Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLa menopausia y la andropausia conllevan un cambio de los niveles hormonales de estrógenos y testosterona que pueden llevar a una disminución del deseo sexual o la frecuencia de las relaciones sexuales en las personas mayores. Durante esta etapa el hombre reduce la producción de espermatozoides y líquido seminal, su respuesta a la excitación es más lenta, la erección no es tan firme y los orgasmos duran menos. La mujer, por su parte puede sufrir sequedad vaginal, sentir dolor durante el coito, así como más dificultad para alcanzar el orgasmo. Pero, en cualquier caso, estos cambios no tienen que ser un impedimento para disfrutar de una vida sexual satisfactoria. En cambio, la abstinencia puede conducir a la disfunción eréctil en los hombres, incluso en la tercera edad.
A lo largo de nuestra vida, es normal pasar por períodos sin actividad sexual por muchas razones. La atracción entre la pareja puede disminuir, o simplemente no queremos tener relaciones sexuales y entramos en una zona de confort en la que el sexo no es una opción. Pero ¿qué le sucede a nuestro cuerpo cuando no tenemos relaciones sexuales durante mucho tiempo?
El coito regular protege contra el desarrollo de la disfunción eréctil entre los hombres de 55 a 75 años. Esto puede tener un impacto en la salud general y la calidad de vida, según un artículo elaborado por expertos del Hospital Universitario Tampere (Finlandia). En concreto, mejora el sistema inmunológico y prepara al cuerpo para combatir las enfermedades mediante la liberación de endorfinas. Esto significa que tener relaciones sexuales con menos frecuencia puede resultar en enfermedades más frecuentes, como el resfriado o la gripe.
Además de ser una fuente de ejercicio, las relaciones sexuales ayudan a mantener en equilibrio los niveles de estrógeno y progesterona, lo que puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, tal y como indica la Fundación Española del Corazón.
Todo ello, sin olvidar los benéficos emocionales que también tienen repercusión físicamente. Algunas personas pueden sentirse más ansiosas y deprimidas si pasan un largo período de tiempo sin tener relaciones sexuales. La realidad es que tener relaciones sexuales libera endorfinas y la hormona oxitocina en el cuerpo, neuroquímicos que permiten controlar los efectos de la ansiedad o el estrés. La oxitocina tiene el beneficio adicional y es que nos ayuda a dormir. Si no tienes relaciones sexuales con regularidad, es posible que tu cuerpo libere estas hormonas con menos frecuencia, lo que podría hacer que sea más difícil lidiar con el estrés.
Recuerda: el sexo es salud, tengas la edad que tengas.