Calendario del Orgullo 2019
Día del Orgullo Gay: Las personas mayores LGTBIQ, un colectivo silenciado
Este viernes 28 de junio es el Día Internacional del Orgullo LGTB y, como cada año, las principales ciudades del mundo se tiñen de colores y se respira un ambiente festivo en el que se celebra la diversidad. No obstante, aunque desde hace algunos años parece tener un mayor impacto mediático la dimensión lúdico-festiva de la celebración, no se debería olvidar que se trata de un acto reivindicativo que conmemora la lucha de un colectivo que históricamente ha sufrido discriminación y, en cierto modo, sigue estigmatizado.
Así, puesto que este año, se ha decidido dedicar el Orgullo al colectivo LGTBIQ mayor y a la memoria histórica en la ciudad de Madrid (se cumplen 50 años de los disturbios de Stonewall y 41 del fin de la aplicación de la Ley de Peligrosidad en España), 65Ymás ha conversado con una de las personas estuvieron en los inicios de las movilizaciones del colectivo en nuestro país, allá por los años 70.
"Salí del armario con 21 años", cuenta a este diario Ricardo Antich (64 años), socio de la Fundación 26 de Diciembre, organización que defiende los derechos de las personas mayores LGTBIQ. Eran los últimos años del franquismo y Antich había tenido la suerte de poder viajar a Francia para un intercambio cultural, lugar donde se dio cuenta del atraso de su país en materia de liberación sexual y en el que comenzó a politizarse.
Un tiempo después, tras esta visita al extranjero, conoció, "en una cafetería de Chueca, a unas personas que venían con unos pasquines del Frente de Liberación Homosexual de Castilla, uno de los pioneros de Madrid" y, tras leer su manifiesto, decidió pasar a formar parte de la organización. "Estuve unos tres o cuatro años. Me sirvió para politizarme pero, sobre todo, para socializar, para volar con mis propias alas. Aprendí muchísimo", reconoce.
Primeras movilizaciones
Por aquel entonces, aún pesaba sobre el colectivo la losa de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social pero, aún así, decidieron que había que salir a la calle y se unieron a todas las manifestaciones que reclamaban libertad y un cambio de régimen en España, incluida la del 26 de diciembre de 1977 (primera movilización multitudinaria LGTBIQ), en la que se pedía el fin de la persecución del colectivo.
En las primeras movilizaciones, Antich recuerda como en algunas ocasiones, sobre todo al principio, "venían los fachas con cadenas". No obstante, en general la gente que se manifestaba veía bien sus reivindicaciones. "Eran solidarios. La gente que pasaba al lado se reía porque éramos muy festivos. Recuerdo que gritábamos: 'Detrás de las ventanas también hay lesbianas y de los balcones también hay maricones'".
En esa época, llegaron a ser más de 20.000 personas manifestándose, "a pie de calle, sin carrozas ni nada", todo un éxito para aquel entonces. "Poníamos toda la carne en el asador. La lucha era más potente porque no te lo ponían fácil. Hoy tenemos leyes que nos protegen y que dan un respaldo psicológico", apunta. Pero también matiza que "a veces nos creemos que lo tenemos todo ganado sin embargo, en momentos como estos, te das cuenta de que no. Como no sigamos luchando, no hay manera".
Jóvenes que aprenden de los mayores y mayores de los jóvenes
Por otra parte, el socio de la Fundación es consciente de que ellos "aprenden también mucho de los jóvenes" y de su lucha. "Para nosotros sólo existía ser maricón, bollo o travesti, ni siquiera conocíamos el concepto de transexual. Los jóvenes nos enseñan un montón de nuevos conceptos. No sólo son siglas, tienen un sentido porque representa la plasticidad del ser humano. Si lo metes en un corsé, no crece", afirma.
Asimismo, Antich entiende, por experiencia propia, que el tipo de lucha también varía con los años. "Cuando eres joven quieres rozar el cielo, cuando llegas a los 30 piensas que con que llegues a Marte un poco ya vale y, cuando tienes más años, piensas que estás en un trampolín para abajo", reflexiona. Y añade: "A nosotros se nos van endureciendo las arterias. Vas viendo donde vives y te das cuenta que vamos para atrás. Que un partido fascista llame a una ministra 'puta' y que no pase nada, es insólito".
Por esta razón, Antich seguirá luchando y asistirá a la manifestación, aunque a la "del orgullo crítico" (viernes 28, a las 19 h.), puesto que entiende también que, en cierto modo, se está mercantilizando la celebración. "Hay que tener mucho cuidado con este becerro de oro", señala.