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Un estudio del proyecto 'COPPADIS', impulsado por el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y publicado en el 'Journal of Clinical Medicine', ha evidenciado que el párkinson no afecta de igual forma a hombres y mujeres.
Diego Santos, el autor principal del estudio y miembro del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN, ha confirmado que es "el primer estudio realizado en España que analiza las diferencias por sexo en la enfermedad de párkinson en una gran cohorte de pacientes: 410 hombres y 271 mujeres". También ha destacado que es "uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha en todo el mundo".
Mayor incidencia en los hombres, peor calidad de vida para las mujeres
Son diferentes factores genéticos, hormonales, neuroendocrinos y moleculares los que parecen estar implicados en las diferencias de la enfermedad de párkinson entre hombres y mujeres. De hecho, ya se sabe que la incidencia y prevalencia de la enfermedad es entre 1,5 y 2 veces mayor en hombres que en mujeres y que el inicio de la enfermedad en mujeres es ligeramente más tardío.
Según el estudio, síntomas como depresión, fatiga y dolor son más frecuentes y/o severos en mujeres, mientras que síntomas como hipomimia (disminución en la expresión facial), problemas del habla, rigidez e hipersexualidad son más comunes en los hombres.
Por otra parte, y sobre todo a corto plazo, los hombres con enfermedad de párkinson muestran una mayor tendencia a desarrollar una mayor discapacidad relacionada con los síntomas no motores de la enfermedad. Por el contrario, las mujeres ven más afectada su capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria y la percepción de pérdida de calidad de vida también es generalmente mayor en las mujeres.
Más diferencias significativas
Otra diferencia que muestra el estudio es que parece que las mujeres reciben, en general, dosis más bajas de medicación específica para la enfermedad de párkinson, aunque ajustando la dosis por el peso, no se observan diferencias entre ambos géneros. Por el contrario, las mujeres consumen antidepresivos, benzodiazepinas y analgésicos con mayor frecuencia.
"En nuestro análisis también hemos detectado otras muchas diferencias entre hombres y mujeres con enfermedad de párkinson. Por ejemplo, que las mujeres tienen más probabilidades de vivir solas, que tienen un menor nivel educativo, que consumen más fármacos para otras enfermedades, o que tienen más riesgo de padecer depresión, casi el doble que los hombres. Por el contrario ciertos hábitos nocivos (como el tabaquismo y consumo de alcohol) son significativamente más frecuentes en varones", ha zanjado Santos.