Sociedad

La patronal de la Dependencia denuncia un parón en la construcción de nuevas residencias de mayores

Entrevista con Lourdes Rivera, presidenta de AESTE

Pablo Recio

Sábado 1 de febrero de 2025

12 minutos

Pablo Recio

Sábado 1 de febrero de 2025

12 minutos

La "inseguridad jurídica" y la "falta de financiación" preocupan a la Asociación Estatal de Servicios para la Dependencia (@AESTE_oficial), la organización que representa a las empresas más grandes y potentes del sector de los cuidados en España. 

La recién nombrada presidenta de la patronal, Lourdes Rivera, asegura a 65YMÁS en una entrevista que estos son los dos principales desafíos que se deberían abordarse de cara al futuro, para poder aplicar el nuevo modelo de residencias y para hacer frente al incremento de la demanda que está por venir, debido al aumento de la longevidad.

De momento, avisa, la construcción de estos centros por parte de la iniciativa privada está parcialmente paralizada, por la falta de un marco propicio, de los fondos necesarios y de unas normas claras. 

PREGUNTA - ¿Cuáles son los retos pendientes del sector de la dependencia?

RESPUESTA - Estamos en un momento clave. La Ley de Dependencia ha cumplido su mayoría de edad y se ha visto que eran necesarias algunas reformas. Se está planteando el cambio del modelo de cuidados, con la Estrategia de Desinstitucionalización. Y, bueno, lo más significativo, en mi opinión, es la incertidumbre jurídica que tenemos. Es necesario ir concretando todos estos aspectos, porque la evolución depende de las soluciones que se vayan adoptando. En cuanto a los retos, el demográfico está ahí. Debemos asumir y afrontar lo que nos va a venir en los próximos años. También existe cierta dificultad para las contrataciones de determinadas categorías profesionales. Y por otra parte, llevamos años, pero muchos, oyendo hablar del tema de la coordinación con sanidad y también con todos los agentes que trabajamos en los cuidados. Luego, otra cuestión muy importante es el reconocimiento del sector, que tiene una gente maravillosa prestando servicio cada día, cuidando a la gente con verdadera empatía, dedicación y cariño. Sin embargo, gran parte de la sociedad sólo quiere saber de residencias cuando pasa algo o hay un problema. Y esto perjudica la contratación, las decisiones de determinadas personas, etc. Es necesario que se nos conozca, que se sepa cuál es la labor que hacen las residencias, los centros de día, la ayuda a domicilio, y poner en valor ese trabajo que tantísima gente hace a diario con auténtica dedicación.Y finalmente, todo esto lleva siempre a la financiación, a los presupuestos, a los programas... ahí también tenemos un reto muy importante.

P.- ¿Qué está pasando con el nuevo modelo de residencias aprobado en 2022? ¿En qué punto se encuentra? 

R.- Eso quisiéramos saber todos. Hay muchísima incertidumbre. La competencia para desarrollar el Acuerdo sobre Criterios Comunes de Acreditación y Calidad de los Centros y Servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia es autonómica. Hay comunidades que ya lo han hecho, pero muy pocas. Algunas han desarrollado normativa, aunque no del todo conforme al documento, puesto que su voto fue en contra. Y en otras, se nos dice que están trabajando en ello, pero no han publicado la norma. Con lo cual, a nivel inmobiliario, no sabemos cómo deberíamos construir las residencias. Ha habido un parón importantísimo. Hay aperturas, pero son de las que tenían los permisos de construcción antes del Acuerdo. Y el problema es que ya van dos años largos en los que hay muy poquito centro nuevo, me refiero a solicitudes de permisos, y eso se va a notar, no ahora, ni el año que viene, pero sí en cinco años. 

Lourdes Rivera
Lourdes Rivera, presidenta de AESTE. 

 

P.- Y en las que ya están construidas, ¿qué se está haciendo?

R.- Como decía, las comunidades autónomas prácticamente no han desarrollado el Acuerdo. Pero a nivel de las empresas, sí que se están adecuando los espacios. Las unidades de convivencia, la personalización en la atención, todo eso, no hace  falta que nos lo dijera una norma para implementarlo. La evolución de la población y de cómo queremos estar y vivir ya nos llevó a ir tomando medidas. De hecho, hay muchísimas residencias que tienen estas unidades, de unas 25 personas. Se llevaban haciendo mucho tiempo.

P.- ¿El desarrollo del nuevo modelo depende entonces de la buena voluntad de las residencias?

R.- El margen existe, pero el desarrollo de la normativa es autonómico. En las residencias, todos queremos dar un buen servicio y adecuarnos a lo que la persona necesita para que esté más cómoda y en un entorno atractivo. Y sí, se lleva haciendo tiempo. Hace mucho que nadie crea un comedor de 200 plazas, como podíamos haber visto en los años 90. Es decir, es voluntad, pero también evolución natural de los servicios y de lo que te demandan.

P.- ¿Qué carencias tiene el Acuerdo de 2022?

R.- Hay varios matices importantes. Primero, que esto se hizo sin una memoria económica, sin saber lo que iba a costar. Y bueno, hablamos de módulos, de unidades de convivencia, pero también hubo una alteración en las ratios de atención directa, que hace que el coste de las plazas se dispare enormemente. Por otro lado, si realmente se acuerda que hay que hacer esa adaptación hay dos consecuencias: los gastos correspondientes –si bien cierto es que el documento decía que se debía hacer si había presupuesto para ello– y una reducción de camas –se estipula un porcentaje máximo de habitaciones dobles–. 

P.- ¿Están viendo una disminución de las plazas?

R.- Sí. Aunque todavía no tanto, porque el acuerdo no está publicado en muchas comunidades y, presupuestariamente, no ha habido apoyo para las empresas. Pero sí que puede conllevar una reducción del número de camas.    

P.- ¿Le han comunicado esta situación a la administración central? ¿Qué relación tienen con Derechos Sociales?

R.- La relación existe, pero es cierto que no se nos ha escuchado todo lo que se debería. Es necesario más diálogo social, tener en cuenta la posición de las empresas y enfocar las cuestiones con coherencia y ateniéndonos a los recursos que existen o pueden llegar a existir.

P.- ¿Hay feedback por parte de la administración?

R.- En algunas cuestiones, sí. Además estamos absolutamente de acuerdo en muchas cosas. La gente tiene que estar en su casa todo el tiempo que pueda, cuanto más, mejor. Y ahí nos hemos alineado con ellos, para mejorar determinados servicios, la ayuda a domicilio, la teleasistencia...

P.- ¿Es compatible este enfoque con el desarrollo de las residencias?

R.- Totalmente. 

P.- En un momento se habló de que la desinstitucionalización podría poner en peligro la supervivencia de los centros.

R.- Hay sitio para todo. Existe la percepción de que el sector intenta que –los usuarios– no puedan estar en el domicilio. En absoluto. Quien tenga necesidad de una residencia, pues allí estaremos, pero también si requieren de un centro de día, de una ayuda domicilio, de teleasistencia... Queremos estar donde la persona nos necesite y, si quiere y puede permanecer en su casa, haremos todo lo posible para que así sea.

P.- ¿Por qué siguen siendo importantes las residencias?

R.- Porque mucha gente necesita cuidados profesionales y eso, en un domicilio en determinadas circunstancias, es muy complicado de dar. Se necesita de una infraestructura y una asistencia permanente, si es por una cuestión de dependencia. Y no nos olvidemos también que hay gente que, por motivos de soledad, de aislamiento, toman la decisión de ir a una residencia.

P.- ¿Se están preparando para un posible incremento de usuarios a raíz del aumento de la longevidad?

R.- Determinados estudios estiman que faltarían ya 85.000 camas. Pero claro, volvemos a lo mismo, a esta inseguridad, de no saber cómo se va a afrontar. Lo que está claro es que la parte pública no llega. Entonces, o buscamos una coordinación, o lo vemos complicado.

P.- ¿Son rentables los cuidados?

 R.- Es un sector necesario y, si tienes una garantía jurídica, es atractivo. Pero es de personas. Es mucho más que una cuestión económica. Se trata de una actividad en la que tienes que involucrarte. Te tiene que gustar. Muchas veces lo decimos entre los compañeros: uno se va, pero oye, terminamos volviendo. 

El 73% de los españoles no tiene conocimiento suficiente sobre los cuidados paliativos. Fuente: BigStock

 

P.- ¿Puede el pensionista medio costearse la atención que se da en una residencia?

R.- Las pensiones medias efectivamente no cubren determinados servicios, ahora bien, con la parte de las prestaciones vinculadas, las plazas públicas, las concertadas...hay un problema hoy pero hay una cierta cobertura. Donde sí vemos un problema es en el tema de las valoraciones y de los plazos de la Dependencia. Hay comunidades que lo han solucionado, otras no tanto, pero sí que hay que reformar el sistema, para que la gente tenga más acceso a ese tipo de recursos.  

P.- Y, sin la ayuda del Estado, ¿cómo puede constearse un pensionista este servicio?

R.- Muchas veces hay soporte familiar o empresas que les gestionan el alquiler de la vivienda. Existen también las hipotecas inversas. 

P.- ¿Son comunes estos casos?

R.- No tanto. Creo que lo serán a medio plazo. Esto es opinión particular, pero la mentalidad de la gente que está en residencias hoy era de ahorro y creo que tienen una capacidad económica, en muchos casos, para hacer frente al diferencial, no digo a todo, aunque puede ser, pero yo creo que lo hemos solucionado a medio plazo. Eso sí, esto va a ser un problema también.

P.- Uno de los retos del sector es la profesionalización y especialización de los trabajadores, ¿qué se está haciendo para lograrlo?

R.- Se ha desarrollado mucho la formación, los procesos y la especialización a nivel de cuidadores, auxiliares de clínica, gerocultores, técnicos de atención... 

P.- ¿Los trabajadores están mejor formados que hace 20 años?

R.- Sí, porque tienen un acceso mucho más directo e inmediato. El mundo online nos ha dado una posibilidad importante de desarrollo. Y luego, las empresas y el sector, por normativa, pero también por organización, han elaborado muchísimos protocolos. Está todo mucho más regulado. En la mayoría de los casos, las residencias cuentan con certificaciones de calidad y ahí también se analizan los procesos, las opciones de mejora, las no conformidades...

P.- Otro reto del sector es ir progresivamente aumentando las ratios de personal y mejorar las condiciones de trabajo. 

R.-  Estamos totalmente de acuerdo en que hay que ver cómo mejorar las condiciones de los trabajadores. ¿Qué ocurre? Que mucho está vinculado al sector público, por la concertación de plazas. Y luego, está el precio. Al final, hay que equilibrar las cosas, no ya para beneficio, sino para poder gestionar. 

P.- Es decir, que más personal significa un mayor coste para los usuarios.

R.- Sí, con lo cual, tenemos un problema importante.

P.- Y todo ello depende de la financiación pública. 

R.- Efectivamente, porque hay muchas empresas que van muy vinculadas al sector público. Y la Ley de Desindexación es para nosotros un auténtico problema. Establece que los contratos que sean plurianuales no tienen revisión de precio. Pero los convenios suben año a año. Y cuando tú presentas una oferta y conciertas plazas en 2022, estás arriesgándote a que, en 2027, vayas sin una sola actualización. Actualmente, hay una huelga en el sector de Ayuda a Domicilio y mucho viene derivado de esta Ley. Por ello, subir más los salarios es complicado, si no quieres repercutir el precio al residente y la administración no lo asume, y todo sube, como nos pasó tras el comienzo de la guerra de Ucrania con la subida de los suministros y la alimentación. Luego, tenemos un problema muy serio, que es de país: el absentismo. Los porcentajes te desvirtúan el servicio, aparte del coste que conlleva y la dificultad de cobertura. 

pasos pedir ayuda dependencia

 

P.- ¿El absentismo está provocado por bajas?

R.- Sí, generalmente. 

P.- ¿Y tiene que ver con que cuidar sea una actividad física?

R.- Pero pasa en todos los sectores. Entonces, habrá que analizar el por qué, ya que estas tasas repercuten enormemente. 

P.- ¿Se están renovando las plantillas?

R.- En el año 1998 y 2000 hubo un tipo de contratos que fomentaban el empleo de mayores de 45 años, que son los que ahora van llegando a las jubilaciones. Efectivamente, había una edad media un poquito superior. Y hay una parte de trabajo físico que, según qué edades, es complicado y duro. Pero luego también hay mucha gente que se va incorporando.

P.- ¿Están viendo carencias en ciertas profesiones?

R.- Hemos hablado de lo que es el personal, la formación, los auxiliares, etcétera, pero hemos dejado fuera al personal sanitario. Hay carencias en sanidad, en servicios sociales, a nivel personal de enfermería, medicina, terapia ocupacional y psicología.

P.- Y, ¿por qué creen que las hay? ¿Es por que prefieren trabajar en el sistema de salud?

R.- Pero la sanidad tiene la misma carencia. Si vas a los medios de comunicación, ¿cuántos centros de atención primaria están cerrados? Es un problema de gestión, que habrá que ver si se aumentan el número de plazas en las universidades. Tenemos mucha gente que quiere trabajar con nosotros, pero está pendiente de homologaciones que tardan enormemente. Hay que darle una vuelta a todo eso. Desde AESTE hemos hecho algunas intervenciones para tratar de solventar, que no lo hemos conseguido a fecha de hoy, el tema de las homologaciones o la búsqueda de alguna categoría profesional intermedia que nos permita atender a los residentes. Pero sí, en cuanto a personal de enfermería y medicina hay mucha dificultad para para encontrarlos.

P.- ¿Qué papel está teniendo la tecnología en el cuidado? ¿Qué está por venir?

R.- Cada día más. Puede ser una ayuda muy importante para mantener a la gente en el domicilio. Y en el resto de ámbitos, en centros de día o en residencias, también puede aliviar mucho la carga, pero en este tipo de centros lo importante al final es el contacto, la compañía.

Cada vez hay más robots, y ayudan, pueden servir para animación, pero el contacto humano es lo que es. Además, en España somos muy de contacto, de cercanía, de proximidad. 

P.- Entiendo entonces que no van a remplazar a los profesionales.

R.- Van a mejorar y alivias tareas. El sistema de pantallas o los detectores de caídas nos van a ayudar, sin duda, pero necesitaremos siempre una persona. 

P.- ¿No vamos a ver robots atendiendo?

R.- Creo que yo no lo veré. Pero repito: estoy totalmente a favor de la tecnología y cada vez la vamos implantando más. 

Sobre el autor:

Pablo Recio

Pablo Recio

Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica. 

En 65Ymás, ha contado el drama vivido en las residencias durante la pandemia y ha sacado diferentes exclusivas de impacto como 81 menús de residencias de mayores, a examen: "Baja calidad nutricional y abuso de procesados"que fue citado en una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. 

Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial. 

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