pasa nada. Se les pueden dar datos de separaciones y divorcios, y explicarles que es muy importante que miren por ellas y por lo que les va a hacer sentir mejor".

También es muy importante el papel que ejercen las personas que atienden a las víctimas: “Tienen que entender cuál es su pensamiento porque si no las entiendes, difícilmente las vas a poder ayudar. Muchas veces lo que ocurre es que más que enseñar y hacerles ver lo que ocurre, se las presiona. Nosotros nos encontramos con muchas mujeres que no reconocen haber sido violadas en sus relaciones porque entienden que es su obligación como pareja, y para evitar situaciones agresivas. Cuando les explicas que es una violación, se les viene el mundo encima”, aseguran desde la Fundación Alma.

Sobre las personas que atienden a estas mujeres, desde el CIMASCAM ponen el foco en lo que, lamentablemente es una realidad: "En salud general y en salud mental, ocurre muy a menudo que estas mujeres llegan con muchos malestares y directamente se les medica. Les dan antidepresivos y otro tipo de medicaciones para rebajar la ansiedad y el malestar, pero muchas veces no se les pregunta qué les pasa". 

De igual modo, que el entorno de estas mujeres tenga presente las circunstancias en las que crecieron, es muy importante para poder ayudarlas: "Aunque es un proceso que tienen que hacer ellas, es fundamental que el entorno no las deje de lado, aunque ellas mismas se lo pidan, porque al final forma parte de la manipulación. Tienen que sentirse apoyadas y queridas, y además les ayuda a tener otros modelos relacionales de referencia, que les ayuda a ver que la situación que viven en su casa y con el resto de sus familiares y amigos, les ayuda".

Además, desde la PMP consideran necesario que se establezcan protocolos de detección de violencia de género específicos dirigidos a mujeres mayores para su aplicación en centros de mayores y otras instituciones públicas a los que asistan personas mayores de 65 años, el desarrollo de programas de formación destinados a los servicios y recursos especializados en atención y protección a víctimas de violencia de género y la implementación de líneas de trabajo destinadas a ajustar las características de los recursos a las necesidades de las mujeres mayores, con especial atención a facilitar el acceso, agilizar la respuesta y evitar la revictimización.

Denunciar, "su último cartucho"

Una unidad pionera contra el maltrato de mayores de Barcelona cuadruplica la detección de casos

La abogada López de Pablo nos explica que "las personas mayores que deciden denunciar por violencia se lo han pensado mucho, es su último cartucho. Llegan con una carga mucho más que alguien más joven". 

Cuando le preguntamos si estas mujeres acuden solas o en compañía de sus hijos a denunciar, no puede darnos una respuesta concreta: "Me he encontrado de todo. Hay hijos que no se quieren meter porque está tan asumida la situación de violencia que sienten que la relación de sus padres es así desde siempre. Pero, también me he encontrado, sobre todo con hijas que acompañan a sus madres. Tengo muchos menos casos de hombres que quieran divorciarse por violencia intrafamiliar. De hecho es más difícil de encontrar". 

Es más, Crespo advierte que "muchas veces los hijos sobre todo, los varones han interiorizado este papel de agresor, que también las maltratan a ellas. Entonces nos encontramos con mujeres maltratados por sus maridos y sus hijos".

En cualquier caso, cuando se interpone una denuncia por violencia, el procedimiento que se sigue es el siguiente: "Se interpone una denuncia, puede ser a través de un abogado o directamente en comisaria o en el juzgado de guardia. Esto sigue los trámites habituales: el juzgado de violencia lo tramita y se hace un juicio rápido para determinar las medidas civiles e inmediatas que necesitan ser llevadas a cabo, como por ejemplo, quién se va a quedar en la casa, si hay hijos se valoraría qué es lo que hay que hacer, si se pone una orden de alejamiento...". Después de esta primera vista, tiene lugar otro juicio donde se sientan las bases de la separación, centrándose más en términos de vivienda y en la custodia de los menores, si los hubiera.

Es importante saber que en el momento en que una mujer denuncia se procede a la detención del presunto agresor, que puede pasar un máximo de 72 horas en el calabozo a la espera de su puesta a disposición judicial. En función de la gravedad del hecho, el juez decidirá si continúa en prisión o si lo pone en libertad con una orden de alejamiento sobre la mujer.

Dónde pueden pedir ayuda

Además de la ayuda de las asociaciones contra la violencia de género, o como Afammer que cuenta con una oficina de asistencia integral para mujeres víctimas de violencia de género en el medio rural, el Ministerio de Igualdad, por medio de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, pone a disposición de la población varios servicios:

  • El teléfono 016: se puede pedir asesoramiento sobre los recursos disponibles y los derechos de las víctimas de violencia de género, así como asesoramiento jurídico de 8 horas a 22 horas todos los días de la semana, con atención en 53 idiomas y un servicio adaptado a posibles situaciones de discapacidad.
  • Las consultas online a través del email 016-online@igualdad.gob.es
  • El canal del WhatsApp en el número 600 000 016
  • El chat online, accesible desde la página web violenciagenero.igualdad.gob.es/

Todos ellos funcionan con normalidad las 24 horas, todos los días de la semana.

Por otro lado, en situaciones de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062).

"En caso de que no sea posible realizar una llamada y ante una situación de peligro, se puede utilizar la aplicación ALERTCOPS, desde la que se enviará una señal de alerta a la policía con geolocalización. Estos medios de asistencia pueden ser activados por la víctima y también por cualquier persona que conozca o sospeche de un caso de violencia de género", recuerdan en la página web del Ministerio de Igualdad.

"Lo que tenemos que hacer por encima de todo es demostrarles que hay una mano tendida para ellas. Cuando ellas decidan desde su libertad pedir ayuda, estaremos ahí para ellas", asegura Quintanilla.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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