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Las multas por alcoholemia varían tanto en importe como en los puntos retirados en función de la tasa de alcohol detectada en la sangre. Haber bebido y estar al volante es algo muy grave por lo que incluso puede acarrear penas de cárcel. La Guardia Civil recuerda en un tuit las sanciones aplicadas a las diferentes tasas de alcohol
Hay controles de la Guardia Civil para recabar distintos tipos de información, para comprobar la documentación del vehículo o si ha pasado la ITV, por ejemplo, pero los más habituales son aquellos que buscan averiguar si los conductores han consumido alcohol o drogas.
Pero, ¿cuándo puede hacerse una prueba por alcoholemia?
Este tipo de pruebas de control se realizan cuando:
- Se produce un accidente de tráfico. Todas las personas que se hayan visto envueltas en el accidente y que pudieran ser responsables de lo que ha ocurrido, deberán someterse al test. Esto incluye a los peatones.
- Si se aprecia en el modo en que alguien conduce, que tiene sus capacidades mermadas por algún tipo de sustancia.
- Si en el mismo momento en que se está sancionando a un conductor por otro tipo de infracción, este muestra signos de haber consumido alcohol.
- En los controles programados a cualquier conductor que se le requiera que se someta a la prueba.
Euros, puntos y prisión en juego
Si se da positivo en un control de alcoholemia estos los baremos de alcohol en sangre y sus correspondientes sanciones en euros y puntos:
- De 0,25 a 0,50 mlg/l - 500 euros y 4 puntos.
- De 0,50 a 0,60 mlg/l - 1.000 euros y 6 puntos.
- Reincidentes 1.000 euros y de 4 a 6 puntos.
- Más de 0,60 mlg/l es considerado delito penado con tres a seis meses de prisión, así como la privación del derecho a conducir durante un período de tiempo entre uno y cuatro años.