La pastilla que promete acabar con la resaca
Consta de dos pastillas y desde el pasado lunes ya se comercializa en Reino Unido
Salir de fiesta, pasárselo bien y en ocasiones, exceder, tiene una doble cara. Ese sobre coste es la resaca, esa sensación de malestar que nos acompaña durante todo el día siguiente.
Para acabar con ella recurrimos a remedios caseros, como beber mucha agua o tomar té. Hay quién incluso la posterga con otra cerveza. Otras veces optamos por tomar medicamentos como ibuprófeno o paracetamol, pero no siempre se consigue el efecto deseado.
Pues ahora parece que podremos acabar con este problema. La solución recibe el nombre de Myrkl y es la píldora que aseguran cura la resaca. Desde el pasado lunes ya está a la venta en Reino Unido y promete despertar sin resaca.
Los fabricantes de Myrkl, la farmacéutica sueca De Faire Medical, aseguran que si se toma dos píldoras al menos una hora antes de comenzar a beber, dará como resultado que "hasta el 70% del alcohol se descomponga pasados 60 minutos", según informan Newsweek y The Times. Además, según los fabricantes, es el "primer producto en la historia para descomponer el alcohol de manera efectiva".
No es un trabajo de poco tiempo. De hecho, De Faire Medical inventó las píldoras en 1990 y ha estado investigando más sobre ellas desde entonces, según informan en su página web.
Es 100% vegana y se vende en un formato de 30 cápsulas, por un precio de 30 libras (unos 35 euros). El tratamiento consta de dos pastillas. La primera está diseñada para tomarse 12 horas antes de beber, mientras que la segunda debe ingerirse una hora antes.
Håkan Magnusson, director ejecutivo de De Faire, explicó en el periódico Telegraph cuál es el objetivo de esta píldora: “El propósito de Myrkl es ayudar a los bebedores moderados a despertar sintiéndose lo mejor posible al día siguiente, ya sean trabajadores que buscan un momento de relax, padres o personas mayores que desean mantener una vida social activa”, agregó.
En el estudio participaron 24 personas adultas sanas y dividieron el grupo en dos. Una docena tomó dos cápsulas al día durante una semana, mientras que los demás recibieron un placebo. Los participantes de ambos grupos debían consumir entre 50 y 90 ml de alcohol, según su peso.
Los resultados mostraron que una hora después de ingerir el vodka, los participantes que tomaron las pastillas tenían un 70% menos de alcohol en el torrente sanguíneo en comparación con el grupo de control.
