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El Papa rememora su infancia en su autobiografía y cómo su familia se libró de un naufragio
El Papa Francisco ha seleccionado el lema ¡Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza! para la quinta Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, que se llevará a cabo el próximo domingo 27 de julio.
Estas palabras, como señala el portal oficial del Vaticano, 'Vatican News', provienen del libro del Eclesiástico y reflejan la bienaventuranza de las personas mayores, así como la esperanza depositada en Dios, que se presenta como un camino hacia una vejez cristiana y reconciliada.
En el marco del Jubileo, esta Jornada, instaurada por el Papa Francisco en 2021, busca ser una ocasión para reflexionar sobre cómo la presencia de los abuelos y mayores puede convertirse en un símbolo de esperanza en cada familia y comunidad eclesial.
El Papa invita a todos a que celebren esta Jornada en cada diócesis, dedicando las festividades del domingo 27 de julio a las personas mayores, fomentando visitas y oportunidades de encuentro intergeneracional.
![EuropaPress papa francisco EuropaPress papa francisco](/uploads/s1/19/82/84/0/europapress-6287689-papa-francisco-proclamacion-nuevos-santos-iglesia-catolica-jornada-mundial_6_928x621.jpeg)
Por otro lado, el Pontífice ha difundido un vídeo elaborado por la Red Mundial de Oración del Papa, en colaboración con la Archidiócesis de Los Ángeles, que ilustra su intención de oración, en el que afirma que "Dios continúa llamando a los jóvenes de hoy".
A los 17 no pensaba "para nada" ser sacerdote
Francisco recuerda que, a los 17 años, tenía sus propios planes y no pensaba "para nada" en ser sacerdote. "Pero un día entré en la parroquia ¡y allí estaba Dios, esperándome!", relata.
En el vídeo se pueden ver imágenes de su juventud –en la escuela, con la familia, en la iglesia–, que luego dan paso a escenas de la vida cotidiana de los jóvenes actuales.
"Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy, en ocasiones de maneras que no imaginamos", afirma el Papa, mientras subraya la importancia de crear un ambiente de escucha donde puedan expresar sus inquietudes y sentirse "amados como son y por lo que son".
De este modo, según indica, será posible acoger la llamada de Dios "en modos que sirvan mejor a la Iglesia y al mundo de hoy".