La hipercolesterolemia o exceso de colesterol sanguíneo se trata actualmente con las estatinas. Este tratamiento es el más conocido, estudiado y consumido, ya que los fármacos son capaces de reducir el colesterol, bloqueando su producción corporal. Aunque una buena alimentación y hacer ejercicio físico siguen siendo las mejores opciones.
Ahora, el NHS de Reino Unido ha aprobado un tratamiento novedoso contra estos niveles de colesterol tan altos en la sangre. Se trata de el inclisiran, un fármaco inyectable, que se administraría dos veces al año, según explicó el profesor Arístices Tagalakis, de la Edge Hill University, en The Conversation.
Es importante puntualizar que este nuevo fármaco solo estaría disponibles para unas 300.000 personas durante los próximos tres años en Reino Unido. Su objetivo es prescribirlo a pacientes con una enfermedad genética que les produzca el exceso de colesterol en sangre, o a aquellos que hayan sufrido un infarto de corazón o un accidente cerebrovascular y no respondan bien a las estatinas.
Silenciamiento de genes
El inclisiran está pensado para casos muy concretos, no para todo el mundo. La forma en la que se usaría (una inyección cada seis meses), hay otro factor que también llama mucho la atención, y es que el fármaco usao una nueva técnica de "silenciamiento de genes".
El fármaco se dirigiría a las causas originarias de la enfermedad, en vez de a los síntomas. El objetivo del inclisiran sería un gen en concreto, que bloqueándolo evitaría que fabrique la proteína objetivo.
Hasta ahora, este tipo de compuestos se utilizaba para tratar enfermedades genéticas raras, siendo este el primero que se usara a gran escala, ya que la hipercolesterolemia afecta a gran parte de la población mundial, y es también uno de los factores de riesgos cardiovascular más conocidos.
Por otro lado, el silenciamiento de genes también se está estudiando para tratar enfermedades como el Alzheimer o el cáncer.
¿Cómo funciona?
Los silenciadores de genes están basados en la tecnología de ARNm o "ARN mensajero" (que también se utiliza en las vacunas contra la Covid). El ARN está presente en todas las células del organismo, y tiene un papel importante en el flujo de la información genética.
El ARNm es uno de los tipos más importantes de ARN, ya que copia y transporta instrucciones genéticas desde nuestro ADN, y produce determinadas proteínas en función de las instrucciones.
En el inclisiran, el silenciamiento de genes se dirigiría hacia la proteína PCSK9, para degradarla. Esta proteína se encarga de regular el colesterol en el organismo, pero las personas con niveles elevados de colesterol LDL o "colesterol malo" tiene un exceso de la misma. Por eso, si se evita su producción, se reduciriían los niveles de colesterol desde su origen.
Para que el fármaco sepa que tiene que dirigirse hacia este ARNm en concreto, los investigadores han creado una versión sintética de otro ARN, el ARNip o ARN de pequeña interferencia. Un tramo de ARN muy concreto que se puede usar para dirigirse hacia ARNm determinados.
Para este nuevo fármaco, el ARNip se ha diseñado para dirigirse hacia el ARNm que lleva las instrucciones de la proteína PCSK9. Al unirse a este ARNm se destruyen las instrucciones, y se reduce significativamente la cantidad de estas proteínas. En otras palabras, apunta solo hacia las instrucciones para crear la proteína que fabrica colesterol.
Estas terapias suelen usar virus como forma de transporte: vectores virales que entregan genes a las células, de la mismo modo que cuando producen infecciones en la naturaleza, pero sin infectarlas. De momento se han usado en terapias para tratar trastornos sanguíneos genéticos, ceguera genética y atrofia muscular espinar.
El problema de los vectores virales
El problema de estos vectores virales es que no se puede administrar una segunda dosis del mismo, porque podrían crearse reacciones inmunes adversas. Ya que un virus aunque no sea infectivo, no deja de ser un virus. Además, estos fármacos suelen ser muy caros.
Hay otros casos donde en lugar de vectores virales, se usan nanopartículas, que lo protegen de la degradación en sangre. Y así, sería posible administrar el fámarco varias veces, ya que sus efectos secundarios son más limitados. Las vacunas de Pfizer y Moderna usan este vector no-viral, y por eso se puede administrar más de una dosis.
Este nuevo fármaco tampoco usa nanopartículas: su ARNip ha sido modificado en el laboratorio para resistir la degradación, y solo usa una molécula de azúcar como gancho, que le permite apuntar directamente a las células del hígado donde se forma la proteína PCSK9.
A día de hoy, se siguen investigando múltiples tratamientos silenciadores de genes para tratar una gran variedad de enfermedades, entre ellas diferentes tipos de cáncer y trastornos neurológicos. El caso de cáncer es más complejo, ya que no es una sola enfermedad, sino que hay cientos de trastornos diferentes, que afectan a distintos órganos.