Parece que hubiesen pasado años, pero son solo cuatro meses los que separan las dos fotos que han compartido los familiares de Peggy Wall, una mujer norteamericana de 88 años, para denunciar el peligroso impacto de la soledad no deseada en muchas personas mayores. La primera fue tomada justo antes del encierro y la siguiente hace unos pocos días. Su evidente deterioro no es fruto del coronavirus, sino del aislamiento que ha sufrido durante estos meses ante la prohibición de recibir visitas por parte de sus familiares en la residencia en la que vive en Carolina del Norte debido a las restricciones del Covid-19.
"El aislamiento es realmente peor que el virus", ha dicho su hijo Tim Wall a WFMY-TV, quien se muestra preocupado por el efecto que la falta de contacto con familiares está teniendo en su madre. "Simplemente parece que la ves desaparecer ante tus ojos y no hay nada que puedas hacer al respecto". Wall entiende que las residencias deben cumplir la ley, pero no está de acuerdo con el tratamiento que se le está dando a su madre. "Están apilados; se les da de comer y regar y ya está", ha denunciado.
Muchas otras familias tienen las mismas preocupaciones y exigen que se modifiquen las estrictas regulaciones las residencias ante casos puntuales y con medidas de seguridad. "Para muchos de estos pacientes es una cuestión de vida o muerte, por lo que hay que mantener la conversación y escucharla", opina Priscilla Jean-Louis, cuya madre tiene demencia. 'Lo que estás viendo es una rápida disminución en la salud de nuestros seres queridos. No están muriendo por COVID, están muriendo por el aislamiento", sentencia.
El impulso de las familias se produce después de que la Casa Blanca estableciera la Comisión de Seguridad y Calidad del Coronavirus Residencias de Ancianos, cuando algunos grupos comenzaron a enviar sus reclamaciones. Jean-Louis ha declarado a los medios locales que usará su plataforma como blogger para impulsar el tema y presionar para que se hagan los cambios necesarios. Sostienen que las visitas al aire libre y el uso de equipo de protección ahora deberían permitirse.
Las muertes por coronavirus continúan aumentando en Estados Unidos, aunque no han vuelto a los números impactantes vistos en marzo y abril. El brote en las primeras semanas impactó especialmente a las residencias, mientras que, como en España, las infecciones de este verano han sido entre personas más jóvenes. Sin embargo, las residencias siguen siendo el sector más afectado en Estados Unidos en términos de muertes por COVID-19. Por eso los expertos alertan de que en medio de una pandemia mundial sin precedentes, como el coronavirus, se está produciendo otra emergencia sanitaria: el aumento de la soledad no deseada como consecuencia de las medidas de distanciamiento social del Covid-19.
