El salón de actos de la Fundación Ramón Areces (@FundacionAreces) acogió este miércoles la primera edición europea fuera de Suecia del Nobel Prize Dialogue. El evento reunió a cinco Premios Nobel, Finn Kydland (Ciencias Económicas, 2004), Edvard Moser (Medicina, 2014), Ada Yonath (Química, 2009), Edmund Phelps (Ciencias Económicas, 2006) y Mario Vargas Llosa (Literatura, 2010) y a otros 20 expertos de reconocido prestigio, como el cardiólogo español Valentín Fuster. Todos ellos debatieron, desde el punto de vista de sus distintas disciplinas, sobre los retos que debe afrontar una futura sociedad envejecida.
Así, a través de distintas ponencias, los participantes trataron de responder a la pregunta “¿cómo será la vejez en el futuro?”. La mayoría, incluidos reconocidos expertos en nuevas tecnologías, coincidieron en resaltar la importancia que tendrá la robótica en el mundo que está por venir, sobre todo para las tareas relacionadas con los cuidados. De igual manera, los conferenciantes señalaron el desafío que supondrá vivir más años y en buenas condiciones, así como el reto de hacer sostenible el sistema de pensiones, ya sea público, privado o mixto o la importancia de estar bien informado a la hora de gestionar e invertir el ahorro.
Por otra parte, los ponentes loaron los avances que se han hecho en la lucha contra enfermedades normalmente ligadas con la edad, como el cáncer o la demencia. En el primer caso, afirmaron que la sociedad va en camino de lograr que la gente “muera con cáncer y no de cáncer” y que la prevención puede reducir en un 40% las probabilidades de padecerlo. Sin embargo, en cuanto a la demencia, conferencia en la que participó el Premio Nobel Edvard Moser, apuntaron que aún queda camino para encontrar una cura, aunque, según los ponentes, se han hecho avances para entender más acerca del cerebro humano.
Asimismo, los participantes también reflexionaron sobre “¿Cuánto tiempo viviremos?” y constataron que es difícil saberlo, desde el punto de vista científico, puesto que depende de los cambios en las condiciones de vida, algo que no se puede prever. No obstante, también destacaron que el hecho de que las personas centenarias sean cada vez más numerosas podría dar pistas sobre hacia qué mundo vamos.
Envejecimiento saludable
“El problema es que nos estamos preguntando cómo vivir cuando tenemos 70. ¿Por qué no lo hemos hecho con 40? Si somos capaces de educar a la gente en que la esperanza de vida puede alargarse, será un gran éxito”, afirmaba el médico Valentín Fuster durante su intervención en la conferencia sobre “¿Cómo debemos vivir?”.
En esta ponencia, que resume como pocas lo dicho en la jornada, se reunieron el cardiólogo, el Premio Nobel en Ciencias Económicas Finn Kydland y el profesor de filosofía política de Harvard Michael Sandel. Durante la conferencia se trataron tangencialmente todos los temas tratados con anterioridad (salvo el del papel de los mayores en la cultura del cual se habló en la ponencia de Vargas Llosa y del poeta Luis Alberto de Cuenca).
Así, todos convinieron en que, para que los mayores del futuro tengan una buena vejez, habrá que prevenir en la juventud: evitar el estrés, tener una buena alimentación, hacer deporte pero, sobre todo, mantenerse activo mentalmente y tratar de realizarse, puesto que la salud mental es lo más importante, en opinión de los expertos. No obstante, no es fácil cumplir con esta recomendación, puesto que el entorno social no suele ayudar y, por ello, durante toda la jornada fue recurrente la siguiente reflexión: “Hemos aprendido mucho sobre cómo deberíamos vivir, otra cosa es si vivimos de la forma que deberíamos. Tendríamos que hacer ejercicio, dormir mucho, no estresarnos… Pero, ¿hay alguien aquí que haga todo esto? Seguramente no”.
Es por ello que también hubo ponencias que se centraron en el envejecimiento no sólo como una oportunidad sino como un desafío. Y es que, según datos expuestos en el Nobel Prize Dialogue Madrid, las generaciones más jóvenes son más desiguales que las que actualmente son adultas o mayores y resulta preocupante saber cómo llegarán a la vejez. Del mismo modo, los expertos participaron en una mesa sobre derechos humanos y denunciaron la importancia de la brecha de género como un fenómeno que afecta cuando se llega a la vejez e incluso a la esperanza de vida saludable.