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Un alemán de 84 años guardaba en su garaje un tanque Panther de 40 toneladas de la Segunda Guerra Mundial, además de un cañón antiaéreo de calibre 8,8 cm, un torpedo, un mortero, ametralladoras, rifles de asalto, subfusiles, pistolas y unas mil balas.
La agencia alemana de noticias DPA apunta que tanto el tanque como los demás objetos fueron descubiertos por una persona anónima que informó a la policía pensando que se trataba de obras de arte sustraídas durante el conflicto bélico que asoló el mundo entre 1939 y 1945.
Si bien es cierto que buena parte del material bélico ahora requisado al coleccionista alemán no era susceptible de ser utilizado, la legislación alemana prohíbe expresamente la posesión de armas, munición y vehículos de guerra por lo que ha sido multado con 250.000 euros. Y podía haber sido aún peor porque el tribunal que juzgó el caso le ha condenado a diez meses de prisión, pero la sentencia, debido a su avanzada edad ha sido suspendida.
Por otra parte, el final de esta extraña historia no desmerece en nada su contenido puesto que según informa DPA, el gobierno alemán ha concedido al condenado un plazo de dos años para que encuentre un comprador para el gigantesco tanque y, al parecer, ya hay un museo en Estados Unidos que se ha interesado por él.