
El pelo de Beethoven revela detalles sobre su salud 200 años después de su muerte
Un análisis genético ha confirmado que padecía una enfermedad hepática

Ludwig Van Beethoven falleció el 26 de marzo de 1827 en Viena después de sufrir durante años problemas de salud. En su testamento, el músico expresó el deseo de que en el futuro se investiguen las causas de sus dolencias, especialmente la sordera que lo afectó desde joven. Ahora, casi dos siglos después, un grupo de científicos ha logrado cumplir su deseo gracias al estudio del ADN extraído de mechones de cabello.
Científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva realizaron un análisis genético con la meta de aclarar el origen de la sordera del músico, que empezó en sus años 20 y se agravó hasta ser total a los 40. Sin embargo, los resultados no arrojaron respuestas sobre esta afección, pero sí importante información desconocida sobre su salud.
Un problema hepático y una infección oculta
Beethoven sufrió constantemente problemas digestivos severos, con episodios intenso de dolores abdominales y diarreas recurrentes. En sus últimos años de vida, su salud empeoró aún más, mostrando signos de insuficiencia hepática.
El análisis de ADN realizado ha revelado que tenía una predisposición genética a enfermedades de hígado y que también estuvo infectado por el virus de la hepatitis B. Se cree que esta infección, sumada a su consumo de alcohol, fue un factor clave en su muerte. Esto refuerza la teoría de que falleció por complicaciones hepáticas, aunque no se descarta que otros factores hayan influido en su deceso.

No hubo envenenamiento por plomo
Una investigación realizada en 2007, había planteado la posibilidad de que Beethoven sufriese una intoxicación crónica por plomo, debido al uso de utensilios contaminados y tratamientos médicos de dicha época. Sin embargo, este nuevo estudio ha descartado esa hipótesis, ya que los mechones de cabello anteriores eran de una mujer desconocida, y no del músico.
Secreto en su linaje familiar
Además de los importantes hallazgos sobre su salud, el estudio también reveló un dato inesperado sobre su origen. Al comparar su cromosoma Y con el de descendientes vivos de su familia, los investigadores detectaron una discrepancia genética. Esto indica que, entre 1572 y 1770, hubo un caso de paternidad extramatrimonial en su linaje paterno. En otras palabras, uno de sus antepasados no era hijo biológico de su supuesto padre, por lo que entran dudas sobre su verdadera ascendencia.