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Con motivo de la celebración del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, Fundación Integra destaca que, a pesar de ser un año especialmente duro para las mujeres que han sufrido violencia, junto a sus empresas colaboradoras, han ofrecido 482 empleos.
Con todo, durante el confinamiento, más del 32% de las mujeres que habían conseguido un empleo lo perdieron. "Ha sido bastante difícil. En concreto, nos hemos encontrado con una realidad más dura porque, las que vivían en casa de acogida, no les dejaban salir a trabajar por miedo al contagio. Luego, algunas no podían ir a entrevistas por el cuidado de hijos menores o incluso, en ciertos casos, porque eran de colectivos de riesgo. Finalmente, las había también que habían perdido el trabajo por ERTES o ERES. Y, al final, no podían pagar el arrendamiento ni un plato de comida", señala a 65Ymás la directora general de Integra, Ana Muñoz.
"El trabajo es lo único que te hace ser plenamente libre. Cuando las mujeres están en un círculo de violencia, no las quieren dejar salir a trabajar, porque lo ven cómo que se pueden escapar. Pero en el momento que pueden hacerlo, les da independencia económica, les devuelve la autoestima y ven que pueden acometer otros retos", añade.
Compromiso con las mujeres víctimas de violencia de género
Así, de los 16.000 contratos que ha ofrecido Fundación Integra desde 2001 a personas en exclusión social severa, el 30% han sido para mujeres víctimas. A pesar de la situación económica actual las empresas siguen siendo las protagonistas del cambio social a la hora de generar empleo, y de ofrecer una salida real y definitiva a una mujer que ha sufrido violencia.
Fundación Integra, con su campaña Ante la violencia contra la mujer hay gestos que lo cambian todo, quiere resaltar la necesidad de ofrecer un empleo a estas mujeres como salida definitiva a la violencia, para que puedan comenzar una nueva vida y tener un futuro.
Para ocho de cada diez mujeres que han sufrido violencia un trabajo es clave para cambiar su vida. Así se demuestra en un informe realizado por Fundación Integra que se hizo para comprobar si un trabajo cambia la vida de las personas a las que facilita su integración laboral (realizado para Fundación Integra por GAD3, 2018).
Para estas mujeres, la falta de trabajo supone el principal freno a la hora de denunciar su situación. Las entidades sociales juegan un papel esencial para su recuperación emocional y psicológica y las empresas, son su salida definitiva. Fundación Integra, que trabaja con 90 de estas entidades especializadas en violencia de género, es un eslabón fundamental para la recuperación de estas mujeres.
“Gracias a mi trabajo he dejado atrás la violencia. Mi trabajo me aporta una seguridad en la vida, de no tener nada, ni ánimo, ni medios, a tenerlo todo. Te dan una oportunidad para que puedas seguir adelante, te cambio a todo” explica Sonia, una de las mujeres que gracias a su trabajo ha podido salir adelante después de la violencia.
Cada año, más de 350 mujeres como Sonia, que han sufrido maltrato se incorporan al mercado laboral gracias a la Red Compromiso Integra, formada por 49 empresas implicadas con el empleo socialmente responsable, como Acciona, Alsa, Barceló, Carrefour, Grupo Eulen, Indra, Iberia, Palladium Hotel Group, Bankia, Bankinter, Banco Santander, El Corte Inglés, Sareb, Mutua madrileña, UFV, Sacyr…. En un 90% de los casos, la valoración que hacen de estas mujeres es excelente.
La mayoría de las empresas participan en un programa de voluntariado mediante el cual sus empleados imparten talleres socio-laborales para facilitar una mejor integración de estas mujeres en sus empresas.
Además, estas empresas ofrecen a sus empleados a través de la Fundación unas jornadas de sensibilización y concienciación sobre violencia de género. Este año por el Día Internacional contra la violencia de género, Fundación Integra realizará jornadas en Línea Directa, Sacyr, Acciona, Indra y Mary Kay, entre otras compañías.