A lo largo de los años se ha demostrado en diferentes investigaciones la forma en la que un simple análisis de sangre puede ayudar a detectar y predecir los riesgos de sufrir diferentes enfermedades, como varios tipos de cáncer. Expertos ya avanzaban el pasado mes de mayo en un acto organizado por la Fundación Pasqual Maragall, que tuvo lugar en el Senado y fue moderado por Ana Bedia, directora de 65YMÁS, que en cinco años se podrá detectar el alzhéimer mediante un análisis de sangre. Ahora, un equipo de neurocientíficos de Duke Health, de la Universidad de Duke (Estados Unidos), ha desarrollado un análisis de sangre capaz de detectar la enfermedad de Parkinson, permitiendo así un diagnóstico precoz de la enfermedad "antes de que empeore el daño al sistema nervioso", señalaban en un comunicado.
La enfermedad de Parkinson afecta alrededor de 10 millones de personas en todo el mundo, siendo la segunda enfermedad neurodegenerativa más común después del alzhéimer. "Actualmente, la enfermedad de Parkinson se diagnostica en gran medida basándose en los síntomas clínicos después de que ya se ha producido un daño neurológico significativo", explicaba Laurie Sanders, autora principal y profesora asociada en los departamentos de Neurología de la Facultad de Medicina de Duke y patología y miembro del Centro Duke de Neurodegeneración y Neuroterapéutica.
Según este nuevo estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, "un simple análisis de sangre nos permitiría diagnosticar la enfermedad antes y comenzar las terapias antes", aseguraba Sanders. "Además, un diagnóstico claro identificaría con precisión a los pacientes que podrían participar en estudios de fármacos, lo que conduciría al desarrollo de mejores tratamientos y potencialmente curas".
Los investigadores señalaban que estudios anteriores ya habían asociado el daño del ADN mitocondrial con un mayor riesgo de sufrir párkinson. Además, recientemente un equipo del mismo centro también había detectado una acumulación de daño en el ADN mitocondrial en el tejido cerebral de pacientes fallecidos con esta enfermedad.
Ante esto, el equipo desarrolló un ensayo, gracias a la tecnología de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que logró cuantificar niveles más altos de daño en el ADN mitocondrial en células sanguíneas de pacientes con párkinson en comparación con aquellos que no sufrían la enfermedad. También en las personas que mostraban un mayor riesgo de padecer párkinson (aquellas que presentaban la mutación genética LRRK2).
Los investigadores incluso llegaron a identificar un menor daño en el ADN mitocondrial en las células tratadas con un inhibidor de LRRK2, frente a aquellos que no lo recibieron, lo que indica que el ensayo podría ayudar también a identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de estos tratamientos, aunque no tengan la mutación.
En este sentido, Sanders explicaba que su objetivo no es solo que este ensayo "pueda diagnosticar la enfermedad de Parkinson, sino también identificar medicamentos que reviertan o detengan el daño del ADN mitocondrial y el proceso de la enfermedad".
"Esta enfermedad cobra un precio terrible entre las personas y todavía solo estamos tratando los síntomas. Es importante lograr que tratamientos nuevos y eficaces lleguen a la meta”.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.