El negocio de informar de viviendas abandonadas por fallecimiento del propietario

En España existen muchas herencias de las que nadie se beneficia y que dejan viviendas vacías sin ser adjudicados a sus respectivos herederos, bien sea por desconocimiento de éstos o porque aparentemente no existen herederos. Según el Instituto Nacional de Estadística (@Instituto_NE), 4,8 millones de personas viven solas en España y casi un tercio son mujeres mayores de 65 años. Además de las personas que viven en hogares unipersonales, que van en aumento, hay que añadir que en España también viven inmigrantes de países como Alemania, Reino Unido o Francia que han adquirido propiedades y que, en algunas ocasiones, su patrimonio en nuestro país puede acabar olvidado y abandonado cuando fallecen.

Según el Grupo Hereda (@GrupoHereda), que se define como la “1ª Empresa española de genealogía sucesoria” a estos casos hay que sumarle el patrimonio bancario, terrenos agrarios en desuso, viviendas vacacionales, entre otras propiedades, “existiendo más de 200 millones de euros de patrimonio perdidos y más de 2 millones de viviendas vacías por fallecimiento del propietario que no tiene familiares conocidos”.

Grupo Hereda asegura que hay muchos países de Europa que para resolver esta situación cuentan con empresas formadas por genealogistas sucesorios y abogados, que están especializados en la localización de herederos y tramitación de herencias con el fin de entregar parte de ese patrimonio abandonado a sus legítimos herederos. “En España –afirma la empresa– no existía esta figura hasta que Pedro Fernández fundó Grupo Hereda en 1992, única empresa española de Genealogía Sucesoria expertos en la búsqueda de herederos en todo el mundo. Grupo Hereda asume tanto casos de familiares de fallecidos que no dejaron repartidos sus bienes como de inmuebles abandonados cuyos herederos legítimos no han sido identificados al no existir ningún documento de cesión”.

Premio para los “informadores”

Cuando no se conocen herederos de una persona fallecida, el Estado, después de unos años, pasa a ser quien hereda esos bienes. En el caso de las viviendas, una de las principales fuentes de Grupo Hereda para informarse de la existencia de estos patrimonios en el limbo son los vecinos, y los presidentes y administradores de fincas. Los motivos de estos clientes para recurrir a estos despachos de búsqueda de herederos pueden ser varios: saldar deudas de un fallecido de las que nadie se hace cargo, querer comprar la vivienda colindante abandonada; solucionar problemas de insalubridad, humedades o deterioro; evitar okupaciones ilegales, etc. También los notarios pueden querer buscar coherederos de sus clientes para poder tramitar una herencia.

Las empresas que se dedican a este tipo de negocio aseguran no cobrar por la información sino que “al contrario ofrecemos un beneficio por la información obtenida, al igual que lo haría el Estado, pero con una gran diferencia: es mucho más rápido. Más del 95% de las herencias denunciadas al Estado se quedan sin ser premiadas. Esto se debe, en su mayoría, a que existen herederos, por lo que la herencia ya no correspondería al Estado, sino a sus herederos, perdiendo el informante la oportunidad de cobrar premio alguno”, aseguran desde el despacho de Grupo Hereda, que añade que también hay que tener en cuenta “los largos años que transcurren hasta tener noticias sobre dicho premio, que al final, es posible que nunca llegue”. Los tiempos de Grupo hereda para dar con el heredero y tramitar la herencia es “de menos de un año, por lo que la recompensa también es rápida para quienes denuncien esta situación que además de beneficiarse darán con el paradero de la casa abandonada evitando así los problemas que conlleva”.