"La cesta de la compra me sale a unos 30 euros más cada vez que voy. Es demasiado. Antes, con eso pagábamos un recibo. Ahora, no. Encima, la luz, siendo dos en casa, nos sale a 60 o 70 euros, luego, de gas, este mes, 111 euros, y el agua, aunque sea menos, también hay que pagarla. A todo eso se le suma el alquiler, es decir, unos 700 euros de gastos mensuales, sin contar la comida; y además mi hija tiene dos niños, es 'monoparental', y somos nosotros los que la ayudamos".
Este relato corresponde al de un jubilado con el que ha conversado 65YMÁS durante la manifestación en favor de la subida de las pensiones que transcurrió por las calles de Madrid este sábado.
Pero no es el único que vive esta situación. Y es que la inflación afecta también, y mucho, a gran parte del colectivo de pensionistas. Pese a que las retribuciones que reciben mensualmente hayan aumentado en base al IPC medio del año pasado, son muchos los que, debido al aumento desorbitado de los precios este 2022, están teniendo que reducir gastos básicos o recurren a sus ahorros (los que los tengan) para subsistir.
Por esta razón, unos 15.000 pensionistas venidos de toda España, según datos de la Delegación del Gobierno, han marchado este sábado por el centro de la capital para reclamar: una subida de sus ingresos mensuales y de los sueldos de los trabajadores en base al IPC real acumulado, el aumento de las pensiones mínimas a 1.080 euros, el fin de la brecha de género y una auditoría de las cuentas de la Seguridad Social, con el objetivo de verificar si, como sospechan, "no hay fondos para los jubilados" porque se han gastado años atrás para otros fines.
La marcha ha sido convocada por organizaciones como la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (@CoespeOficial), el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, el Movimiento Andaluz en Defensa de las Pensiones Públicas (@MOANDPP), el Movemento Galego en Defensa das Pensións e os Servizos Públicos, UNIDAD COESPE (@UCoespe), ASJUBI40 (@asjubi40) y las plataformas de Badajoz y Móstoles.
Los organizadores han avisado que en noviembre continuarán con más movilizaciones en las distintas comunidades autónomas del país y han avanzado que llevarán más de 220.000 firmas a favor de la subida de las pensiones con el IPC real al Congreso de los Diputados y se reunirán con los distintos partidos políticos para conseguir que apoyen la medida.
La inflación afecta, y mucho, al bolsillo de los pensionistas
La recuperación del poder adquisitivo no es un capricho, ha recordado a este diario Jorge, un manifestante procedente de Jaén. "Llevamos 13 años prácticamente sin aumentos. Este Gobierno parecía que iba por el buen camino, porque nos aplicó el IPC, pero nos engañaron en los números, porque nos subieron un 3% menos: por eso pedimos el IPC real", ha argumentado.
"Hay pensiones de todo tipo, de 480 euros y de 2.500. Como comprenderéis, estas últimas pueden soportar la inflación, pero, las otras, no llegan a final de mes, porque los jubilados consumimos igual que el resto: pagamos luz, alquiler, gastos generales... Y hemos cotizado 40 años. No nos están regalando nada", ha señalado.
"Yo, con una pensión media, tengo que 'achucharme' mucho, pero el problema es que hay miles de personas, sobre todo, mujeres, que tienen ingresos de miseria y prácticamente están rebuscando en los supermercados dónde encontrar los productos más baratos, quitándose de cosas. Y eso, no es una broma. También muchos tienen que ayudar a la familia cuando pueden y, luego, está el tema de las medicinas. Conozco a mucha gente que se está privando de cosas muy necesarias: carne, pescado, verduras..., porque no lo pueden sufragar", ha denunciado a este diario otra pensionista durante la manifestación.
¿Conflicto generacional?
Ahora bien, ha matizado Jorge, no sólo deberían subir las pensiones, también es importante que aumenten los sueldos y que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.
"Tenemos que luchar para que los jóvenes tengan un salario digno y puedan vivir. No puede ser que una persona de 30 o 40 años cobre 800 euros. Así que no es que paguen menos a los pensionistas sino más a los trabajadores", ha indicado Jorge.
Por este motivo, todos los manifestantes con los que ha conversado este diario entienden que el conflicto entre jubilados, supuestamente 'privilegiados', y trabajadores precarios es "falso e interesado".
"Hay algunas pensiones que son más o menos dignas, pero muchas no. Este debate quiere confundir y quitar importancia a otras cosas. Los jóvenes saben que esto no es responsabilidad de los jubilados, porque conocen a sus abuelos, tíos y vecinos, y son conscientes que lo que ingresan no da para mucho más que lo que cobran ellos. Yo confío en que no compren ese discurso, aunque los medios y las redes sociales estén machacando con el mensaje", ha valorado una manifestante.
La subida del 8,5% propuesta por el Gobierno es insuficiente
Por ello, ha apostillado Damián Rodríguez, portavoz de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, es importante centrarse en que tanto trabajadores como jubilados están perdiendo poder adquisitivo.
"Quieren culpabilizarnos a los pensionistas de que los jóvenes no tengan empleo ni salarios. Pero tienen que tenerlo. De lo contrario, no hay pensiones. Por eso pedimos también la subida y la derogación de todas las leyes que afectan a los trabajadores", ha señalado.
"La inflación está en el 9%, pero realmente es superior. Reclamamos el IPC real para sueldos y pensiones públicas. El supuesto aumento que se va a hacer (el 8,5% en 2023, tal y como prometió el Gobierno) supone que vayamos a perder otro tanto por ciento, junto a lo perdido en 2022 y en años anteriores", ha denunciado.
"La mayoría de los pensionistas cobran menos de 800 euros, así que podemos figurarnos cómo les afecta la inflación. La subida del 8,5%, si al final se produce, son 60 euros, nada más", ha concluido.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.